¿Cuándo cambiar la caldera y qué solución es la mejor?

Los sistemas de condensación y las válvulas termostáticas son elecciones que permiten reducir el consumo sin perder confort en el hogar. Por otra parte, una instalación de mayor potencia que la necesaria reduce la eficiencia del sistema y genera un mayor consumo de combustible.

Válvula termostática
Válvula termostática

Cambiar la caldera en una comunidad de vecinos es una decisión importante. En España, el consumo en calefacción doméstica representa más de un 45% del total de un hogar, según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), organismo dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Se trata de una decisión que influirá de manera determinante en la futura factura energética y económica del edificio durante, al menos, 15 años. Conviene informarse previamente de los costes, el gasto de energía y el rendimiento de cada alternativa a fin de escoger la opción más adecuada.


El IDAE recomienda renovar las calderas que tengan más de 15 años de antigüedad. Si se dispone del presupuesto necesario es mejor no esperar a que la vieja caldera se averie para cambiarla por una nueva. Comprar una caldera de nueva generación permitirá optimizar el consumo de energía y ahorrar, pero también mejorar el confort térmico. Además, todas las calderas de alta gama están equipadas con un sistema de programación, que permite regular la temperatura del hogar de forma automática.


Otro punto fundamental a tener en cuenta es que las calderas estén dimensionadas correctamente para los requerimientos de calefacción y agua caliente sanitaria de las viviendas. A menudo, se instalan calderas con mayor potencia a la necesitada. En realidad, una caldera de mayor potencia a la necesaria reduce la eficiencia del sistema, y no solo es un gasto mayor a la hora de la compra sino que genera un mayor consumo de combustible.Ventajas de la condensación

Se debe valorar la instalación de calderas de condensación, más eficientes que las que no tienen esta característica, pero siempre que el sistema de distribución de calor se estudie de acuerdo con la caldera: los sistemas de baja temperatura (suelo radiante, convectores…) logran un mayor ahorro en combinación con las caldera de condensación. Si con una caldera de este tipo instalamos radiadores convencionales y además queremos que estén a la misma temperatura que con una caldera convencional, el ahorro será menor que con los sistemas de baja temperatura.


Es recomendable disponer de un sistema que permita regular la calefacción y garantizar una temperatura constante dentro de la casa. Además, una buena regulación térmica, mediante el establecimiento de temperaturas dependiendo de la estancia, permite una gestión correcta en función de la demanda.

Los dispositivos utilizados para una buena regulación térmica son las válvulas termostáticas, que hacen que los diferentes radiadores en el hogar sean independientes.


Las válvulas termostáticas regulan automáticamente el flujo de agua caliente dependiendo de la temperatura seleccionada: la válvula se cierra cuando la temperatura ambiente se aproxima a la deseada. Su instalación es muy sencilla y, si están instaladas correctamente, permiten un ahorro de energía del 10%.


Más información.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión