Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

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La primera biografía en español de Ringo Starr

Los zaragozanos Javier Tarazona y Ricardo Gil publican con Milenio un libro sobre el batería de Los Beatles: un recuento documentadísimo de la vida profesional y personal del ‘señor de los anillos’

Javier Tarazona (izquierda) y Ricardo Gil (derecha), autores del libro ‘Ringo Starr. El señor de los anillos’.
Javier Tarazona (izquierda) y Ricardo Gil (derecha), autores del libro ‘Ringo Starr. El señor de los anillos’.
Archivo Tarazona/Gil

Ellos, y solo ellos, los zaragozanos Ricardo Gil y Javier Tarazona, podían escribir una biografía en español sobre Ringo Starr. Sus trabajos previos avalan no solo sus capacidades sino su autoridad indiscutible en el terreno beatleniano. Bien por separado o en estrecha colaboración, cuentan con un bagaje extraordinario de libros sobre el cuarteto de Liverpool, sus miembros y su mundo, cuando no suman uno de los logros más valiosos del orbe de las revistas musicales especializadas o fanzines: la fundación y mantenimiento, junto a Juan Agüeras, durante casi 20 años y 58 números de The Beatles’ Garden. Si ahora han salido con esta monografía biográfica, editada por Milenio, ha sido por una propuesta de la misma editorial, tras el éxito de la biografía que dejaron atrás en 1999 sobre George Harrison (revisada en 2010). Al principio se negaron, pero más tarde se animaron, con lo cual tenemos en el mercado la primera biografía en español sobre Ringo. Por supuesto, dada la meticulosidad de ambos para el trabajo y la investigación, una biografía documentadísima y elaborada con esmero amanuense. Hace unos días publiqué una entrevista con ellos en el Heraldo papel, pero, como es natural, el espacio se quedó estrecho para recoger todo lo que estos dos ‘cerebritos beatlenianos’ me contaron sobre este nuevo libro y sus adorados Beatles. Así que aquí está íntegra toda la entrevista.

Ringo el simpático, sonriente y bonachón. Esa es la imagen que se tiene en general, pero detrás había un Ringo malhumorado, geñudo…

Es cierto, Ringo tiene la imagen de simpático, pero lo cierto es que no es así, por lo menos en su relación con quienes no son sus amigos. Tuvimos un fugaz encuentro con él en 1999 y no nos trató demasiado bien. Fue su esposa, Barbara, quien le instó a que nos tratase mejor y, aunque con cara de pocos amigos, se detuvo unos instantes con nosotros para hacernos unas fotos y firmar unos autógrafos.

Dais cuenta de las diferentes versiones de por qué entró en los Beatles: celos de Paul con Pete Best por su guapura, imposición de EMI, Best era torpe…, ¿cuál fue verdaderamente la real?

Ringo entró en los Beatles porque era mucho mejor batería que Pete Best, por lo menos esa es la razón de más peso. Es cierto que Pete Best no estaba muy integrado emocionalmente con los otros miembros del grupo y que con Ringo ya se llevaban bien desde los tiempos de Hamburgo, pero creemos que lo que primó fue el aspecto musical.

Sin embargo, al principio no pareció acoplarse, ¿cómo encajó el papel de secundario con que le trataron los otros tres Beatles al llegar al grupo, viendo cómo le rechazaban canciones o cómo incluso le pusieron un batería de estudio, Andy White, para grabar el primer single?

No se acopló del todo porque los otros tres llevaban ya mucho tiempo compartiendo la vida y costó la integración, pero luego fue uno más del grupo y pasaron a compartir la vida los cuatro juntos. Hay que tener en cuenta que los Beatles no es que llevasen una vida parecida, es que vivían la misma vida. Lo hacían todo juntos. Y lo de Andy White fue cosa del productor George Martin, que no se fiaba del todo de la capacidad de Ringo como batería. En aquellos tiempos llevar el ritmo perfectamente era más importante porque no se disponía de los actuales sistemas de grabación, en los que si el batería pierde el tempo lo arreglan con el programa informático, incluso ahora te lo arreglan si el cantante desafina.

