Todo sobre el juicio por abusos sexuales a Carlota Prado en 'Gran Hermano': qué se juzga y qué pena afronta el acusado

Este martes se celebra el juicio contra José María López por los presuntos abusos ocurridos dentro del 'reality'.

Carlota Prado, de 'Gran Hermano Revolution', junto a José María, en el centro de la imagen
Carlota Prado, de 'Gran Hermano Revolution', junto a José María, en el centro de la imagen
Telecinco

Este martes 8 de febrero se juzgan, casi tres años y medio después, los presuntos abusos sexuales que sufrió supuestamente Carlota Prado dentro de la casa de Gran Hermano. La jueza dirimirá si José María López cometió o no esos abusos, por los que la Fiscalía le pide dos años y seis meses de cárcel y le reclama una indemnización de 6.000 euros. A continuación desvelamos todas las claves y aristas de este mediático juicio, sobre el que han corrido ríos de tinta, declaraciones y más de un bulo.

¿Qué y a quién se juzga?

El único acusado por lo penal es José María López y lo es, como decimos, como presunto autor de un delito de abusos sexuales. En un añadido a la demanda incluye a Zeppelin, la productora del programa, por supuestos “daños morales”, por lo sucedido después de los hechos (cuando le mostraron las imágenes de los supuestos abusos, que Carlota Prado considera que se hizo una manera inadecuada, así como por los días posteriores).

Sin embargo, esa reclamación no tiene sentido por lo penal, por lo que es previsible que la jueza se inhiba en ese asunto, que para ser juzgado requeriría una denuncia en un juzgado de lo civil, pues se sustentaría en la relación laboral de Carlota Prado y Zeppelin. Por el momento esa denuncia no se ha producido. Carlota Prado ha manifestado en diversas ocasiones su pretensión de buscar a todos “los responsables”.

Zeppelin es, en cualquier caso, el responsable subsidiario, pues a José María López le unía una relación laboral con la productora (al ser concursante y recibir una remuneración por ello), de forma que, si fuera condenado y obligado a aportar una indemnización y no hiciera frente a la misma (por insolvencia u otras razones), sería Zeppelin quien debería pagar ese importe.

¿Quiénes son los testigos?

Dado que los hechos se produjeron dentro del programa y de la casa y ocurrieron en una habitación en la que no había más concursantes, los únicos testigos son los empleados de Zeppelin que estaban aquella noche en el control de realización, viendo lo que sucedía a través de los monitores. Se da la circunstancia de que su testimonio proviene de unas imágenes que son exactamente las mismas que las que dispone la jueza.

Situación y consideraciones

En este apartado explicaremos algunas cuestiones que son importantes para comprender el contexto en el que sucedieron los hechos. En Gran Hermano, en 2017 así como en los años previos, se celebran fiestas nocturnas. En ellas hay alcohol, pero en pequeñas cantidades. De hecho, se les suministra en botellas rellenadas (3 o 4 botellas), en las que hay aproximadamente cuatro centímetros de alcohol de diversos tipos. El reparto de ese alcohol es decisión de los propios concursantes. Actualmente, el protocolo contra los abusos sexuales creado por Zeppelin tras los hechos, ha reducido drásticamente la cantidad de alcohol del que disponen los concursantes.

Los trabajadores de Gran Hermano, tanto los redactores, realizador o el llamado ‘súper’ siguen lo que ocurre en la casa por cerca de 60 pantallas situadas en una pared del control de realización. De esas señales solo se graban 4, que son elegidas por los operadores presentes en la sala, en función del contenido que puedan generar. Oyen lo que está pasando gracias a unos auriculares.

La noche de los hechos Carlota y José María, que eran pareja dentro de la casa y habían tenido relaciones sexuales en ocasiones anteriores, se fueron de la fiesta al poco de iniciarse esta y se dirigieron al dormitorio. Cuando en un reality hay una pareja, sus movimientos se siguen siempre, pues son un contenido potencial para el programa. Este caso no fue diferente y por eso sus movimientos se siguieron y grabaron aquella noche.

¿Cómo sucedieron los hechos?

El vídeo de los hechos no se ha hecho público y obra sólo en poder de la jueza, la fiscalía y de la parte de la acusación y de la defensa. No obstante, podemos hacer una relación cronológica de lo sucedido antes y después de aquella noche del 3 de noviembre de 2017. Ambos van al dormitorio por su propio pie. José María y Carlota llegan a la habitación, donde las luces están encendidas.

Ahí se abre un periodo de unos 4 o 5 minutos donde suceden los hechos juzgados y el presunto abuso. En esos minutos la ‘súper’ de guardia tiene una duda razonable de si lo que está pasando es consentido o no, por lo que consulta con una compañera presente en Guadalix y con su superior, de manera telefónica, sobre la forma de actuar.

Se decide intervenir y por la megafonía de la casa se indica a José María y a Carlota que se pongan los micros, cosa que hacen ambos, cada uno el suyo. Además, se le pide a Carlota que vaya al confesionario, deteniendo los hechos pasados esos 4 o 5 minutos.

El relato de la Fiscalía es lo que se conoce de lo sucedido en aquellos minutos y dice que el acusado se introdujo en la cama mientras que la joven permanecía en silencio "en posición decúbito supino [boca arriba] y con los ojos cerrados, realizando movimientos lentos y pesados, debido a su estado".

José María López, siempre según la descripción de la Fiscalía, "guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiconsciencia en que se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que balbuceando débilmente, dijo ‘no puedo’”.

Esto lo hizo, según la acusación, "en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara".

