Algo más que suspiros de Buñuel

Con extremada modestia, dice Luis Buñuel en su libro de memorias 'Mi último suspiro' que él no fue "un hombre de pluma". Pero lo fue, y de manera sobresaliente, como una expresión más de su visión del mundo, de sus obsesiones y convicciones, de su rebeldía intransigente frente a los falsos valores consagrados, de su demoledora ironía. La obra literaria que editara HERALDO en 1982 lo confirma sin duda alguna.

Como dice la presentación de esta nueva edición de sus memorias, 'Mi último suspiro' constituye una de las más singulares muestras de sinceridad de un artista que, desde el almacén de la memoria, va devanando los hilos de los recuerdos (...) Por Zaragoza, Madrid, París, Nueva York, Méjico... surgen los acontecimientos y personajes que perfilaron su carácter único".

'Mi último suspiro', escrito con la participación inestimable de Jean-Claude Carriére, el estrecho colaborador de sus últimos guiones, fue publicado inicialmente en francés (Robert Laffont, París, 1982), y vertido al castellano por Plaza y Janés.

Uno de sus capítulos, 'Recuerdos medievales del Bajo Aragón', fue publicado inicialmente en las páginas de HERALDO DE ARAGÓN, que siempre ha mantenido una estrecha relación con el calandino. En julio de 1930, HERALDO realiza la primera gran entrevista con el cineasta, en torno a su polémico 'Un perro andaluz'. Pero Buñuel ha estado muy presente siempre en nuestras páginas a través de las plumas de José Pérez Gállego y Joaquín Aranda, que lo entrevistó en ocasiones diversas. El 17 de febrero de 1980, HERALDO le dedica un homenaje, con textos de Henry Miller, Carlos Fuentes, Ado Kyrou, Octavio Paz, Freddy Buache, Jacques Prévert, Goffredo Fofi, y Raymon Durgnat. En su muerte, le recuerdan Joaquín Aranda, Luis Alcoriza, Agustín Sánchez Vidal, Orencio Ortega, Manuel Rotellar, José Luis Pomarón... También se publica un suplemento especial en el décimo aniversario de su desaparición. Se rememora su centenario, los 25 años de su muerte...

'Mi último suspiro' es un revelador, apasionante, jugoso recuento de su vida, sus películas, sus amigos, sus andanzas y sus perpetuas obsesiones. Todo un acontecimiento cultural", escribió José Luis Rubio con motivo de su aparición. Sinceras, curiosas, sorprendentes, salpicadas de sorna y lucidez..., tratándose de Buñuel no podrían ser de otra manera sus memorias. Algo más, mucho más que sus últimos suspiros. Un gozo intelectual, un testimonio imprescindible para conocer al genial aragonés.

"Sinceras y sorprendentes, sus memorias no podían dejar de lado la sorna"