LA SEXTA

Jordi Évole: "La gente me pide que meta más caña"

Jordi Évole regresa a La Sexta con 'Salvados' para seguir explorando la realidad "por las rendijas de lo políticamente correcto", con planteamientos sorprendentes -"me gustaría entrevistar a Hugo Chávez en un McDonalds"- y jaleado por el grito de mucha gente: 'Mételes caña'.


Y es que Évole está acostumbrado a buscarle las vueltas a los políticos y poderosos en general, pero ahora señala en entrevista con Efe que en la calle cada vez ve "más hartazgo". "La gente -dice- me pide que meta más caña, aunque no sé a quién se refieren".


La fina ironía es marca de la casa de este catalán de Cornellá que se forjó en la factoría de El Terrat de su amigo Andreu Buenafuente, junto a quien se hizo famoso en televisión como El Follonero, quien aparecía desde el público para dar su opinión como espectador, aunque en realidad era también guionista y subdirector del programa.


Para el regreso de su programa semanal, "Salvados", ha viajado a Argentina con la intención de "venderles allí la idea de quedarnos con Messi para la selección española, a cambio de Raúl", además de entrevistar al actor argentino Ricardo Darín y al cantante Joaquín Sabina.


Entre los objetivos habituales de "Salvados" seguirá estando la clase política, que figura como la tercera preocupación de los españoles, por detrás del paro y la economía, aunque Évole se confiesa "un romántico que sigue creyendo que la política y que puede solucionar cosas, a pesar de los casos de corrupción que siguen surgiendo; de ahí surge el desencanto".


"Salvados" ganó en 2008 el premio Ondas por "la innovación o a la calidad televisiva", y Jordi Evole reconoce que sorprender al espectador es cada vez más difícil, aunque intentan "reinvertarse" en cada programa, "rompiendo protocolos, colándonos por las pequeñas rendijas de lo políticamente correcto y proponiendo retos a veces absurdos, pero que te permiten enseñar una realidad".


Así han conseguido momentos televisivos impagables, como el saludo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a su azote mediático, el periodista radiofónico Federico Jiménez Losantos, propiciado por El Follonero tras colarse en una fiesta.


Sobre el humor en la política, Évole lo tiene claro: "Más que entre los líderes políticos, escasea el humor entre sus escuderos; hay una sobreprotección absurda, porque muchas veces el líder se torea al periodista y queda fenomenal".


Y recuerda entre los más agradables a José Bono, presidente del Congreso, a quien entrevistó en la misma tribuna del hemiciclo que ocupaba durante el 23-F.


Para el responsable de "Salvados" no hay temas intocables y ya piensa cómo afrontar la polémica sobre el empadronamiento de inmigrantes en algunos ayuntamientos españoles.


El reportero de La Sexta añade que cuando se acercan las elecciones, se producen este tipo de "movimientos tácticos, a ver quién es el más facha o el más progre", aunque luego "siempre hay alguien dispuesto a levantar un teléfono para quejarse a la cadena".


Así ocurrió cuando el programa mostró en Melilla, además del comercio atípico que se produce allí, un campo de golf ubicado entre la valla fronteriza con Marruecos y un centro de acogida de inmigrantes. El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, criticó la "manipulación" del programa, que, a su juicio, quiso "hundir" a la ciudad dando una mala imagen.


Jordi Évole concluye que para hacer humor del tipo de "Salvados" hay que tomar distancia - "lo mejor que nos puede pasar a nosotros es tener pocos amigos en el mundo público"- y regresa expectante a la noche de los domingos, donde competirá, entre otros espacios, con el humor de "Vaya tropa".


"No me creo a quien trabaja en televisión y dice que no le preocupan las audiencias, a mí sí porque vivimos de eso, y las franjas televisivas están cada vez más complicadas", apunta Évole, confiando en que no haya "efectos colaterales" para él y otros profesionales en un año televisivo "en el que se producirán más cambios que en toda la última década".