Antena 3
El hambre comienza a afectar a las familias de 'Perdidos en la tribu'
Los Merino, los San Sebastián y los Berhanyer experimentarán la escasez de alimento. La dieta de las tribus nada tiene que ver con la que acostumbran.
Cuando el hambre aprieta hay que adaptarse como sea. Ésta es la principal conclusión a la que llegarán las tres familias en la segunda entrega de 'Perdidos en la tribu', que Cuatro ofrecerá este miércoles a las 22.30.
Después de largos y extenuantes viajes y de las primeras noches en sus respectivos destinos, los Merino, los San Sebastián y los Berhanyer experimentarán la escasez de alimento. Todos son conscientes de que la dieta de las tribus nada tiene que ver con la que acostumbran a comer en España, pero si quieren sobrevivir en las mismas condiciones que ellas tendrán que dejar a un lado ciertos hábitos y prejuicios.
Pero no sólo el hambre se ha convertido en un serio handicap: también lo es la dureza del entorno natural en el que viven las tribus y la dificultad de asumir ciertas tradiciones tribales.
Marie Berhanyer se enfrentará al jefe de los Suri, los Merino probarán la comida de los Shiwiar y los San Sebastián sufrirán el calor de Togo.
En Etiopía, la familia Berhanyer está descubriendo algunas tradiciones de los Suri. Después de tener que dormir separados hombres y mujeres, se enfrentan a la particular técnica de la tribu para purificar el cuerpo y el espíritu: la purgación.
Además, Marie y Lyz descubren cómo se dilatan los Suri los labios para introducirse los enormes platos que a veces llevan en su boca. Por su parte, Juan Carlos y Elio acompañan a los hombres a un ritual masculino en la que unos a otros se pintan el cuerpo completamente desnudos.
Sin embargo, y a pesar del esfuerzo de la familia por adaptarse en los primeros días de convivencia, el carácter duro y exigente del jefe Suri y el fuerte temperamento de Marie le juegan la primera mala pasada a la francesa.
En cuanto a los Merino, se enfrentan por primera vez a la dureza de la selva. Para los Shiwiar es fundamental que la familia domine y controle su hábitat natural, la selva, por lo que ya es momento de hacer las primeras expediciones, conocer a los animales con los que la tribu convive y enfrentarse a los primeros peligros de la naturaleza en la que viven.
Después de haber tomado la "chicha" el día de su recibimiento, las mujeres participan en su elaboración y descubren sus ingredientes. Otro de los platos que los Merino deberán aprender a manipular, trocear y cocinar es el mono.
En la tribu Tamberma, la familia San Sebastián comienza a sufrir el extremo y seco calor de Togo. Las temperaturas de más de 35 grados a la sombra y el árido paisaje del poblado hacen que el día a día en la tribu resulte verdaderamente complicado, sobre todo cuando hay que ponerse a trabajar. Las mujeres tienen que recorrer un largo camino para recoger toda el agua posible, un bien muy preciado por la tribu y que escasea en las inmediaciones del poblado.
Mientras tanto, los hombres conocerán el durísimo trabajo en el campo de la tribu, una ardua tarea en la que llegan a estar numerosas de horas bajo el sol recogiendo un fruto que nace de la tierra seca. A consecuencia de este esfuerzo, el cabeza de familia, Mikel, sufre su primer desvanecimiento y el curandero de la tribu se verá obligado a realizarle un ritual de sanación.