También se sintió desplazado y enfadado cuando lo sustituyeron por otro batería, por culpa de una faringitis y una amigdalitis. ¿Llegó a tener un concepto patrimonial de los Beatles, como alguien hasta más implicado o tan implicado con el grupo como los propios Paul y Lennon? Recogéis que cuando la grabación del álbum blanco, pese a su malestar, su entrega fue máxima…

Cuando se puso enfermo, y tuvo que ser ingresado en el hospital, la Beatlemanía estaba a tope, y la maquinaria, según el criterio del mánager Brian Epstein, no podía parar. Había que seguir adelante como fuera, por eso se optó por contratar a otro batería para unos cuantos conciertos. Es normal que Ringo se sintiese dolido: “¿Pero es que no se pueden suspender unos pocos conciertos hasta que me recupere?”. Nadie pensaba que el fenómeno Beatles iba a durar tanto y había que exprimirlo día a día. Pero Ringo siempre se entregó al máximo, y eso que no cobraba derechos de autor por las canciones. Durante la grabación del Álbum Blanco llegó a abandonar el grupo de lo harto que estaba y se fue de vacaciones, pero, con cariño y agradecimiento, lo convencieron para que regresase. Y lo hizo para ponerse al servicio del grupo como siempre lo había hecho.

Recogéis la declaración de Geoff Emerick, quien decía que Ringo era ‘callado como un ratón’; no es que no le importase nada, pero nunca tenía nada que decir, lo dejaba en manos de los otros tres. ¿Era cierto? ¿Cambió después de actitud?

Pues sí que es cierto. Lennon y McCartney tenían personalidades muy fuertes y también tenían muy claras las cosas en el aspecto musical. Una de las virtudes de Ringo, y muy importante, por cierto, fue saber estarse callado, no interferir demasiado con sugerencias no meditadas. Si en un grupo, en un ensayo o en una sesión de grabación, todos opinan “Yo lo haría así”, “Yo lo haría asá”, “Pues yo lo haría de esta otra forma”, al final es un batiburrillo que suele llevar a la confusión. Más vale dejarlo en manos de las mentes verdaderamente creadoras, y Lennon y McCartney lo eran sin ninguna duda. Pero también dijo Geoff Emerick que, precisamente porque no opinaba demasiado, cuando lo hacía lo tenían muy en cuenta. Esta actitud se mantuvo hasta el final, incluso en las pocas composiciones que aportó a los Beatles se dejó llevar por Paul y John.

Es curioso repasar los créditos de sus discos en solitario y ver la capacidad que tuvo para reunir figuras en torno suyo, tanto en la composición como en la interpretación, desde Eric Clapton a los otros tres Beatles. ¿Cómo explicáis esta ‘promiscuidad’ tan fértil en vez de formar un grupo fijo y propio?

¿Un grupo propio? Es muy difícil formar un grupo estable con un batería como líder. Y Ringo ni componía ni era un cantante dotado. Mejor ir de solista y buscar a buenos músicos que además sean colegas. Además, en los años setenta había mucha camaradería entre los músicos y muy buen ambiente de amistad, de compartir trabajo y juergas.

Sin embargo, a partir de los 80 e incluso antes se le dejó de considerar discográficamente. Que no sonaran sus discos en la radio le enfadaba mucho… “Si no hubiesen puesto sus discos en la radio, los Beatles no hubieran existido”, decía en su descargo. ¿Qué parte de culpa tuvieron los medios y cuál la suya?

Sin entrar en la cualidad de sus discos, más que los medios de comunicación eran las discográficas las que podían poner más o menos interés en la promoción de los discos. ¿Por qué las discográficas no lo apoyaron más? No lo sabemos, quizás no querían invertir dinero en algo en lo que, musicalmente, realmente no creían, quizás solo fichaban a Ringo porque había sido un Beatle, es posible. Pero las radiofórmulas han demostrado que si un disco lo pones mucho por la radio al final se acaba vendiendo, aunque, con perdón, sea una mierda.

Uno de los aspectos menos conocidos para el gran público es la adicción de Ringo al alcohol y las drogas, hasta el punto que arrastró a su misma esposa Barba Bach al abismo, manteniendo con ella duras peleas físicas. ¿Rompéis la imagen del Ringo campechano, bonachón, pacífico y amable de los Beatles?

