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Aaron Paul: "Soy mucho más feliz lejos de los mundos virtuales"

El actor interpreta a Caleb, un humilde obrero, en la tercera temporada de 'Westworld', que HBO empezó a emitir el pasado marzo

El actor estadounidense Aaron Paul.
El actor estadounidense Aaron Paul.
Heraldo

'Westworld' parece el hijo descarriado de HBO. Desde su estreno, en octubre de 2016, ha fluctuado entre el éxito y el desastre. Si la primera temporada fue una enorme sorpresa, la segunda fue más ambiciosa pero menos coherente. La tercera se comenzó a emitir este pasado mes de marzo con un año de retraso y muchas caras nuevas. Entre ellas la de Aaron Paul (Idaho, 40 años), el mítico Jesse Pinkman de 'Breaking Bad', que en esta tercera temporada da vida a Caleb, un humilde obrero, amigo de primitivo robot, que se convierte en el nuevo interés amoroso de Dolores.

-¿Cómo se siente al unirse a la familia de 'Westworld'?

-Honestamente, es lo que pensaba que iba a ser. Desde su inicio, era fanático de esta serie. Cuando me llamaron los productores, tuve que sentarme para asimilar la propuesta. Me siento muy orgulloso de que pensaran en mí para formar parte del futuro de 'Westworld' y reconozco que dejé de interpretar otra serie por unirme a ellos.

-¿Qué puede revelar de su personaje?

-Poco, conozco su pasado, pero de momento prefiero no contar nada. 'Westworld' es pura ciencia ficción aunque esté basada en la realidad. A mí me parece que su historia es aterradora. Mi personaje desafía a Dolores sobre su idea de la raza humana. Dolores ve por primera vez que la vida fuera de 'Westworld' no es mucho mejor que la vida dentro, y se da cuenta de que tal vez la sociedad también está siendo controlada por una entidad más grande. Es así como empieza a sentir empatía por Caleb.

-¿El propósito de su personaje es humanizar a Dolores?

-Absolutamente. Yo me encuentro con Dolores en la parte final del primer episodio y voy a cambiar su visión de la humanidad.

-¿Cuál es su postura frente a la tecnología?

-La ciencia ficción es mi género favorito y disfruto buceando en los temas que propone. Me he encontrado en internet con teorías alucinantes sobre la simulación real y los peligros de la tecnología. Creo que es una bendición y una maldición para la sociedad. En estos momentos es importante recolectar datos, pero en otros casos, como en el robo de datos, es terrible. Nuestra sociedad está cambiando y espero que Dios nos dé esperanza.

-Ha elegido no tener redes sociales.

-Es una decisión muy pensada. Hace tiempo borré todas mis cuentas menos Instagram, que la uso para colgar noticias relevantes. Solía involucrarme demasiado en las conversaciones y me tomaba las opiniones de forma personal. Me afectó tanto que decidí desaparecer. Hoy soy mucho más feliz lejos de los mundos virtuales.

-¿Ha hablado con Bill Murray sobre ello? Él no tiene ni teléfono.

-Me encanta esa idea. Yo tengo un teléfono ligero, no sé si lo conoces, es tan fino como una tarjeta de crédito y puedo llevarlo en mi cartera. Es muy básico, pero puedo llamar directamente a todos mis contactos. El otro teléfono lo dejó en casa.

-Por los temas que toca 'Westworld', ¿cree que vivimos en un momento en el que debemos dar un paso atrás y cuestionarnos como sociedad?

-Sin duda. El péndulo está moviéndose y basta con mirar a nuestro alrededor. Yo estoy obsesionado con 'Black Mirror', porque es otra serie espectacular. Creo que en ambas series estamos planteando cuestiones sociales que incitan a concienciar al público desde el entretenimiento, no desde el mensaje moralista.

-¿Cuales son las diferencias principales entre 'Breaking Bad' y 'Westworld'?

-Las encuentro similares porque ambas están rodeadas de secreto y misterio, que es la única manera en que una serie puede sobrevivir en esta industria.

-En relación al futuro, ¿teme por sus hijos o se mantiene optimista?

-Tengo que ser optimista. Por mi temperamento, me he visto obligado a apagar las noticias. Entre Trump y el coronavirus es imposible estar tranquilo. Prefiero quedarme en casa sin escuchar nada.

-¿Se considera antisocial?

-La gente que necesita encontrarme sabe dónde hacerlo. Yo hablo con mis amigos, vivo con mi familia. Si alguien me necesita, estoy a veinte minutos. Prefiero escribir un mensaje de texto largo y explicativo, una conexión honesta, antes que mil pequeños mensajes en las redes. Vivo sin pedir permiso a nadie.

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