Experiencias inolvidables, diseñadas a medida

Es el sueño de cualquier pareja. Porque una boda perfecta tiene que culminar en una experiencia única, por lo general, a miles de kilómetros y en alguna remota playa paradisíaca. Pero no todos los novios tienen las mismas inquietudes, por eso, elegir un buen destino, que contemple los gustos y exigencias de los dos, es clave para que el viaje de novios sea eso, una auténtica luna de miel que atrape, diseñada a su medida y realmente inolvidable.

Combinados especiales llenos de contrastes

Evidentemente, opciones de viajes hay muchas, por eso dejarse aconsejar por agentes especializados, que ayudarán a los novios a elegir ese combinado especial lleno de contrastes – que tan de moda están desde hace unos cuantos años- siempre es una buena idea. Y si hablamos de combinados, mezclar, por ejemplo, un recorrido a través de una cultura milenaria como la japonesa con un crucero de buceo por las Maldivas puede resultar una experiencia sencillamente perfecta.

Para los más clásicos y románticos

El viaje a Nueva York, aunque todo un clásico, sigue figurando en el top-ten de muchas parejas; y para esos empedernidos románticos: Venecia, París y Roma no encuentran rival.

Playas paradisíacas y parajes idílicos

Otro de los destinos en alza es, sin duda, Tailandia, con sus relajantes y maravillosas playas de arena blanca y aguas azules, que compite con otro de los parajes más idílicos y demandados por los novios: el Caribe.

Propuestas originales y personalizadas

Canadá, con su exuberante y rotunda naturaleza en estado puro, y el combinado California-Las Vegas-Hawaii, lugares icónicos para los incondicionales de la cultura norte americana, son tendencia entre las jóvenes parejas que buscan propuestas originales y personalizadas dignas de los más cotizados ‘event planners’.

Y os conviene no olvidar...

De aventura, paradisíacos, románticos, exóticos... la elección de un destino que responda a los gustos y personalidad de la pareja es clave para que el viaje de novios se convierta en una experiencia única, a medida, y realmente inolvidable. Por eso, antes de lanzarse a la aventura, es mejor relajarse y dedicar unos días a pensar y a reflexionar, en pareja, por supuesto, sobre ese destino idílico y maravilloso que marcará el inicio de una nueva etapa en vuestras vidas; al fin y al cabo, es el primer viaje, la primera aventura, como matrimonio.