Susanna Griso: "Aragón tiene maravillas que dar a conocer al mundo"

La periodista Susanna Griso lleva más de 20 años siendo una de las principales referencias informativas de la televisión. Desde 2006 presenta con un amplio respaldo de la audiencia el programa matinal Espejo Público.

La periodista y presentadora Susanna Griso (Barcelona, 1969) en su plató de Antena 3.
Susanna Griso: "Aragón tiene maravillas que dar a conocer al mundo"
Enrique Cidoncha

Es la cara y la voz con la que millones de españoles empiezan el día. La periodista Susanna Griso (Barcelona, 1969) presenta desde hace más de 10 años Espejo Público, en Antena 3, cadena a la que se incorporó en 1998. Cuenta, entre otros reconocimientos, con un Premio Ondas, una Antena de Oro y un Micrófono de Oro.

Usted empezó en informativos, primero en radio y después en televisión. Ahora presenta un programa de actualidad por las mañanas. ¿Hay mucha diferencia?

Siempre tenía muy claro que quería estar en informativos. Estando en la radio, incluso en mis comienzos en televisión, me ofrecieron hacer otros formatos, al margen de la actualidad y las noticias. Siempre me he resistido mucho.

¿Ha evolucionado mucho la forma de dar noticias?

Sí que ha habido evolución. Tengo la sensación de que cada vez hay más demanda informativa. Lo que antes eran los informativos puntuales en la mañana, al mediodía y por la noche, ahora prácticamente son 24 horas de programación. La gente, gracias a las redes sociales y los periódicos digitales, está mucho más informada que antes. Esta circunstancia nos obliga a los periodistas a ser mucho más analíticos. Me sucede en Espejo Público. Por la mañana no puedes ofrecer la misma información que se da a las 15.00 o a las 21.00. Estás obligada a añadir un plus de análisis y de contextualización. De ahí que nosotros tengamos tantos expertos y siempre intentemos dar una vuelta de tuerca a la información del día.

Y siempre con directos.

Sí, te ves muy obligado a actualizar todos los datos. Y a esa hora tienes un valor añadido, que es el de los periódicos del día. Posiblemente al mediodía dejan de tener esa actualidad, porque ya han pasado muchas cosas, pero la opinión publicada sigue teniendo mucho peso. Desde luego, en los programas matinales, la prensa sigue teniendo un peso específico muy importante.

Usted todavía destaca la importancia de la prensa escrita...

Defiendo mucho el papel, soy una gran defensora del papel. Y además siempre digo que, a pesar de que en estos últimos años se ha dicho que la opinión pública había perdido tal vez cierto peso específico porque la gente se informa cada vez más a través de televisión en primer lugar y después a través de medios digitales, sí que creo que la prensa sigue marcando la agenda informativa. La prensa sigue marcando la actualidad.

Con toda la revolución tecnológica y las redes sociales, estamos en una transición constante. ¿Se estabilizará el modelo?

Creo que la foto fija que tenemos en este momento no perdurará. Es de este instante. Posiblemente, en unos meses habrá cambiado. Hay constantemente movimientos en cuanto a tendencias publicitarias. También los hay en cuanto a personas que se informan principalmente a través del móvil, que lo hacen en lugares y momentos tan insospechados como en la habitación justo antes de irse a dormir, en el baño o en la parada de autobús. Eso nos obliga a todos a resituarnos. Tenemos también la competencia de las grandes plataformas con las tele generalistas. El mercado está cambiando muchísimo.

Especialmente en los jóvenes. Se notan cada vez más los cambios de generación.

Sí. Por ejemplo, mis hijos escogen muchas veces la televisión a la carta, que en mi época ni me la habría imaginado. O los ‘youtubers’, que es un fenómeno que está arrasando y es más global.

Y frente a este panorama, ¿qué puede hacer la televisión?

