"¡Abrazafarolas, chupóptero, correveidile!" y otras lindezas de José María García

Hoy resulta impensable que un programa de radio nocturno convoque a millones de oyentes y tenga una influencia tan grande no solo en el campo deportivo, sino en todos los ámbitos de la sociedad española. Eso es lo que consiguió José María García en la década de los 70 en los programas ‘La hora 25’ y ‘El partido de la jornada’, en la cadena Ser; y sobre todo en los 80 con ‘Supergarcía en la hora cero’, en Antena 3 -cuya sintonía era la canción ‘Love Song’ de Simple Minds-, donde también gozaron de enorme popularidad espacios de humor como ‘Gomaespuma’, con Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, y ‘Polvo de estrellas’, con el crítico de cine Carlos Pumares. 

El locutor madrileño se caracterizó por no tener pelos en la lengua a la hora de hablar de todo aquello que él consideraba injusto, ejerciendo una ácida crítica tanto dentro como fuera del mundo del deporte que le llevó a enfrentarse con deportistas, dirigentes o periodistas. Mantuvo duras disputas con personajes relevantes del deporte y tuvo que afrontar diversos procesos judiciales por las opiniones y declaraciones vertidas en sus programas.

Con todo, es uno de los locutores más importantes de la historia de la radio y uno de los más imitados. Hoy todavía se recuerdan muchas de sus coletillas, latiguillos, frases, motes y perlas que dedicó a muchos nombres conocidos del mundo deportivo. Mantuvo un pulso por la audiencia desde finales de los 80 y principios de los 90 con José Ramón de la Morena, que presentaba ‘El larguero’, con el que llegó a algo más que simples palabras, con continuas descalificaciones entre uno y otro. De la Morena bautizó a García como ‘Superratón’, y este a su antagonista como "el vizconde de Brunete", en alusión a su estrabismo. García inventó varios motes y el también tuvo el suyo: Butanito, porque en una ocasión se puso un peto de color naranja para cubrir la información desde el terreno de juego para Televisión Española.

El fue, sin duda, quien acuñó un mayor número de muletillas, expresiones y palabras para el recuerdo. De su lengua afilada salieron algunas como: “¡Ojo al dato!”, “abrazafarolas”, “chupópteros, correveidiles, maleteros y resto de la fauna peloteril”, “mustélidos”, “lametraserillos”, “chiquilicuatres”, “cantamañanas” o “estómagos agradecidos”. También destacan otras lindezas que el locutor dijo a través de las ondas:

Entre sus expresiones más repetidas figuraban, además: "El halago debilita", "Por activa y por pasiva", "Beberse hasta el agua de los floreros", "En rigurosa primicia informativa", "El rumor es la antesala de la noticia", "¡Maricón el último!", "El tiempo, ese juez insobornable que da y quita razones", "Blanco y en botella, leche", "Cantar y contar las verdades del barquero", "No es lo mismo ser un hombre pobre que un pobre hombre", “’Boooooooooooomba informativa’” o “Muy buenas noches y saludos cordiales”.

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