Hay una diferencia entre estar de francachela con los amigos, bebiendo y colcándose en los clubes de Los Ángeles, como hacía Ringo, que estar en casa con su mujer sentados frente a la tele con una botella de whiski al lado. Al final fueron dependencias que lo llevaron no estar a gusto consigo mismo, a sentir que no estaba haciendo nada productivo. Eso le produjo la insatisfacción y la frustración que le llevó a las peleas con Barbara.

Y aun siendo el menos dotado físicamente, fue un gran mujeriego: ponerle los cuernos a su amigo Harrison y este a su vez a él con sus respectivas esposas es de vodevil… Casi resulta extraño que todavía siga con la modelo y chica Bond Barbara Bach.

Mujeriegos y promiscuos eran casi todos los músicos de los sesenta, pero sí, resulta muy curioso ese entramado de relaciones primero entre la mujer de George Harrison, Pattie, con Eric Clapton, y que luego George tuviese relaciones con Maureen, la primera mujer de Ringo. Y respecto a su duradera relación con Barbara Bach, después de los duros tiempos previos a su desintoxicación que vivieron juntos, Ringo ha encontrado una vida tranquila junto a ella.

En los Beatles parece que hizo de puente y pegamento entre todos, pero sobre todo entre Paul y Lennon para que las riñas bajaran su intensidad, bien callando o hablando en el momento justo…

Sí, como bien dices fue como una especie de pegamento que ayudó mucho al grupo, ya lo hemos dicho antes. Una de las claves del éxito de los Beatles fue que fueran tan buenos amigos los cuatro, que compartiesen tantas cosas en la vida tan intensa que llevaban.

La ruptura de los Beatles le produjo un efecto demoledor de desánimo. Sin embargo, se levantó, emprendió carrera discográfica en solitario y llegó a modelar uno de los mejores inventos de la historia del rock contemporáneo: sus All Starr. ¿Cómo lo hizo? Curiosamente, no fueron un invento suyo sino, como relatáis, de la Pepsi…

Cuando Paul anunció oficialmente la separación de los Beatles a Ringo le descolocó; al margen de los asuntos legales, las cosas no estaban tan mal en el aspecto artístico y creemos que no esperaba la ruptura en el momento en que se produjo, después de haber estado trabajando tan armoniosamente en la sesiones del álbum Abbey Road. Además estaba la cuestión de “¿Cómo me voy a ganar ahora la vida si no cobro nada de derechos de autor? ¿Qué voy a hacer?”. Le costó décadas formar su primera All Starr Band y no fue una idea suya, fue una propuesta de un promotor que contaba con un buen apoyo económico de Pepsi. Pero fue una idea genial que ha mantenido hasta nuestros días.

Y, por cierto, la primera formación de la All Starr, en 1989, no pudo empezar con mejor plantel y pie: contó con dos E Street Band -Clemons y Lofgren-, con Dr. John, Levon Helm, Joe Walsh, Billy Preston… como fijos, y en el cierre en New Jersey, con Bruce Springsteen. ¿Fruto de la ayuda de la amistad y la buena agenda telefónica de Ringo?

Totalmente cierto, fue la ayuda de la amistad y tirar de agenda de teléfonos. Ya lo dice muy acertadamente Carlos Segarra en su canción: “Todo el mundo quiere a Ringo”.

El cine y la televisión fueron otra faceta de Ringo. ¿Cómo le fue en este campo?

Lo cierto es que solo tuvo un papel de protagonista en solitario, fue en Cavernícola, una película muy entretenida en la que no dice una sola palabra en idioma conocido. Pero ahí fue donde conoció a Barbara Bach y donde comenzó su declive personal. Quizás podía haber sido el inicio de una carrera en el cine, pero no fue así, quizás prefirió vivir la vida sin demasiadas complicaciones laborales.

Otras facetas desconocidas por el gran público: filantrópico, editor, publicista… ¿Una forma de evadirse del peso de los Beatles, de rellenar su tiempo o culo inquieto?

