Por
  • Paloma de Yarza López-Madrazo

Al servicio de la sociedad aragonesa

Conexiones.
Conexiones.
Pilar Ostalé

Como presidenta de HERALDO DE ARAGÓN, situada al frente del gran equipo de profesionales que cada día hace posible nuestro encuentro con los lectores, me complace celebrar un año más el aniversario del nacimiento del diario. Una fiesta que compartimos con nuestros socios y anunciantes y, sobre todo, con quienes reciben los premios que –junto al grupo HENNEO, del que formamos parte– concedemos en estas fechas. Y que este año tiene un carácter especial al coincidir con otros dos acontecimientos que para HERALDO se revisten de una importante significación: el cuadragésimo aniversario del Estatuto de autonomía de Aragón y la reunión en Zaragoza, que tendrá lugar dentro de pocos días, del Congreso de la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA).

Pero para quienes hacemos HERALDO, y nos sentimos por tanto herederos de sus ciento veintisiete años de esforzada historia periodística, lo más trascendente es que esta efeméride nos sirve para renovar públicamente el compromiso de servicio a la sociedad aragonesa expresado ya en aquel primer número del 20 de septiembre de 1895. Decía entonces el editorial –que firmaba ‘La redacción’ y que sin duda recogía las ideas del fundador, Luis Montestruc– que el principio que «engloba todos nuestros propósitos consiste en servir al público de la mejor manera posible», reflejando «el modo de ser de esta sociedad a la última, tan movida, tan variada, tan compleja», proporcionándole «una información cabal» en todas las materias, «lo más completa y lo más rápidamente que podamos», y poniendo, «junto al relato, el comentario, junto a la noticia, la muestra de nuestro deseo entusiasta y anhelante de soluciones provechosas y satisfactorias».

En 2022, la sociedad aragonesa es si acaso más variada y más compleja. Y los medios de los que dispone un periódico como HERALDO son más modernos y de mayor alcance. Pero la tarea que cumplimos es la misma, transmitir con precisión y veracidad, y con una rapidez que ahora, gracias a la edición digital, es prácticamente instantánea, cuanta información relevante podamos reunir; acompañándola de los enfoques, los análisis y las opiniones que permitan comprenderla mejor, proporcionando al lector las claves para transformar la mera información en conocimiento de la realidad.

«La misión de HERALDO sigue siendo hoy, como hace ciento veintisiete años, transmitir a los lectores cuanta información relevante podamos conseguir, acompañada de las claves para comprenderla mejor»

Y HERALDO desempeña esta misión desde una independencia que siempre ha luchado por defender, incluso en momentos históricos muy poco favorables a la libertad, y que hoy sigue siendo uno de nuestros baluartes y una garantía para nuestros lectores. Una independencia que, hay que subrayarlo, no significa neutralidad, porque hay en el devenir de la sociedad muchas cuestiones que no admiten la neutralidad, sino que exigen comprometerse. La defensa de los derechos humanos, la democracia, la justicia social, la equiparación de la mujer en todas las facetas de la vida social y política, la igualdad de oportunidades, la libertad personal y de conciencia, la libertad de empresa, el acceso general a los servicios públicos esenciales, el progreso económico, una paz basada en el respeto al derecho internacional... son valores plenamente incorporados a los principios editoriales de HERALDO y que nos proporcionan el criterio con el que sopesar, jerarquizar y encuadrar las noticias y las opiniones. Como dijo el rey Felipe VI hace dos años en este mismo acto: «HERALDO es hoy lo que ha sido siempre: una voz clara en defensa de la libertad».

Son estos unos valores que, en la España democrática, quedan recogidos en la Constitución que los españoles nos dimos en 1978 y que hoy continúa siendo nuestro marco de convivencia. En función de esos valores, HERALDO desarrolla y actualiza cada día su decidida vocación de defender los intereses de Aragón y de promover su prosperidad. Celebramos por ello, junto a las instituciones y a todos los aragoneses, los cuarenta años del Estatuto de autonomía, que permitió a nuestra histórica Comunidad recuperar su personalidad política y jurídica, desarrollar su identidad social y cultural y participar, junto a las demás autonomías, en un largo periodo de progreso, convivencia y bienestar, aunque no haya estado exento de contrariedades.

Dificultades no han faltado, es cierto, nunca faltan ni en la vida social ni en la personal. A mí y a mi familia nos ha tocado vivir hace muy poco un trance doloroso y triste, con la enfermedad y muerte de mi marido, Jorge Clúa Martínez. Por eso quizá tengo hoy más presente la importancia de las relaciones humanas y de los vínculos familiares y de amistad que nos ayudan a superar situaciones dramáticas. Colectivamente, somos todos muy conscientes de que atravesamos un periodo turbulento en todo el mundo, en el que parece que las crisis se encadenan sin solución de continuidad: pandemia, dislocación de los flujos comerciales internacionales, guerra, inflación, crisis energética. A veces da la impresión de que no vamos a retornar a unas circunstancias que podamos considerar ‘normales’.

«Celebramos, junto a todos los aragoneses, los cuarenta años del Estatuto de autonomía, que permitió a nuestra histórica comunidad recuperar su personalidad política»

Pero en HERALDO, al tiempo que cumplimos con nuestra responsabilidad de dar cuenta de los hechos, queremos mantener la mirada en el futuro, fomentando la confianza en los firmes fundamentos de la sociedad aragonesa como el mejor antídoto frente a la incertidumbre. Porque, en tiempos de dificultad, estamos dando pruebas de capacidad de resistencia y de voluntad de superación. Se acumulan los problemas, no cabe duda; hemos visto este verano incendios terribles o dificultades para cubrir correctamente los servicios sanitarios, y tenemos pendiente la consecución de una adecuada financiación. Pero las bases de la economía aragonesa son sólidas y ofrecen motivos para confiar en la recuperación. Y el talante de diálogo que prevalece en la vida política en nuestra Comunidad debería permitir encauzar muchas cuestiones. «Hay que tender puentes, no crear abismos», dijo la filósofa Adela Cortina en un foro organizado por HERALDO el pasado mes de febrero.

En ese empeño de preparar una nueva etapa de prosperidad y de bienestar para todos, desde nuestra responsabilidad como principal medio de comunicación de Aragón, estamos comprometidos.

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