El periodismo es un oficio complejo, exigente y, en ocasiones, también ingrato. Pero también es imprescindible, esperanzador, inoxidable y revolucionario. A los hechos nos remitimos. Cada 24 de enero se celebra en España el Día del Periodista en honor a su patrón, San Francisco de Sales. Sin embargo, la comunidad internacional dedica a esta profesión cada 8 de septiembre. El origen de este reconocimiento se remonta a 1943, fecha en la que el periodista checoslovaco Julius Fucik fue detenido por la Gestapo y asesinado por el régimen nazi. Tristemente, el desenlace de Fucik se sigue repitiendo hoy en día: según el barómetro de Reporteros Sin Fronteras, solo en 2022 han sido asesinados 36 periodistas y 3 colaboradores en medios y 500 están presos actualmente. Desempeñar este oficio, en ocasiones, se torna un auténtico reto vital.

Lejos de las zonas más conflictivas, el periodismo local se ha topado con un hueso duro de roer durante los últimos meses. La llegada de la pandemia supuso -como para todos- una readaptación inmediata de los recursos para mantener el hilo de lo que estaba sucediendo desde el primer día. Porque en un contexto en el que la desinformación podía ser letal, no podía faltar la prensa como antídoto. Tanto para seguir de cerca el seguimiento de los avances sanitarios como para poner una nota optimista a través de historias con final feliz.

A este contexto se suma la era de cambio que atraviesa la prensa, que trata de apostar por un modelo de financiación que favorezca la independencia informativa. Pero, para ello, necesita el apoyo de sus lectores. Por eso, este 8 de septiembre, Día Internacional del Periodista, queremos aprovechar para pedirte a ti, que has llegado hasta aquí, que nos ayudes a seguir creando un periodismo local de calidad. Porque Aragón tiene mucho que decir, Heraldo tiene mucho que contar. Suscríbete a HERALDO DE ARAGÓN por solo 0,16 euros al día.

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