César Alierta (Zaragoza, 1945) nunca ha perdido el vínculo con la ciudad que le vio nacer. De carácter cercano y amante de la naturaleza, se reencuentra siempre que puede, tanto con las calles de la capital aragonesa como con los paisajes pirenáicos. En tiempos convulsos e inciertos, tanto social como moral y económicamente, el presidente de Telefónica desde el año 2000 se muestra confiado en una pronta salida de la crisis y en la solvencia de España. También en la de Aragón, comunidad de la que destaca su fortaleza, su realismo y un justo diagnóstico sobre lo que se hace bien y mal. Y como veterano zaragocista, apuesta por que este año, el equipo también se mantendrá en Primera.

Usted ha recibido numerosas distinciones. Pero esta vez es una de su tierra, el Premio Heraldo a los Valores Humanos y el Conocimiento. ¿Cómo recibe la noticia?

Siento agradecimiento y satisfacción. Que me lo conceda HERALDO DE ARAGÓN, un periódico de mi tierra, es además reflejo de la opinión de los que lo leen.

Se le supone una agenda apretada. ¿Reserva un hueco al día para leer el HERALDO?

Leo el HERALDO todos los días. Para la información local y regional y por la deportiva.

Tendrá opinión entonces sobre la situación de su equipo, el Real Zaragoza.

Soy el socio número 86. La ventaja de esto es que lo he visto todo. En las épocas buenas y malas. Ni cuando ganaba copas, aunque me alegraba, perdía la perspectiva. Tampoco ahora, aunque sufro mucho más. Espero que este año permanezcamos en primera.

¿Cómo se ve Aragón desde Madrid y más en estos tiempos confusos?

A Aragón no lo veo en la distancia. Tengo casa en Zaragoza y voy mucho. Mantengo el contacto y siempre lo veo bien, con fortaleza. Los aragoneses tenemos un importante capital y es que somos realistas. Sabemos lo que hacemos bien y mal. No le echamos la culpa de nuestros posibles males a los demás. Hay que pensar lo que hay que hacer para salir de la crisis y lo haremos fácilmente. Por ubicación, infraestucturas, incluso por las administraciones públicas, Aragón tiene grandes activos. Somos españoles, globales, y lo tenemos claro.

Veo que confía ante una posible salida de la crisis, pero hay miedo entre los ciudadanos... ¿Qué puede aportarles desde su posición?

Es evidente que hay una falta de confianza en el futuro. Se plantean tantas cosas de las que antes ni habíamos oído hablar... Pero lo importante es que España es un país solvente, cuyo problema ahora es la liquidez, un asunto que creo que se resolverá en el corto plazo. La situación de solvencia de España es similar a la de otros países.

En una empresa como la suya el futuro se convierte rápido en el presente. ¿Cómo se gestiona eso en época de crisis?

El futuro en Telefónica es ya una realidad. La realidad de un mundo digital. Y eso es una oportunidad para nuestra compañía. La clave es hacernos digitales, pasar de la pura comunicación de voz a la de datos, o sea, todo lo que no es voz. Así que hay que aprovechar la oportunidad desde el punto de vista digital, desde lo local, pero sin perder de vista lo global, porque tenemos más de 320 millones de usuarios en el mundo. De las compañías globales, Telefónica es la más diversificada.

La gente que vive fuera suele tener alguna rutina cuando vuelve a casa. ¿Es su caso? Si es así, ¿cuál es?

Llamo a mis amigos, me tomo un café, me doy una vuelta y cotilleo. También aprovecho para cenar con mi familia, con mis hermanos y cuñados. Pero vuelvo a los mismos bares, a los de siempre, aunque los camareros hayan cambiado y ya no me reconozcan.