Adaptarse. Todos estamos obligadísimos a adaptarnos. Estamos en un momento donde hay cierta crisis sistémica del modelo del papel, pero también está cambiando el modelo televisivo. Todos tenemos que hacer un gran esfuerzo de adaptación. Es adaptarse o morir.

¿Y siempre tendrá que haber periodistas?

Quiero pensar que sí. Lo que hemos visto en estos últimos años con el auge de las redes sociales, es que casi todo el mundo tiene un teléfono móvil con cámara y puede ser prescriptor de algo que está ocurriendo a su alrededor. Así que a los periodistas, que hasta ahora teníamos ese monopolio de contar la actualidad, se nos exige un rigor que posiblemente no da una persona que cuenta algo desde su casa. Ahí está nuestro plus, que es aportar esa experiencia, rigor, credibilidad y honestidad. Son nuestra fuerza en este momento.

¿Quizá estamos ante un modelo más democrático?

Sí, sí. En parte es bueno. Durante muchos años hemos tenido el monopolio de una sola televisión. Y lo que esa televisión no contaba, pues no se sabía. Ahora no, ahora somos muchas cadenas compitiendo, también con medios digitales. Todos nos complementamos. Y eso democratiza mucho la información. Pienso, por ejemplo, que en estos momentos la censura o el monopolio de la información ya es muy difícil.

¿Cree que España está más afectada por esta crisis que otros países europeos?

Creo que es un cambio global del que no se libra nadie. Estamos en un proceso de adaptación y algunos están sufriendo mucho. Creo que lo lógico es que acabemos todos conviviendo.

¿Y se sabe cómo?

Yo desde luego no sé de qué manera. Es igual que cuando apareció el cine y parecía que iba a desaparecer todo lo anterior. Y luego apareció la televisión y se pensó lo mismo. Pero después, los modelos han convivido. Creo que a la larga nos puede suceder parecido.

Lleva casi 20 años en el actual grupo Atresmedia. Empezó en informativos en un momento en que España contaba con un gobierno con clara mayoría absoluta y solo había un referente de oposición. España ha cambiado mucho en este tiempo.

Efectivamente, es impresionante lo que ha cambiado España en los 20 años que llevo en Antena 3. El mapa político es muy distinto. Igual que hemos hablado de la evolución en los medios, tengo la sensación de que también estamos en un proceso de cambio en la política. Donde lo viejo, la tradicional, no ha muerto. Y a la vez, lo nuevo tampoco se ha impuesto. En esta transición están viviendo dos modelos. Ahí la aparición de dos formaciones, como son Podemos y Ciudadanos, que conviven con las clásicas, PP y PSOE. Creo que la irrupción de las nuevas ha obligado a regenerarse también a las tradicionales. Desde este punto de vista, creo que esa aparición ha sido buena. Pero aún queda mucho por hacer.

¿Y cree que las nuevas han llegado para quedarse e imponerse o solo para ayudar a reformar el modelo anterior?

No lo sé. Tengo serias dudas sobre este asunto. Hubo un momento en que Podemos era el que más intención de voto tenía, según el CIS. Era muy destacable la preocupación en las sedes del PSOE, en Ferraz, y delPP, en la calle Génova, en el momento álgido de la crisis.

¿Y ahora?

La situación económica ha cambiado respecto a ese momento. Llevamos tres años de crecimiento al tres por ciento. Imagino que eso dará cierto oxígeno a las formaciones tradicionales, en este caso principalmente al PP. Pero los partidos sí que deberían aplicarse esa regeneración que la sociedad española está demandando. En muchas cosas tienes la sensación de que la sociedad va por delante de la política. Ha pasado con grandes conquistas sociales, como la ley del matrimonio igualitario, o el divorcio en su momento. Creo que ahora, con el tema de la regeneración, los partidos siguen siendo un poco miopes.

¿Cuántas entrevistas cree que ha hecho en su vida?