Al mismo tiempo José María López pidió "en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil". Cuando ya el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella "sólo" acertó a responder que se quitara, "momento en que aquélla se giró quedando de espaldas al acusado".

La Fiscalía pone de manifiesto en su escrito que José María López, tras cubrir a ambos con un edredón "continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándole parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que ésta se encontraba ya en estado de inconsciencia".

Tras detener los hechos la voz del ‘súper’, José María les hace ver que no cree que Carlota pueda ir al confesionario, pues está ya muy indispuesta, de hecho, ella vomita en el dormitorio y se queda dormida.

¿Qué pasó después?

A la mañana siguiente se escala lo sucedido a la jefatura de Zeppelin y una representación de la misma al máximo nivel acude a Guadalix de la sierra, a la casa de Gran Hermano. Revisan las imágenes y se considera lo sucedido como “una conducta intolerable”, según se comunicó después, por lo que se expulsa a José María de la casa, cosa que conocen en ese momento todos los concursantes, sin saber por qué se le está sacando del concurso. Tampoco lo sabe Carlota, que no recuerda lo ocurrido la noche anterior.

A continuación se llama a Carlota Prado al confesionario. Ahora se ha dispuesto una sala sin cámaras para comunicar o hablar con los concursantes cuestiones difíciles o delicadas, pero en 2017 las normas del formato de Gran Hermano a nivel internacional recogía que esas cuestiones se trataran en el confesionario, donde sí hay cámaras y se graba todo.

Una vez allí a Carlota se le advierte de que hay unas imágenes que necesitan que valore. Carlota está sola en el confesionario, pero en la sala anexa está ya la psicóloga del programa y una representación de la alta dirección de Zeppelin. Al poco Carlota comienza a sufrir un ataque se ansiedad y pide que interrumpan el visionado, pero continúa oyendo el audio. Es entonces cuando entran en el confesionario la psicóloga y la directiva de la productora.

Carlota pide entonces e insiste en encontrarse con José María. Aún ante la reticencia de los responsables del programa, el encuentro se produce y ambos hablan unos minutos. Al parecer, la concursante pidió ver de nuevo las imágenes, cosa que hizo.

A la hora de comer aproximadamente, la dirección del programa avisa a la familia de Carlota de la situación y se dispone transporte para que acudan en cuanto puedan. Esto sucede dos días después de ser avisados.

Ese mismo día de los hechos, Zeppelin acude a la Guardia Civil y pone una denuncia por abusos sexuales, que en ese momento Carlota no ratifica. Las imágenes de los hechos no se aportan a esa denuncia por lo que nunca estuvieron en manos de la Guardia Civil.

Carlota es entonces trasladada a un hotel, pues Carlota asegura que quiere continuar en el concurso y el protocolo dictamina que los concursantes deben permanecer aislados. Allí Carlota recibe atención psicológica, legal y médica.

Aún en las instalaciones de Guadalix de la sierra Carlota conoció personalmente a la súper que había estado de guardia y es ésta la que la acompaña en los días siguientes en el hotel. Duermen juntas, ven series en la habitación y hacen vida de huésped, bajando a desayunar, pidiendo comida de fuera o bajando a las zonas comunes.

Carlota sigue bajo tratamiento psicológico y se le asigna un nuevo psicólogo especializado en Psicología Clínica y con experiencia, para que evalúe la situación. Cinco días después de los hechos, tras tener el alta psicológica, Carlota se reincorpora al concurso y se la puede ver en el 24 h, pero no aún en las galas. Según se pudo ver y Zeppelin destacó en un comunicado más tarde, Carlota se mostró agradecida con el programa por cómo habían gestionado la situación.

El 23 de noviembre es expulsada por la audiencia tras ser nominada por sus compañeros, según el procedimiento habitual del concurso. Algunas semanas después de salir del concurso Carlota Prado pone la denuncia por abusos sexuales contra José María y es ahí cuando, encriptadas y custodiadas, Zeppelin hace llegar a la jueza las imágenes de todo lo sucedido, cuyas copias se hacen llegar a la acusación y a la defensa. Poco después algunas de las imágenes del confesionario, segmentadas, son publicadas en un medio de comunicación.

Dos años depués de los hechos, el tema se reaviva. Carlota comienza a mostrar su malestar en redes sociales. Es entonces cuando Zeppelin se pone en contacto con ella y le ofrece apoyo económico y legal supuestamente para continuar con el proceso judicial. Carlota lo rechaza y continúa con el mismo de forma independiente y por sus propios medios.

A día de hoy, Carlota Prado se ha mostrado muy crítica con la actuación de Zeppelin durante el presunto abuso sexual y las horas y días posteriores, asegurando que pedirá responsabilidades por ello, sin que por el momento se conozca la existencia de una denuncia específica por ese asunto.

¿Cuáles son los bulos sobre este tema?

Que un trabajador quiso entrar en la casa para detener los abusos. Es uno de los rumores sobre lo sucedido aquella noche, pero no pasó. También se ha asegurado que una de las operadoras de cámara vomitó al ver lo que estaba ocurriendo, cosa que tampoco consta que sucediera.

Se ha dicho que el marido de Carlota Corredera, Carlos de la Maza, era uno de los cámaras que estaban aquella noche en la casa de Guadalix, cosa que no es cierto, pues el cámara, aunque ha trabajado para Zeppelin, no intervino en la producción de Gran Hermano Revolution.

Que las imágenes se llevaron a la Guardia Civil. Zeppelin sólo puso la denuncia por abusos a las pocas horas de los hechos, pero las imágenes sólo salieron de la productora cuando la jueza lo requirió durante la instrucción, y tras la denuncia de Carlota Prado.

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