Evadirse del peso de los Beatles no, creemos que nunca fue una pesada carga para él, que siempre lo ha llevado bien. Ringo, después de desengancharse de las drogas, comenzó una intensa vida con sus All Starr Bands, grabando discos, haciendo publicidad, obras benéficas… Pero siempre sin estresarse demasiado, dedicando mucho tiempo a viajar y a disfrutar de la vida sin complicaciones, haciendo lo que le apetece sin presiones hasta el día de hoy.

La etapa ‘destroyer’ en Los Ángeles junto a Nilsson, Lennon y otras figuras, unas reuniones que figuran en los anales de los excesos del rock, ¿pudo ser la causa del Ringo que desde años lleva predicando “paz y amor”, de un nuevo Ringo?

No creemos que tenga nada que ver. Más bien sería como una secuela del Verano del Amor, el espíritu del jipismo y la meditación que practica y es apóstol desde hace muchos años.

Me da la sensación de que algunos discos en solitario, disminuidos en su momento por la crítica y el público, no solo han cruzado bien el tiempo, sino que este los ha revalorizado e incluso se adelantó a su tiempo. Por ejemplo, Sentimental Journey fue muy anterior a la irrupción de cantantes pop aferrados al jazz clásico y los neo crooners, caso de Jimy Cullum, Michel Bublé o Harry Connick, Jr.

Sí, Ringo fue un adelantado a su tiempo con las canciones del álbum Sentimental Journey, aunque su motivación no fue comercial sino emocional: grabar las canciones que escuchaba en casa con su familia cuando era un niño. Muchos artistas, como por ejemplo Paul McCartney o Rod Stewart, no han podido resistir la tentación de hacer ese viaje sentimental.

¿Qué disco o discos consideráis como el más destacado de su carrera? ¿Quizá Ringo (1973)? ¿Time Takes Time (1992)?

Sí, quizás el más destacable sea Ringo, que grabó con la ayuda de los otros tres ex Beatles. También nos parece muy interesante Ringo The 4th porque tiene un sonido funk que nos gusta y está muy bien producido por Arif Mardin, que entonces trabajaba para el sello Atlantic.

La minuciosidad de la investigación y elaboración os ha llevado hasta destripar una a una las canciones de los Beatles y el papel de Ringo en cada una de ellas, de obviamente tocar la batería a hacer coros, cantar, componer… tocar los crótalos, una caja de cerillas o chasquear los dedos... La paciencia tiene un límite, pero aquí se desbordó hasta sobrepasar la misma de un monje amanuense… El libro abruma en datos y documentación, más si se empieza por el final… Imagino el sudor que hay detrás de él…

Claro, el final son los “Apéndices”, donde está la información pura, sin adornos literarios. Ahí, además de lo que mencionas de su papel en cada una de las canciones de los Beatles, hemos relacionado todas las colaboraciones con otros artistas, sus películas, los componentes de sus All Starr Bands, la composición de sus baterías, su discografía en solitario… También hemos incluido un breve apéndice sobre su hijo Zak, que ha seguido los pasos de su padre y actualmente es el batería de los Who precisamente sustituyendo a Keith Moon, su padrino y uno de los mejores amigos que Ringo ha tenido.

Cuatrocientas páginas, y ello después de una poda extrema. Aun así, parece demasiado denso, que la parte con los Beatles o la de las Anthologies, podría haberse recortado ciñéndose exclusivamente a aquello que tuviese relación estricta con Ringo… ¿costó mucho meter la tijera?

La parte de los Beatles había que abordarla a pesar de haberse escrito miles de biografías del grupo. Lo que hemos hecho es un repaso a la historia de los Beatles tomando a Ringo como hilo conductor. Y respecto al proyecto Anthology, recortamos muchísimo, pero había que hablar de ello ya que, al fin y al cabo, fue la esperada reunión de los Beatles, aunque sin Lennon, que durante décadas todos los melómanos pedían. Al principio meter la tijera costó; el primer recorte lo hicimos motu propio porque vimos que se nos había ido de las manos. No se puede editar un libro de setecientas u ochocientas páginas porque es muy caro de producir y el precio de venta se dispara. Después, una vez maquetado, hicimos más recortes para ajustarlo mejor. Duele hacerlo porque cuesta mucho tiempo y esfuerzo conseguir datos que luego tienes que eliminar. “Con lo que me ha costado conseguir esta información y ahora tengo que quitarla”; pero sí, tuvimos que hacerlo, pero creemos que el resultado ha sido mejor. Ha quedado una redacción más ágil y amena, o eso nos parece a nosotros.