No tengo ni idea. Solo en Espejo Público ya son muchísimas. Ahora tengo el Café, que es una entrevista más en profundidad. Pero en el programa... puedo hacer 20 o 30 entrevistas más cada día. Multiplica esto por diez años de este programa. Y en informativos también había hecho incursiones en el campo de la entrevista.

¿Y qué ha evolucionado más, la gente que entrevista o el formato y la forma de preguntar?

Creo que el formato está tendiendo a lo que sucede en Estados Unidos, que las entrevistas pueden durar 3, 4 o 5 minutos. Tanto el entrevistado como el entrevistador saben que el valor de un minuto en televisión es enorme.

Es un cambio muy relevante respecto a lo que se veía hasta hace poco.

En el sistema tradicional español, si una entrevista no duraba al menos 15 minutos parecía que no le dabas importancia al entrevistado. Ese modelo ahora está muerto. Ahora es muchísimo más dinámico. Ese tipo de entrevistas todavía tendrán un hueco en la radio, pero difícilmente en televisión.

¿Y los políticos ya están más entrenados para dar un mensaje concreto?

Efectivamente. Digamos que los 140 caracteres que dominan los tuits también han marcado la forma de escribir en prensa, también los discursos políticos y también condiciona las televisiones. El ritmo es muy vertiginoso.

HERALDO le ha reconocido con su principal galardón de periodismo por su destacada trayectoria. Ya acumula un considerable número de distinciones.

Todos los premios son importantes, pero este de HE?RALDO me ha hecho especial ilusión. Tengo una gran admiración por vuestro periódico. Ahora más que nunca hay que defender el papel. HERALDO es una cabecera con una trayectoria, rigor y credibilidad que merece estar entre los grandes de este país.

Por el horario, tendrá difícil compatibilizar la asistencia y hacer el programa al día siguiente en Madrid...

Estaré recogiendo el reconocimiento en Zaragoza. Me avisaron hace unos meses y me dijeron: apúntate esa fecha. Lo hice y lo tengo ya marcado en el calendario. Lo he hablado ya con mis jefes y les he explicado que al día siguiente no voy a poder presentar, porque es incompatible acudir a la entrega por la noche en Zaragoza con la presentación de Espejo a primerísima hora en Madrid. Ahí voy a estar recogiéndolo. Estoy muy agradecida a HERALDO por el premio.

Una última pregunta, que parece obvia viviendo en Madrid y siendo catalana, que es una comunidad vecina y hermana. ¿Cómo ve a Aragón desde estas dos perspectivas?

Siempre he tenido muchos amigos en Zaragoza. El intercambio entre Cataluña y Aragón ha sido muy estrecho. En estos últimos años me ha tocado hacer tantos viajes entre Madrid y Barcelona... He pasado tanto que me conozco todos los sitios de carretera. Tengo una impresión muy buena.

Y entre tanto viaje cruzando la Comunidad...

Últimamente, lo que he hecho es escaparme por ejemplo a Teruel. Para mí era una provincia muy desconocida, algo que lamentablemente nos pasa a muchos. Y merece mucho la pena. Estando en Madrid me gustan mucho estas escapadas.

¿Alguna curiosidad de esa escapada por Teruel?

Me encantó. Recogí trufa. Y pienso volver esta próxima temporada. Disfruté y pasé un fin de semana fantástico. Con unos pueblos tan bonitos...

La España interior también tiene grandes reclamos turísticos

Sí... tengo que reconocer, además, que comimos maravillosamente bien, con menús degustación a base de trufa. Tenéis que exportarlo. Aragón tiene maravillas que dar a conocer al mundo. A veces falta el márquetin, que es un problema muy español, Aragón tiene que aplicarse también. A veces ayuda. Hay que venderlo mucho más. Por ejemplo el tema de la trufa. Cuando voy, ya les digo que no entiendo cómo no están promocionando al máximo esas rutas. Teniendo además unos pueblos tan bonitos.

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