'Sálvame' toma aire en su marzo más complicado y logra contener su caída

El programa que revolucionó Telecinco busca a nuevos públicos tras perder la primera posición frente a la serie turca 'Tierra amarga'.

Terelu Campos sustituye a Carlota Corredera en ‘Sálvame’.
Terelu Campos sustituye a Carlota Corredera en ‘Sálvame’.
Mediaset

La revolución silenciosa que emprendió 'Sálvame' en la tarde del lunes sirvió para taponar, de momento, la fuga de espectadores que el espacio de Telecinco estaba sufriendo en las últimas semanas. El formato de Mediaset tomó aire, respiró y mantuvo el tipo pese a que sus datos de audiencias están lejos de lo que marcaban justamente hace un año. El buque insignia ya no es imbatible, pierde por momentos el liderazgo holgado que ostentó en la última década pero sobrevive como puede al envite turco y los problemas judiciales e investigaciones por espionaje que salpicaron a su productora, La Fábrica de la Tele.

En la última semana, la cadena tomó las riendas del magacine rosa con un formato más conservador y alejado del «neorrealismo televisivo» que defendía Jorge Javier Vázquez en los inicios del programa. Bajaron los decibelios en el plató y se apostó por perfiles menos polémicos alejados del universo Mediaset. En 'Sálvame limón', por ejemplo, se estrenaron como colaboradores periodistas clásicos de la crónica rosa -es el caso de Carlos Ferrando y Rosa Villacastín- y otros menos habituales en Telecinco, como Marisol Galdón. También Adela González, hasta ahora en segundo plano, tomó mayor protagonismo como copresentadora junto a Vázquez mientras que Terelu Campos y María Patiño se estrenaron como sustitutas de Carlota Corredera en la versión 'naranja' del espacio televisivo.

Además, Telecinco probó a su colaboradora Belén Esteban como presentadora de una sección que emula al género de 'talk show' que popularizaron Ana García Lozano y Patricia Gaztañaga en el pasado. Todo ello acompañado de una serie documental, 'Sin perdón', que pretende ahora contar la historia y la vida de Isabel Pantoja como ella hubiera querido, explicó el programa. Un intento de vuelta a los orígenes. Recuperó incluso la canción de Bibiana Fernández para la cabecera. El programa marcara su mejor semana, en términos de audiencia, del mes.

Según datos facilitados por la consultora Dos30', elaborados a partir de Kantar Media, el promedio de 'Sálvame' en sus cuatro horas de emisión, desde el lunes 28 al jueves 31 marzo, fue de un 13,3% de cuota de pantalla, dos décimas más que la semana anterior (13,1%), y por delante de la media que marcó el formato en los primeros días del mes (11,4%). Sin embargo, el programa de Telecinco está todavía lejos de los resultados que marcó en febrero, donde anotó un 14,9% de 'share' y millón y medio de espectadores.

Lo que empezó en 2009 como un experimento en 'late night' para comentar la edición de 'Supervivientes', al mes transitó a un formato diario que se alargó durante toda la tarde. En mitad de la crisis económica que también afectó a la televisión, 'Sálvame' abandonó a los famosos del papel couché para convertir a sus colaboradores en las estrellas que llegaron incluso a copar las revistas del corazón. Antena 3 apartó este tipo de contenidos de su programación y Mediaset los monopolizó. Desde Rosa Benito a Kiko Matamoros o Mila Ximénez. Hasta la boda de Belén Esteban llegó a protagonizar una portada en '¡Hola!', dejando claro la importante influencia del espacio de Telecinco en el resto del sector.

Fue un nuevo modelo de televisión que creó su propio universo y estiró a sus personajes entre llantos y risas. «Como decía Jorge Javier al principio, hicieron aquello de convertir el defecto en virtud. No tenemos nada, pues tiramos de nuestra gente. Convirtieron a los colaboradores en protagonistas que alimentaban las narrativas del propio programa», explica David Insua, director y presentador del podcast '¡Menudo Cuadro!', un formato radiofónico que muchos consideran que también ha reinventado la prensa del corazón.

Pionero​

Para el locutor, el programa consiguió abrir el corazón hacia un público más joven. No es raro entrar en Twitter y encontrarse con un meme protagonizado por una frase de Belén Esteban. «'Sálvame' ha ido creciendo y nutriéndose a la vez que iban popularizándose las redes sociales. La generación Z o los millenials han ido conociendo esa parte de la televisión y la cultura pop gracias a los memes que salían en Telecinco. Ha trascendido la televisión y han sabido conectar con ese público», defiende.

En este magacine también se ha hablado de feminismo y violencia vicaria a raíz de la serie documental de Rocío Carrasco. Y durante las meses más críticos de la pandemia, se mostró una postura de defensa acérrima sobre las vacunas. 'Sálvame', a su manera, ayudó a concienciar que solo la ciencia permitía superar el coronavirus: «Muchas veces se menosprecia el altavoz del programa con nuestras abuelos y abuelas. En 'Sálvame' se han abordado cuestiones muy importantes como los derechos del colectivo LGTBI», añade el experto.

Porque la televisión sin 'Sálvame', según Insua, «dejaría un hueco difícil de llenar» en Telecinco y en el espectador que consume este tipo de formatos. «Pero que ha habido un cambio de ciclo es innegable. Los cambios son drásticos, pero hay que entender que un programa en directo, con cuatro horas de emisión durante trece años, sufra un desgaste que es natural», concluye.

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