APLICACIONES

La TDT: algo más que zapeo

La Televisión Digital Terrestre (TDT) es más que nuevas antenas y decodificadores. Al menos en teoría. La nueva señal trae consigo muchas posibilidades: alta definición, más canales y, sobre todo, interactividad, que permite acceder a los llamados servicios de valor añadido (guías interactivas, grabación, compras, trámites legales...).


Pero en ese último apartado, España sigue teniendo una deuda pendiente. Pocas personas saben lo que la nueva tecnología les ofrece. Y pocos canales invierten en explotar los nuevos servicios. Si se buscan ejemplos en otros países con TDT, Inglaterra es quizá el que más tiene. Allí, la señal digital se distribuye por cable y las personas pueden recibir y enviar información por igual. Las apuestas, los juegos y la publicidad interactiva son accesibles para todos y suponen una importante fuente de ingresos para las cadenas.


Aquí, la señal se distribuye por antena y no todos los receptores tienen un canal de retorno. Es decir, si nuestro decodificador no tiene una conexión telefónica, ADSL o Wifi, no puede enviar información, solo organizar la que le llega por antena. Por eso, el decodificador será el que determine lo que se puede y no se puede hacer en cada hogar.


"Es complicado alcanzar la calidad que hay en Inglaterra, da la sensación de que aquí la TDT ha sido una obligación más que un avance. No se ha sabido aprovechar el cambio para promover servicios interactivos", asegura Javier Penalva, ingeniero en telecomunicaciones y editor de una publicación digital sobre tecnología (Xataka.com). Según él, los problemas en España vienen desde el principio, ya que se permitieron demasiados tipos de receptores y algunos ni siquiera estaban preparados para la TDT de pago.

Las opciones del decodificador

Los decodificadores más sencillos son los 'zapper', más baratos pero no interactivos (se limitan a transformar la señal digital en analógica para que pueda ser vista). Son los más baratos, pero sus opciones son casi nulas. Le siguen los que permiten cierta interactividad, realizando tareas que no impliquen enviar información, solo ordenar la recibiba por antena. Se llaman PVR o DVR (por sus siglas en inglés Grabador de Vídeo Digital).


Ambos permiten consultar la guía electrónica de programas, quizá la función más desarrollada por las cadenas -un teletexto con datos al instante-, y con la ayuda de puertos USB o discos externos permite grabar contenidos (incluso se pueden programar esas grabaciones tan solo introduciendo alguna de sus características: horario, nombre, protagonistas, productor, etcétera).


La mayoría de estos aparatos también pueden recopilar la información extra que ofrecen algunos canales, como tráfico, meteorológica, bolsa, estadísticas deportivas, información extra del programa y ampliación de noticias. Además, muchos incluyen juegos sencillos.


No obstante, para disfrutar realmente de todas las posibilidades se necesita un receptor de la denominada tecnología MHP (Multimedia Home Platform). Aparte de las antes mencionadas, este decodificador es el que permite acceder a los servicios que son interactivos, es decir, que impliquen un intercambio de información. Es posible gracias a su canal de retorno, que hace posible recibir y enviar datos. Sin embargo, pocos utilizan estos decodificadores y pocos canales ofrecen ese tipo de servicios. "En España apenas hay gestiones con los ayuntamientos o los servicios de salud de cada comunidad", afirma Penalva. Entre los pocos ejemplos está Emplea-T, de TVE, donde se ofrece información sobre ofertas de trabajo. El Ministerio de Sanidad, por su parte, pronto pondrá un servicio para concretar citas médicas. Aunque la delantera la lleva TV3, que, además de los básicos, muchos de sus programas cuentan con aplicaciones propias.