Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

viejos pero inmortales

La opípara videografía de los Stones para no olvidarlos nunca sobre el escenario

Gracias al interés de Jagger & Co. por preservar su pasado en directo, es el grupo de rock con más DVD’s y blu-rays de conciertos publicados oficialmente: una treintena

Videografía de los Rolling Stones en DVD y Blu-Ray
Videografía de los Rolling Stones en DVD y Blu-Ray
Colección Matías Uribe

Se fueron los Rolling de Madrid camino de Europa en su gira Sixty (Covid de por medio), con la que celebran sus 60 años de pervivencia en los escenarios…, que ya está bien. Increíble. “Están viejos”, “fuera de tiempo”, “es el dinero”, “patéticos”, “qué vergüenza que no se retiren”… Con estas y otras lindezas ‘piropean’ sus detractores al grupo. Allá cada cual con sus distorsionadas percepciones y su maximalismo de que el mundo se mueve cuando ellos dan el primer respingo mañanero. Yo estoy en el lado infinitamente opuesto, claro. 

Los he podido ver en directo en unas cuantas ocasiones y son especie a preservar, sin reservas. Siguiendo el tópico: dan vida al “mayor espectáculo mundial del rock”. Transportan un cancionero memorable e histórico, de oro, su eterna juventud es un grandioso suplemento vitamínico para las viejas generaciones, una señal de vida que ilumina a muchos seres de los cinco continentes.

Y sí, aunque suene a ‘boutade’, están, pese a lo fumado, bebido e inyectado durante décadas, en plena forma; con un Jagger y un Richards acercándose a los 80 palos e imbuidos de una vitalidad sobrenatural, como pueden certificar quienes estuvieron en el Wanda el pasado día 1 de junio o dándose una vuelta por Youtube. Ya no es que resulte increíble, es que este fenómeno hay que catalogarlo de milagro pagano. ¡Madre mía!, a esas edades, los hospitales y centros de salud están cargados de clientes con todo tipo de dolencias, si no se han despedido ya de este mundo cruel. Y, sin embargo, Jagger corriendo y moviendo su cucu de aguja como un adolescente por los escenarios...

Lamentablemente no pude estar allí aquella noche, en Madrid, como en años pretéritos lo hice, pero estos días me estoy desquitando. Simplemente he sacado todos sus DVD’s y blu-rays de la estantería y aquí ando disfrutando una vez más de la fiesta doméstica, con los Rolling a gran pantalla. No falta material. Y de todas las épocas. No en vano es el grupo con más conciertos oficiales publicados: unos treinta. Me refiero a conciertos completos en escenario, no de simples vídeos o de apariciones en TV. Tampoco de documentales, que son abundantes, algunos con leyenda de culto, aunque muy deficientes y no oficiales, caso de Cocksucker Blues, de espantosa calidad técnica.

¿Y esto? ¿Esta abundancia de material? Pues, por una idea magnífica de Jagger y compañía: preservar y recuperar su pasado. Para ello, hace unos años, a principios de la década pasada, se inventaron una serie con el título de The Vault y cada X tiempo recuperan de la bodega un concierto y lo entregan en DVD/Blu-ray. Hasta ahora la serie anda por siete títulos, y parece que no tiene fin: The Marquee Club (1971), L. A Forum (1975), Hampton Coliseum (1981), Live In Leeds (1982), Live At Tokyo Dome (1990), No Security, San José (1999) y Sticky Fingers At The Fonda (2015).

En 2016 salió un fantástico pack con los cinco primeros DVD’s citados, hoy ya inencontrable, aunque sí por piezas separadas. No es cuestión de extenderse en detalles, porque esto daría para un libro. Solo comentar que las imágenes son muy buenas, dentro de lo que tecnológicamente se puede conseguir hoy de grabaciones tan antiguas. Un goce inmenso.

Obviamente, al margen documentales, queda mucho más fuera de esta serie bodeguera: todo el material previamente editado en formato película y los numerosos conciertos hasta casi hoy mismo, lo que da para pasar muchas-muchas horas ante el televisor. La primera vez que los Stones fueron recogidos en imágenes, en un concierto completo, aunque breve (apenas una hora), no fue aquella gloria del magnético Rock ‘n’ roll Circus, que no se concibió como concierto individual en su más estricto sentido, puesto que se grabó en 1968 con diversos artistas para una emisión televisiva desde un estudio en el que se imitó una carpa circense, sino su aparición en Hyde Park, en el verano de 1969, en un macrofestival hippy, gratuito y multitudinario (600.000 personas), que fue el botón de ancla para presentar al nuevo guitarrista, Mick Taylor, tras la muerte de Brian Jones dos días antes. Tocaron rematadamente mal (no se oían entre sí), y está entre el documental y la presencia escénica. Y en las retinas quedó su aparición tras dos años sin actuar en directo, el ruidoso combo de percusionistas africanos y aquella simbólica suelta de varios cientos de palomas, que, oh, la,la, se escamoteó en la peli.

Le siguió Gimme Shelter, en 1969, película documental que recogía extractos de las últimas semanas de los Stones por los USA hasta desembocar en el festival más burro y caóticamente salvaje de la historia del rock (asesinato incluido), Altamont. Musicalmente un desastre, con tan solo un par de canciones de los Stones en aquel bochornoso festival, espejo negativo de Woostock, que al menos se contrapesa con la filmación de los Stones oyendo una de sus grandes piezas, grabada durante aquella turné en los Muscle Shoals, con destino al gran LP Sticky Fingers.

