Terrores nocturnos

Terrores nocturnos
Terrores nocturnos

Los afectados por los terrores nocturnos no recuerdan nada de lo ocurrido y vuelven a quedarse dormidos. Hay casos extremos en los que los episodios se repiten varias veces por la noche.


Lo habitual es que este tipo de trastorno se manifieste en el primer tercio del sueño y se prolongue por espacio de entre uno y diez minutos.


En los niños, los terrores nocturnos no son especialmente significativos, a no ser que se repitan con mucha frecuencia. Suelen ser más comunes entre los 3 y los 7 años de edad y se dan con menos asiduidad a partir de entonces.


El trastorno suele remitir en la adolescencia. No obstante, pueden reaparecer en la edad adulta, generalmente como consecuencia de un acceso previo de fiebre, de una falta de sueño, de los efectos secundarios de una medicación o de la ingesta de estupefacientes. Igualmente, reducir el estrés puede contribuir a paliar la aparición y frecuencia de los terrores nocturnos.