"La gente desea ser feliz"

Se espera que esta Navidad más de 35.000 ilusiones cuelguen del árbol de la plaza del Pilar.

Árbol de los deseos de la plaza del Pilar
"La gente desea ser feliz"
Toni Galán. A Photo Agency

En estos días, Zaragoza se llena de ilusiones. Para recogerlas todas se ha instalado, un año más, el famoso árbol de los deseos en la plaza del Pilar como parte del decorado navideño que junto con el mercado, el belén y la pistas de hielo y trineos hacen las delicias de pequeños y mayores.


Según fuentes de la organización, el año pasado más de 25.000 deseos colgaron de este abeto. Y algunos de ellos se hicieron realidad. "Esta mañana han venido dos personas mayores a pedir su deseo porque el que pidieron el año pasado se les había cumplido. Venían con un carrito de bebé donde estaba su nieto, ese fue su deseo", explicaba una de las organizadoras de la actividad.

Deseos de todo tipo


Hay tantos deseos como habitantes pero sin duda la salud gana por goleada. Es, como se puede apreciar, el bien más importante. Conservar la salud y encontrar un trabajo fueron los deseos más repetidos las pasadas Navidades. Sin embargo, este año y tal y como explica Fran Muñoz del equipo de organización de la muestra, las cosas han comenzado a cambiar. "Este año se está pidiendo más alegría y felicidad. La gente tiene ganas de empezar a sonreír y disfrutar".


Por ello se pueden ver decenas de mensajes con "deseo ser feliz" o "que la felicidad que tengo permanezca y se contagie". También son muchos los que piden paz e igualdad en el mundo o los que lo quieren todo: "Salud, trabajo, paz en el mundo y ser feliz".


En torno al árbol, familias enteras depositan sus ilusiones es algo más que una simple actividad navideña. "Es un momento perfecto para tener ilusión y cuando la gente escribe sus deseos se nota como la ilusión los invade", explica. No importa la edad, los nietos ayudan a los abuelos a dejar volar la imaginación y los abuelos intentan frenar a los nietos en sus deseos imposibles. Aunque no siempre lo consiguen, "quiero ser un Rey Mago" o "deseo un deseo mágico", escribían algunos. Otros se conformaban con menos, "quiero una espada láser", "deseo un caballo".


Tampoco faltaban los mensajes de ánimo y los mejores deseos para los que no pasan por un buen momento. "Sigue luchando, aún nos quedan muchos bailes juntos", se podía leer en una.


Mensajes escritos por todo tipo de personas y en muchos idiomas. Mensajes sobre el momento social, "que dejen de recortar en educación". Otros recurrían a su gran pasión: "que el Betis suba a primera", "que el Valencia sea campeón de liga" o "estar siempre unidos y títulos para mi Sevilla".


Alguno pedían cosas improbables: "deseo ser arena en el mar" o muy ambiciosas "deseo estar en todo el mundo". Otros se conformaban con menos "deseo una vida normal y un viaje". Y no falta el "que me toque la lotería".


Deseos de todo tipo que pueden condensarse en uno "paz y mucho mucho amor". Desde la organización se espera que de estas ramas cuelguen al final de las fiestas más de 35.000 ilusiones.