INTERNET

La tele se olvida del mando y saluda al teclado

Nadie conocía a Justin Kan hasta que un día decidió pegar una cámara a su gorra y transmitir en directo todo lo que sucedía en su vida a través de la Web. Su ocurrencia terminó siendo todo un fenómeno y consiguió una audiencia millonaria. Unos meses después, en el verano de 2007, el joven Kan creó Justin.tv, un portal que permite a sus usuarios transmitir vídeos en tiempo real.


La página ha evolucionado. Hoy en día, casi todos sus usuarios la utilizan para copiar la señal de canales de televisión y sumarse a un nuevo fenómeno: los televidentes vía Internet. Se pensaba que la nueva pantalla -sin publicidad y con un menú a la carta-, mataría a la vieja caja de imágenes. Sin embargo,_eso no es del todo cierto. En 2008, el 56% de los vídeos más vistos en YouTube España provenían de algún programa de televisión. Eso significa que la gente pasa menos tiempo frente a la televisión, pero no porque dejan de ver sus contenidos, sino porque los ven por otra plataforma: el ordenador.


El hecho afectó y afecta a las grandes cadenas, ya que supone una importante fuga de audiencia... y también una gran oportunidad. El año pasado, todas las generalistas españolas crearon sitios específicos para ofrecer sus contenidos en la red: ‘Play Cuatro’, ‘Mi Tele’ (Telecinco), ‘Mi Sexta’, ‘Antena3 Vídeos’ y ‘TVE A la carta’. El ente público incluso ha llegado a emitir acontecimientos en directo por su web. Antena 3 ha estrenado allí capítulos de series tan populares como ‘El Internado’. Eso sí, por motivos legales, solo pueden ofrecer contenidos de producción propia.

Las otras ofertas


A pesar de sus esfuerzos, las cadenas nacionales siguen sin poder ofrecer la diversidad de contenidos de otras webs. En Justin.tv, por ejemplo, siempre hay más de 1.500 canales emitiendo en directo, y millones que lo hacen de manera ocasional. Otro sitio parecido y anterior, Ustream.tv, no ha tenido el mismo impacto, aunque sus números no son nada malos:_unos 2.000.000 de usuarios, que transmiten más de 1.500.000 horas en directo cada mes.


Las plataformas YouTube y DailyMotion, que también se nutren de la televisión, todavía no emiten nada en directo, aunque su material televisivo ‘reciclado’ sigue siendo uno de sus principales atractivos. Además, en la red cohabitan miles de otras páginas que ofrecen series, películas, eventos deportivos y espectáculos. Tanto esas webs anónimas como las más conocidas comparten algo: los problemas legales.


Las grandes páginas que ofrecían la posibilidad de colgar vídeos pensaban que la solución era firmar acuerdos con las televisoras y productoras. De hecho, la web de Justin Kan firmó en agosto pasado un histórico acuerdo con la estadounidense Fox, una de las grandes factorías de ficción audiovisual del mundo. Ambas partes pusieron fin a meses de pugnas legales.


No obstante, la mayoría de productoras no vieron esa idea con buenos ojos, y los derechos de autor siguen siendo una de las grandes limitaciones para ese tipo de portales, que con frecuencia se ven obligados a bloquear retransmisiones o retirar algunos contenidos, perdiendo así muchos seguidores.

Buscando la legalidad

Desde finales de 2007, en vez de pactar con las páginas no legales, las productoras -sobre todo las que tenían canales para distruibir su contenido- comenzaron a crear sus propias plataformas. La pionera fue la BBC con su iPlayer, aplicación para ofrecer contenidos en línea, similar a la que hoy poseen las cadenas españolas.


Sin embargo, la gran novedad llegó en marzo de 2008 con_Hulu. Las grandes cadenas de Estados Unidos se cansaron de que sus programas se vieran en otros sitios y crearon una web conjunta (NBC, Fox y ABC) donde cuelgan todas sus series (‘Perdidos’, ‘House’, etc.) y algunas películas. De momento, solo se puede ver en ese país norteamericano, pero se espera que este año se abra para usuarios en Gran Bretaña y, en el futuro, se pueda ver en todo el mundo.


Otra apuesta para la distribución de contenidos es la del pago por visión, que funciona igual que el sistema utilizado por las compañías de cable, pero a través del ordenador. En las webs blockbuster.com, cinemanow.com o apple.com, los usuarios pueden comprar pases para ver los últimos estrenos por menos de tres euros, y sin descargas (funcionan con ‘streaming’). Se puede adquirir el derecho de ver series o películas con un número de pases limitados, o un visionado ilimitado durante un período de tiempo determinado.


Lo último en llegar es Voddler, una aplicación parecida al Spotify -que permite escuchar música sin descargar archivos ni pagar-, pero con películas. Solo está disponible en Suecia, aunque los creadores piensan llevarlo a otros países. Ofrece dos opciones: contenidos con publicidad y gratuitos, o con un pago mensual y sin anuncios.