Eurovisión 2012

Un vestido claro de gasa para el gran día de Pastora Soler

De gasa de color azulado claro vestirá Pastora Soler cuando pise el impresionante escenario de Bakú en la final de Eurovisión, en la que España aspira a conseguir uno de los diez primeros lugares y Suecia es la gran rival.

Pastora Soler, en rueda de prensa
Un vestido claro de gasa para el gran día de Pastora Soler
EFE

De gasa de color azulado claro vestirá Pastora Soler cuando pise el impresionante escenario de Bakú en la gran final del Festival de Eurovisión, en la que España aspira a conseguir uno de los diez primeros lugares y en la que Suecia parte como la gran rival a batir.


Soler, que ha insistido pese a la polémica de los últimos días en que "por supuesto" tanto ella como RTVE quieren ganar este concurso europeo de la canción, se ha mostrado "feliz" y emocionada en rueda de prensa y ha dicho que el de mañana será "el momento más importante" de su carrera.


La española ha mantenido en secreto su vestuario hasta hoy, con los ensayos generales que los jurados profesionales de cada país visionan para emitir un dictamen que mañana se combinará con el voto emitido por una audiencia potencial de más de 100 millones de espectadores en todo el mundo, de Sevilla a Sydney.


El 57 festival europeo de la canción se celebrará en Bakú, a orillas del mar Caspio, la edición más oriental de toda su historia, con cuatro horas de diferencia respecto a Lisboa, por lo que, para cuadrar su arranque (9 de la noche en toda España excepto Canarias), la música empezará a sonar en el Crystal Hall pasada la medianoche.


Veintiséis países concurren en esta final, tras dos semifinales previas de las que surgieron 20 participantes, más el país anfitrión y los cinco grandes financiadores de Eurovisión (Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido), que se expondrán por primera vez al juicio de los televidentes en esta edición, algo que ya han hecho el resto de competidores durante las semifinales.


En representación de Reino Unido, el azar ha querido que el artista más veterano de toda la historia de Eurovisión, Engelbert Humperdinck, con casi 50 años de carrera a su espalda, sea el encargado de abrir el turno de actuaciones.


Le seguirán, en este orden, Hungría, Albania, Lituania, Bosnia-Herzegovina, Rusia, Islandia, Chipre, Francia, Italia, Estonia, Noruega y Azerbaiyán, Rumanía, Dinamarca, Grecia, Suecia, Turquía, España, Alemania, Malta, Macedonia, Irlanda, Serbia, Ucrania y Moldavia.


España, en el número 19, actuará en la misma posición que ocupó Sergio Dalma en el concurso de 1991, lejos de las otras baladas a concurso pero muy cerca de la sueca Loreen.

¿Noveno lugar?

Con uno de los currículum más sólidos de esta edición, Soler luchará por la victoria o, al menos, por mejorar las últimas clasificaciones de España, que no sube por encima del décimo puesto desde la participación de Ramón en 2004.


Las apuestas "on-line" de las horas previas a esta cita apuntan en esa dirección y le otorgan el noveno lugar, por detrás de la gran favorita desde el principio, Suecia, representada por Loreen, y, después y en este orden, las abuelas rusas, la prestigiosa artista italiana Nina Zilli, el serbio Zeljko Joksimovic -que fue segundo en 2004- y Rumanía, cantando en español.


Los periodistas destacados en Bakú son más generosos y le conceden incluso el primer lugar. Intentando repetir el espectacular show del pasado año en Düsseldorf, se espera que Azerbaiyán, gran exportador de petróleo y hasta hace unos días candidato a acoger los Juegos Olímpicos de 2020, intente sorprender al resto de Europa y al mundo con una final vigorosa.


Así, la final contará con un espectacular escenario con grandes pantallas de LED, 2.500 focos, 25 cámaras de alta definición, un millar de personas entre bambalinas, unos 17.000 espectadores "in situ" y en torno a 1.500 periodistas de 75 países distintos cubriendo la velada.