El periodista Gervasio Sánchez, que ha recibido este martes el premio Libertad de Prensa 2013, ha asegurado que nunca le han interesado "las exclusivas embarradas en sangre", y que odia "cada día con más intensidad" la guerra y sus consecuencias.

"Las guerras te amarran al dolor, te golpean para siempre y algo de ti muere en cada conflicto armado al que acudes. Cada vez me interesan más las posguerras y las consecuencias a largo plazo de los conflictos armados, y menos el espectáculo del 'bang bang'", ha dicho Sánchez en el acto de entrega del premio, otorgado por la Cátedra Unesco de la Universidad de Málaga.

Ha tenido un recuerdo para los compañeros muertos en zonas de conflicto, y ha citado a Juantxu Rodríguez, Jordi Pujol, Luis Valtueña, Miguel Gil, Julio Fuentes, José Couso, Julio Anguita Parrado y Ricardo Ortega, quienes "murieron ejerciendo un periodismo con mayúsculas".

Por eso, cuando ve las fotografías que él ha hecho le sorprende "que todavía esté vivo e ileso", ha señalado Sánchez, que considera que "ni la guerra, la miseria, la inmigración, la tragedia, el sufrimiento, la muerte ni el periodismo son un espectáculo".

A su juicio, como decía Kapuscinski, "el periodismo debe ser siempre indeseable, inoportuno y certero en su impertinencia", y el objetivo principal de los periodistas "debería ser vigilar los centros de poder".

"El periodista debe huir de las obscenidades de empresas periodísticas que hunden medios de comunicación mientras salvan los salarios escandalosos de un puñado de tiburones sin escrúpulos", ha resaltado Gervasio Sánchez, que cree que "la principal palabra que debe aprender un periodista es no".

 La otra perspectiva del conflicto

Le "cansan" los periodistas que "hablan más de lo que les pasa a ellos en la zona de conflicto que de lo que pasa sobre el terreno", y le "molesta mucho" que le llamen a él "corresponsal o periodista de guerra", porque lo será si es "capaz de vivir cincuenta años documentando las tragedias humanas", y él "solo" lleva treinta.

"Vivir entre las víctimas te da otra perspectiva del conflicto. Encuentras combatientes y civiles que son incapaces de explicar las causas de las guerras que viven, y que mueren o son lisiados por razones incomprensibles", ha resaltado.

Por eso les advierte a los jóvenes periodistas de que "si no están dispuestos a sufrir en su interior el impacto del dolor de las víctimas, jamás podrán transmitir con decencia".

"Cuando uno trabaja en contacto con el sufrimiento tiene que ser preñado de dolor. Hay que ir a la guerra a sufrir y a ser herido en el interior, y a ser capaz de intermediar entre el dolor y el olvido, entre el sufrimiento y la banalidad".

La tecnología actual permite que el público "consulte fuentes parecidas", según Gervasio Sánchez, que ha lamentado lo que ocurre en algunas redacciones cuyos directivos "dicen que el público está cansado de guerras en África o de historias de negros".

"Comprendemos la historia cuando ya es muy tarde", ha advertido el premiado, que ha añadido que el periodista nunca debe "renunciar a una mirada autónoma sobre lo que sucede a su alrededor".