Pedro J. Ramírez no ve efectos positivos en la abdicación del Rey

El exdirector de El Mundo asegura que "no ha sido beneficioso" para la monarquía.

Pedro J. Ramírez en la presentación de su libro en Zaragoza
Pedro J. Ramírez en la presentación de su libro en Zaragoza

El periodista Pedro J. Ramírez no comparte que la abdicación del Rey pueda tener efectos positivos ni para la Monarquía ni para la propia sociedad, y asegura que de todas las decisiones que ha tomado Don Juan Carlos, "que ha sido un Rey bueno", ésta es "la que menos" le ha gustado.


El exdirector del diario El Mundo ha viajado este martes a Zaragoza para presentar, en el marco de la Feria del Libro, su novela histórica 'La desventura de la libertad', en la que reconstruye los dramáticos cinco meses en los que el último gobierno del Trienio Liberal resistió, primero en Sevilla, y luego en Cádiz.


Antes, en una entrevista, se ha referido al anuncio de la abdicación del Rey que el lunes mismo hizo público el Monarca y ha dicho: "No creo que la mera sustitución de un rey anciano por uno joven resuelva ningún problema de fondo de los que tenemos", ha aseverado.


"Durante unos meses -ha agregado- todos nos sentiremos más altos, más guapos y más rubios porque el nuevo Rey es alto, guapo y rubio", pero eso, sin la reforma constitucional que Ramírez propugna desde hace tiempo, "no resolverá los problemas". El "único remedio" contra la "putrefacción" del sistema, según Ramírez, es una reforma constitucional que ataje, entre otras cosas, la "injusticia" de la ley electoral; la "merienda de negros" de la financiación de los partidos políticos; la politización de la justicia, o la injusticia de las políticas económicas.


Ha reconocido que especialmente le preocupa el crecimiento del "desafío soberanista catalán" que, no obstante, ha vaticinado que "va a seguir estando ahí".

Cataluña, a su juicio, "no es el problema, sino que es el síntoma", y por eso la necesaria reforma constitucional debería encontrar una solución estable al problema territorial.

La modificación de la Carta Magna, además, haría posible un reencuentro de los ciudadanos con los políticos y las instituciones siempre que ésta volviera a "llenar de contenido los derechos de participación política".


En cualquier caso, como periodista Pedro J. Ramírez ha reconocido que el lunes fue "un día para la historia" al registrar un acontecimiento, el anuncio de abdicación, que la prensa extranjera ofreció con una cobertura "más crítica" que la española, en donde detectó "demasiada condescendencia".


Sin embargo, ha reconocido que "hace tiempo" que la sociedad española ha dejado de mirar a la Casa Real como una especie de "ámbito sagrado", como un "sanctasanctórum al que no podía acceder la crítica".


Por eso, Ramírez ha dicho que "lo mejor que los medios de comunicación pueden hacer" por la Monarquía es "tratarla como una institución más del Estado", aún sabiendo que ésta tiene "sus propias reglas".