Quiero rehabilitar mi casa, ¿qué hago?

Como las personas, los edificios se hacen ‘mayores’ y hay que cuidarlos. Esto es lo primero que debe saber al hacer reformas.

Seguir unos procedimientos antes de iniciar las reformas en la casa evitarán problemas a la comunidad
Seguir unos procedimientos antes de iniciar las reformas en la casa evitarán problemas a la comunidad
MarianoM

Licencias, permisos, papeleos. Informes, estudios. Muchos gremios implicados. Voces discordantes. Una opinión por cada vecino. Dinero, derramas. Subvenciones. Afrontar la rehabilitación de un edificio de viviendas resulta, a priori, una tarea titánica. Pero mantener nuestras ciudades cuidadas, convertirlas en espacios energéticamente sostenibles, aumentar el valor de nuestro patrimonio y “cuidar” nuestras casas es fundamental. Porque nuestros edificios, como nosotros, también se hacen mayores y sufren los rigores de la edad, padeciendo achaques que conviene subsanar. Son, como nosotros, elementos vivos que necesitan de nuestros cuidados y atenciones.


Afortunadamente, los colegios oficiales implicados en las tareas de rehabilitación de edificios trabajan de manera coordinada para que los ciudadanos sepamos en todo momento qué hacer, cómo y cuándo. Arquitectos, aparejadores, ingenieros y administradores de fincas colaboran activamente para que los propietarios de viviendas no se pierdan entre tanto trámite, completen el proceso con fluidez y no tengan que cursar un ‘máster express’ para rehabilitar su edificio.


"El administrador de fincas, como profesional especializado y conocedor del edificio, es el primero en detectar las anomalías y desperfectos del mismo, y trabaja en la coordinación de todo el proceso de rehabilitación, siendo el interlocutor entre los agentes implicados y poniendo por delante, en todo momento, los intereses de la comunidad", afirma Ana Isabel Aznar, representante del Colegio de Administradores de Fincas de Aragón en la Mesa por la Rehabilitación.


Aznar resume las etapas que forman este proceso en cinco puntos: "diagnosticar el estado del edificio, valorar las actuaciones a realizar, calcular los costes y las derramas, ejecutar la obra y hacer el seguimiento posterior".

Un trabajo en equipo

En el desarrollo de proceso de rehabilitación pueden ocurrir incidentes que suponen una pérdida económica para los propietarios o empresas que intervienen y que pueden afectar a la comunidad de propietarios que, en su calidad de promotor de la obra, tiene grandes responsabilidades. De ahí la importancia de poner al frente a los distintos profesionales que velen porque todo cumpla con la normativa y las obligaciones fiscales.


"El éxito de la rehabilitación dependerá en gran medida del trabajo en equipo, de la coordinación de todos los agentes que estamos implicados en el proceso", asegura Ana Isabel Aznar, que añade: "Desde el Colegio de Administradores de Fincas, defendemos una nueva Ley de Propiedad Horizontal para los edificios del siglo XXI que incluya medidas como, por ejemplo, que el fondo de reserva obligatorio por ley sea acumulativo año a año, a la vez que demandamos a la administración un plan de deducciones fiscales".


No obstante, y hasta que esos cambios lleguen, contar con un equipo de profesionales coordinados y seguir unas pautas tan claras como las expuestas, permitirá que nuestros edificios respiren tranquilos, sean eficientes y contribuyan a mantener las ciudades del siglo XXI.

Los cinco pasos a seguir:

1.- Diagnosticar el estado del edificio. El administrador, por su contacto directo con los vecinos del inmueble, asume la tarea de detectar los problemas que aquejan al edificio.


2.- Valorar las actuaciones que deben realizarse Ya se sabe qué problemas presenta la casa. Ahora toca buscar las soluciones, por eso el administrador contactará con el técnico especializado, ya sea arquitecto, aparejador o ingeniero, para que analice esa anomalía y elabore un informe en el que propondrá las actuaciones que deben realizarse. Este informe permitirá solicitar presupuestos a distintas empresas que valoren la misma solución, las mismas partidas y los mismos materiales, para que todo ello sea comparable.


3.- Calcular los costes y las derramas. Con los presupuestos que el administrador habrá solicitado a los gremios, la junta de la comunidad deberá valorar y aprobar la obra de rehabilitación, estableciendo la forma de pago. Normalmente, una comisión dentro de la propia comunidad, -formada por el presidente y vicepresidente-, velará, en colaboración con el administrador, para que las mejoras se llevan a cabo correctamente, y se ocupará de tomar esas pequeñas decisiones que surgen durante el desarrollo de la obra.

El administrador será el encargado de establecer el plan de cobros a los propietarios y de negociar con las empresas el mejor presupuesto y forma de pago. Igualmente se estudiarán las posibles formas de financiación, incluyendo subvenciones. Paralelamente, se solicitarán las licencias y documentaciones necesarias a cada empresa garantizando siempre que la comunidad, como responsable subsidiaria de la obra, no deba afrontar ningún inconveniente.


4.- Ejecutar la obra. Comienza el juego. Con una plan de visitas de supervisión que coordinará el administrador de la finca, se ejecutan las obras de mejora, velando por que estas se lleven a cabo tal y como se han acordado y bajo la supervisión necesaria del resto de agentes, como arquitectos o ingenieros.


5.- Seguimiento posterior. ¿La ejecución ha sido correcta?, ¿las obras se han ajustado a lo esperado?, ¿se han solucionado los problemas? Una vez finalizados los procesos de rehabilitación, el administrador supervisará que todo ha terminado como se esperaba y comprobará si, efectivamente, el edificio ahora puede olvidarse de los males que padecía antes de empezar la obra.


Más información

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión