Cómo gestionar tus bienes reduciendo riesgos

La figura del asesor financiero aporta consejo profesional para las personas que desean ahorrar o invertir en un panorama económico complejo.

Cómo gestionar tus bienes reduciendo riesgos
Cómo gestionar tus bienes reduciendo riesgos

La RAE definde ‘asesorar' como "dar consejo o dictamen" y ‘financiero’ como "perteneciente o relativo a la Hacienda pública, a las cuestiones bancarias y bursátiles o a los grandes negocios mercantil". En un principio, parece que ambos términos son sencillos de comprender por separado, sin embargo, al unirlos empiezan a surgir las dudas. ¿Qué hace realmente un asesor financiero? ¿A qué se dedica?


En el día a día, para muchas gestiones y decisiones importantes es habitual acudir a un asesor profesional. Así, es común y recomendable emplear los servicios de un abogado para que nos ayude con los problemas y las dudas legales o, sobre todo, si se tiene un negocio o se es autónomo es común acudir a un asesor fiscal para recibir ayuda a la hora de hacer la declaración de la renta. Siguiendo estos ejemplos, se debería acudir a un asesor financiero para recibir información profesional y fiable sobre cómo invertir los ahorros o gestionar el patrimonio. De esta forma, resultaría más probable obtener mejores beneficios ya que, económicamente hablando, la situación actual no es fácil: bajos tipos de interés, los fondos y planes de pensiones de renta fija en negativo o aportando poco… Este panorama ha provocado que las personas con intención de ahorrar o invertir su patrimonio no sepan qué productos ni estrategias de inversión son adecuados para sus intereses.


De ahí la importancia de contar con el consejo de un experto financiero.


Funciones de un asesor financiero

La principal función del asesor financiero es ayudar al cliente a descubrir y ser consciente de sus necesidades financieras.


Para lograrlo, necesita analizar las circunstancias que rodean a la persona que desea invertir (patrimonio y situación laboral), pero también debe tener en cuenta aspectos que, en un principio, pueden parecer banales, como la edad o la situación personal.


Tras sopesar todas las variables, debe hablar con su cliente y darle las recomendaciones de inversión que se adapten a su perfil, al momento actual y que más le acerquen a su objetivo.


Pueden asesorar tanto a personas físicas como a personas jurídicas sobre los diferentes activos financieros, tales como fondos, derivados, planes de pensiones, seguros... Y, además, deben informar sobre la previsión de los riesgos y demás contingencias que puedan derivarse de las inversiones realizadas, así como de las responsabilidades asumidas.


- Más información en la 'Guía práctica del asesoramiento jurídico y financiero'.