Paisajes

Agudizar la vista

Los colores de los parques naturales de la provincia son tantos como variedad demuestran.

Una imagen de la provincia de Huesca
Las Aristas de la Magia de Huesca_6
HUESCA LA MAGIA

 Rojo, verde, marrón, blanco, incluso amarillo. Los colores de los parques naturales de la provincia son tantos como variedad demuestran. Del azul añil y del marrón del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, al blanco del manto de nieve que cubre el Parque Natural de Posets Madaleta, en invierno, pasando por el verde que luce radiante en verano en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, sin olvidar el amarillo que se extiende en Los Monegros. La vista puede encontrar un descanso, relajándose, en el agua trasparente de alguno de los más 100 ibones, como el de Anayet o el de Bachimaña, que ocupan un espacio del Pirineo.


Pero además del paisaje en sí, la provincia ofrece vistas en movimiento ya que Huesca es uno de los paraísos ornitológicos del Sur de Europa gracias a que cuenta con diferentes puntos esparcidos por su geografía.


Un lugar de visita obligada para los amantes de las aves es la Laguna de Sariñena, donde se pueden observar más de 200 especies acuáticas diferentes. Supone el hogar invernal de más de 12.000 aves, siendo además lugar de paso de más de 100.000 ejemplares migratorios. Además, tanto el Prepirineo como el Pirineo son el enclave idóneo para poder ver el vuelo imperial del quebrantahuesos, ya que es aquí donde se encuentra la población más importante de Europa. Para entender la fauna y la flora, que va más allá de las aves, existen numerosos centros de interpretación como el Ecomuseo de Aínsa o el Aula de Naturaleza Ramón Vives-Castillonroy, entre otros.