Por tanto, aunque aparecido muchísimos años después en la citada serie The Vault, The Marquee Club (1971) es el primer concierto real e individual (fuera de carteles compartidos) de los Stones filmado y conocido oficialmente. La pena es que solo incluyera ocho piezas, aunque tres de ellas aún no habían llegado a Sticky Fingers, que se publicó un mes más tarde.

Siguió, de manera oficial, Ladies & Gentlement, película filmada en 1972 en Estados Unidos, durante la gira de Exile On Main St., un montaje perfecto sobre tres conciertos en los USA y en, digamos, su etapa cenital de creación y originalidad, con grandes clásicos. Llegó a los cines en el 74, pero en España no se estrenó nunca. Como anécdota para el chismorreo, el notable ‘paquete’ que Jagger dejaba entrever en sus ajustadas mallas verdes. L. A Forum (1975) es el siguiente oficial, así como el último de los 70, el denominado Some Girls, Live in Texas (1978).

Y llegaron los 80 y el invento de los micros y las guitarras inalámbricas, y aquello fue una revolución tecnológica de primer nivel, especialmente para los Stones y más concretamente para Jagger que alcanzó plena libertad para moverse y correr endemoniadamente sobre el escenario, como muestra el citado Hampton Coliseum (1981), aunque la estrella fue Let’s Spend The Night, grabado, en 1981-82, en Meadowlands Arena (New Jersey) y Sun Devil Stadium (Tempe, Arizona), estrenándose en los cines en 1983 y dejando bien patente lo que eran aquellos ‘nuevos’ Rolling en escenario, algo que pudimos comprobar muy directamente todos los que estuvimos en aquellas dos noches inolvidables del verano de 1982 en estadio del Manzanares, especialmente la primera, la famosa de la tormenta.

Increíble ver a Jagger, cual gladiador sin miedo, batirse el cobre en medio de un aguacero, truenos y relámpagos, abriendo con Under My Thumb. Obviamente pensamos que aquello iba a la suspensión, o cuando menos al aplazamiento, pero Jagger no se lo pensó y, a riesgo de quedarse electrocutado, saltó al escenario junto a sus compinches y firmó una de las noches de gloria más relevantes del rock en directo. Suele recordarlo él como una noche grandiosa e inolvidable. La película oficial Let’s Spend The Night se proyectó meses después en Zaragoza, en el cine Mola, si la memoria no falla. Un buen complemento a estas dos filmaciones citadas es el que aporta el ya también citado Live In Leeds (1982), de la serie The Vault.

Ya con unos Stones desatados y con un Jagger devoto de la pirotecnia y de los grandes montajes, y con la aparición del vídeo doméstico, comenzaron a llegar no pocos espectáculos, primero en VHS y después, ya en los 90, en DVD, y en este milenio en blu- ray. Una mina. Sí, ya sé se repiten en los repertorios, pero como ellos han comentado en alguna ocasión, es lo que quieren sus fans y a ellos se deben, lo que no impide más de una sorpresa o salida de carril.

El listado es enorme y gratificante: Steel Wheels Live in Atlantic City (1989), Stones At The Max (1991), Voodoo Lounge Miami (1994), Voodoo Lounge Live At The Tokyio Dome (1995), Totally Stripped (1995), Bridges To Babylon, St. Louis (1998), Bridges To Bremen (1998), Bridges To Buenos Aires (1998), Four Flicks (2003), Toronto Rock (2004), The Biggest Bang (2005-07), Live at Newark Prudential Center (2012), Glastonbury (2013), Sweet Sumer Sun (2013), Havana Moon (2016), además de algunos de los ya citados de la serie The Vault.

No es momento de detenerse en todos y cada uno de estos vídeos, pero, de todas formas, unas notas muy breves: recomendabilísimo el Prudential Center, con un espectacular inicio de varias decenas de músicos baterías con carátulas de gorila aporreando tambores como si se hubieran escapado de Calanda (Teruel) y un cartel de invitados excepcional: desde Lady Gaga a Mick Taylor, John Mayer… y el mismo Springsteen a dúo con Jagger en Tumblin’ Dice. En Buenos Aires, el dúo fue con Bob Dylan y un obligado Like A Rolling Stone. Sutilísima y opulenta gran presentación gráfica en libro del Sweet Sumer Sun en Londres y, finalmente, para atracarse de verdad, los dos citados Four Flicks y The Biggest Bang, ambos cuádruples. Gran joya de la corona, en cuanto a opulencia y presentación en libro de tapa dura y numerosas foto, textos y memorabilia, es Totally Stripped (1995), aunque editada en 2016, con cinco discos: uno para el documental, otro para el CD y tres para conciertos en directo en Amsterdan, Brixton y el mítico Olympia de Paris, con repertorios inusuales, aunque, claro, sin espectacularidad escénica y sin carreras de Jagger por pasarela alguna. Para pillar una solemne y maravillosa indigestión.

Ah, y curiosamente de todo este atractivo material probablemente, con permiso de Sweet Summer Sun, el más espectacular en calidad técnica de imagen y realización es Live At The Max, grabado en Wembley…, sí, adelanto en casi dos décadas del blu-ray, al filmarse en sistema Imax, el que tantas y largas colas generó en el cine de la expo sevillana del 92 para ver maravillas de la naturaleza en gran pantalla.

¿Quién da más? Personalmente, al menos por un tiempo me he desquitado y bien desquitado. El diablo les proteja y los mantenga hasta los cien años, mínimo. Por el disfrute que esparcen y por su simbología: si ellos viven es que pervivimos una vieja generación, somos su espejo en el que nos miramos. Y si, total, con su pacto faústico, no envejecen… 

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