TELEVISIÓN

Dorado, primer centenario de 'Saber y ganar'

Hace ocho días Víctor Castro alcanzaba la meta de los 100 programas del concurso ?Saber y ganar?. El zaragozano José Manuel Dorado consiguió la misma marca hace diez años.

José Manuel Dorado junto a Víctor Castro, los dos centenarios de 'Saber y Ganar'
La historia de José Manuel Dorado, el primer centenario de 'Saber y ganar'
TELEVISIÓN ESPAÑOLA

Hace apenas una semana Víctor Castro, concursante del programa ‘Saber y ganar’ de La 2, subía al Olimpo de los dioses catódicos tras alcanzar los 100 programas consecutivos en el mítico concurso, que lleva 14 años en antena sin apenas modificar el formato ni reubicaciones en la franja horaria. Antes que Víctor solo un concursante había logrado la hazaña: el zaragozano José Manuel Dorado, en el año 2001.


La proeza del madrileño Víctor Castro ha vuelto a colocar en la órbita de la actualidad la historia de José Manuel, que guarda muchas similitudes con la de Castro. Para empezar, ninguno decidió participar en el concurso, ambos desembarcaron en el plató de ‘Saber y ganar’ porque algunos de sus familiares enviaron a escondidas una solicitud de participación.


«Por aquel entonces la situación en casa estaba muy mal y yo necesitaba dinero para seguir estudiando, porque aunque tenía tres trabajos estaba súper precario», explica José Manuel, que dice que el primer día llegó al programa deseando que no le descalificaran para poder llevarse «una enciclopedia que regalaban y que luego me enteré que nadie pedía».


De José Manuel dice la web del programa que «en su programa homenaje demostró su gran habilidad con dos retos, uno de palabras y otro, más difícil aún, que consistía en contestar 7 preguntas en un máximo de 100 segundos». Y eso que no es el concursante ‘tipo’ del programa porque José Manuel es Licenciado en Ciencias Físicas y la mayoría de pruebas del programa versan sobre temas artísticos, humanísticos y de ciencias sociales.


Al respecto dice José Manuel que siempre le ha gustado leer y cultivarse, que siempre ha tenido ciertas inquietudes más allá de su formación que se ha preocupado de alimentar consecuentemente.


El zaragozano explica que guarda muy buen recuerdo de su paso por el programa y que conserva un «lazo afectivo» con el equipo. «Son como una pequeña familia», dice José Manuel «aunque esto puede sonar un poco ñoño, yo siempre me sentí así», añade para explicar que quizá esto se deba a que «es un programa a la antigua, un poco ‘kitsch’».


«Pase de ser un tío normal a ser el tío del concurso»

Aunque siempre ha querido mantenerse alejado de todo aquello que signifique tele, a José Manuel hubo una época, sobre todo tras dejar de aparecer en el programa allá por octubre de 2001, en que le fue imposible pasar desapercibido. «Pase de ser un tío normal a ser el tío del concurso», resume.


«Después del programa la gente empezó a reconocerme por la calle y el que antes ni te saludaba en el ascensor de repente se ponía a hablar contigo», explica José Manuel. «Todos se pensaban que el dinero que había ganado en el concurso me había dado para retirarme toda la vida y lo cierto es que el dinero te da cierta libertad pero nada más», añade.


El zaragozano enfatiza que «por ganar el programa no eres el más listo ni un premio Nobel, ni te dan un máster o una oposición y así debe ser». José Manuel, pese a ocupar un lugar en la historia del concurso más consolidado de nuestra televisión –así lo atestiguan los XX años que lleva inmutable en la parrilla de La 2 haciendo buenas audiencias en una franja muy dura-, tiene claro que es «un tío normal que trabaja de mensajero y que paga la hipoteca de su piso de tercera mano».