La importancia de tener una buena higiene del sueño

Existen una serie de hábitos recomendables para procurarse un descanso de calidad:

Procurar acostarse y levantarse regularmente a la misma hora. Exponerse durante el día a la luz natural y mantener el dormitorio oscuro durante el descanso. Llevar una vida activa. El ejercicio físico moderado contribuye a la mejora del descanso. Es aconsejable relajarse física y mentalmente antes de acostarse dando un paseo, leyendo un libro que nos haga evadirnos, etc. Cenar de forma ligera y al menos aproximadamente dos horas antes de acostarse. Mantener el dormitorio a temperatura templada, situada entre los 18 y los 22 grados. También con el objetivo de evitar sensaciones de frío o calor, se debe utilizar ropa de cama cómoda, fresca en verano y un poco más gruesa en invierno. El dormitorio debe ser utilizado solo para dormir. No deben realizarse otro tipo de actividades en el dormitorio como trabajar, estudiar, etc.

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