Comercio y hostelería bendicen agosto, que llega a multiplicar por tres la población

Negocios de la capital facturan sólo en este mes el 15% de todo el año y en los pueblos, hasta el 50%.

Decenas de turistas se daban cita este viernes en las calles de Calatañazor
Decenas de turistas se daban cita este viernes en las calles de Calatañazor
Luis Ángel Tejedor

Llega agosto y la fotografía de la provincia cambia por completo. Pueblos en los que a duras penas resiste una veintena de vecinos llegan incluso a superar el centenar de almas durmiendo cada noche. Viviendas cerradas durante casi todo el año a cal y canto a resguardo del malhechor abren sus puertas de par en par, sin trancos ni cerrojos. Las habituales calles vacías y tristes se convierten en paso común de niños y bicicletas. Frontones, columpios, piscinas y demás escenarios de ocio sin uso habitual se transforman en centros neurálgicos. Además, intergeneracionales. Carreteras escasamente transitadas absorben un alborozado flujo de vehículos. La vida regresa a decenas de municipios mientras la arteria principal de la capital, El Collado, se nutre de caras desconocidas. Una agradable sensación para la mayoría. La provincia, por debajo ya de los 90.000 censados, recupera el pulso de hace décadas y el número eventual de residentes llega a multiplicarse por tres, teniendo el próximo fin de semana, en el puente de1 15 de agosto, su máximo exponente, con la provincia repleta. Unas 300.000 personas pueden darse cita en las próximas jornadas. Se respira alegría.


Emigrados y turistas dan un aire diametralmente distinto durante este mes a los 10.300 kilómetros cuadrados de territorio soriano, lo que tiene un reflejo directo en la economía. Sobre todo en el comercio y en el turismo. Y Soria, provincia volcada en el sector servicios, lo bendice en forma de trabajo y beneficios.


En una facturación media, agosto y diciembre, las épocas con mayor volumen de personas, pueden llevarse el 30% del total anual en un establecimiento del centro de la capital. Y ambos de manera homogénea. Agosto duplica las ventas con respecto a un mes normal, como pueda ser sobre marzo o abril, según aporta el portavoz de la Federación de Empresarios de Comercio (FEC) de Soria.


Un porcentaje que en bares, restaurantes, tiendas o panaderías de determinados pueblos puede suponer la mitad de las ganancias del ejercicio financiero. Y para algunos negocios «que sólo abren en verano», y pone como ejemplo establecimientos ligados a las piscinas, representa el 100%. Un respiro, en los tiempos más duros, para las economías domésticas del espacio rural gracias a los sorianos que regresan a ‘casa’ con sus familias y al turismo. La afección de la crisis, agrega, provocó que este primer colectivo ampliara su estancia en el pueblo en detrimento de destinos turísticos.


El presidente de SoriaCentro, Jesús Muñoz, confirma que agosto «se nota mucho». Además, con un perfil distinto de cliente. «Ni mejor, ni peor» que el habitual, «pero sí de otra forma de comprar».


Agosto es, a su juicio, el mes más fructífero del año. Más incluso que diciembre, puesto que las compras de Navidad y Reyes, asegura, se adelantan tanto que llegan a hacerse de manera escalonada dando comienzo «en octubre y noviembre». Al final, «diciembre no es tan fuerte como era».


Muñoz explica que con respecto a julio, también un mes a tener en cuenta por ser veraniego, agosto puede mejorar el volumen de ventas en hasta un 30%. Aunque las cifras y las tendencias, matiza, vienen plenamente ligadas «a la cantidad de gente que la provincia llega a absorber». Las necesidades de compra a todos los niveles de 300.000 personas nada tienen que ver con las de las menos de 90.000 que viven el resto del año. Por el contrario, este impulso del consumo no tiene una repercusión acompasada al incremento de la contratación. «El comerciante, el autónomo, se obliga» a asumir ese trabajo añadido «porque tiene verdadera necesidad». Aprovecha «para hacer caja» antes de septiembre, octubre y noviembre, «que son desastrosos», a juicio de Muñoz.


Para el turismo, agosto «es el mes estrella» y en este caso sí redunda en mayor empleo. De hecho, las diferentes actividades del sector (bares, restaurantes, alojamientos, turismo activo, centros de interpretación, casas del parque, guías, informadores...) copan la mayor parte de las contrataciones que se llevan a cabo en verano en la provincia. En cuanto a la ocupación, julio se mantuvo en un nivel del 68% que en agosto se prevé que supere el 90%. Si todo marcha como hasta ahora, el de 2016 será uno de los mejores periodos estivales de los últimos años.


La presidenta de la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo (Asohtur), Yolanda Santos, valora el «esfuerzo tremendo» del sector para atender a los sorianos de la diáspora y los viajeros. No exento de trabajo, agosto es «un respiro» para el empresario y un «importantísimo» apoyo económico.

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