El 38,5% de los adolescentes españoles cuenta con una mala calidad del sueño y un 23,1% afirma tardar más de 30 minutos en conciliar el sueño, según estudios especializados.

En este sentido, en un trabajo realizado por la Unidad Valenciana del Sueño con 755 adolescentes de 13 y 14 años, el 52,8% afirmaba asistir a clase después de haber dormido menos de 8 horas, cuando la media aceptable a esas edades es de 9 horas.

Y es que dormir bien la cantidad de horas necesarias es imprescindible para el buen desarrollo del individuo. Así por ejemplo, se ha demostrado que los adolescentes con un sueño menos inquieto y menos ronquidos, tienen un mejor rendimiento escolar.

Además, el déficit de sueño o la mala calidad del mismo les produce somnolencia diurna y les crea dificultades para concentrarse y memorizar. Incluso puede haber consecuencias aún mayores, pues pueden ocasionar cambios conductuales.

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