Toda esta exhaustiva labor os ha llevado a más de una década en la elaboración del libro...

Sí, han sido muchos años de trabajo constante, aunque interrumpido por cuestiones personales y profesionales que llevaron a dejar de trabajar durante meses. Pero afrontamos la recta final de la redacción con mucha dedicación e intenso trabajo. Somos muy buenos amigos y disfrutamos mucho trabajando juntos, y eso que cada uno vivimos en una ciudad diferente. Además de estar en contacto permanente por teléfono y email, una vez al mes nos reuníamos durante varios días para trabajar juntos en la misma mesa. Eran como una especie de ejercicios espirituales en los que estábamos todo el día trabajando en el libro.

¿Cuál fue la mayor contribución de Ringo a los Beatles?

Ringo hizo muy buen papel como batería de pop-rock, tenía un estilo muy personal y hacía unos rellenos fantásticos. Y no porque lo digamos nosotros, sino que ha sido reconocido por muy buenos baterías a lo largo del tiempo como Stewart Copeland o Jim Keltner. No era una figura con las baquetas, pero tampoco hace falta para tocar pop, es más importante el feeling que la técnica, y Ringo era muy intuitivo y tenía mucho feeling. Además, está lo que hemos mencionado antes, su papel amalgamante en el grupo y casi hasta catalizador en algunos momentos.

Después de tan elaborado trabajo de investigación y escritura, ¿cuál es la imagen que os ha quedado de él? ¿La que esperabais u otra distinta? ¿Qué aportáis de nuevo sobre Ringo?

Al tener que reescuchar con espíritu crítico toda su obra la verdad es que hemos descubierto cosas muy interesantes, pero dejemos que sea el lector quien las descubra. Ringo tiene muchísima obra y merece la pena dedicarle tiempo. Son discos muy bien hechos porque siempre se ha rodeado de los mejores músicos y productores para hacerlos.

Portada del libro ‘Ringo Starr. El señor de los anillos’.
Portada del libro ‘Ringo Starr. El señor de los anillos’.
Matías Uribe

Ricardo Gil y Javier Tarazona

Ricardo Gil y Javier Tarazona llevan colaborando desde 1999, año en el que publicaron el libro George Harrison: El hombre invisible (Milenio), revisado y ampliado en 2010 con el nuevo título George Harrison: de Beatle a jardinero (Milenio). Desde entonces han escrito juntos decenas de artículos y ponencias para las universidades de Almería, Barcelona y Mallorca entre otras. También, junto a Juan Agüeras, publicaron en 2012 el libro Junto a los Beatles (Milenio), una colección de entrevistas a personajes íntimamente relacionados con la banda de Liverpool como Pete Best, Tony Sheridan o George Martin.

Javier Tarazona

Javier Tarazona Solaz (Sueca, Valencia, 1960). Licenciado en Veterinaria, fue director durante veinticinco años de la revista The Beatles’ Garden y ha escrito reseñas de discos y artículos para publicaciones musicales como Ruta 66, Efe Eme o Zona de Obras. Es el autor del libro The Beatles: Discografía española de vinilos de 45 r.p.m. (SBFC Libros) y, junto a Javier de Castro, The Beatles: un fenómeno irrepetible (Efe Eme) y Los Beatles Made in Spain (Milenio). En 2011 diseñó y fue el comisario de la exposición Los Beatles Made in Spain: Sociedad y recuerdos en la España de los años 60.

Ricardo Gil

Ricardo Gil Salinas (Zaragoza, 1969) Licenciado en Filología Inglesa, con estudios de Posgrado en Estudios Culturales y Crítica Literaria, ha participado en congresos de Cultura Popular y Semiología con trabajos sobre los Beatles, centrándose fundamentalmente en el análisis filológico de las letras de las canciones. Fue redactor jefe de la revista The Beatles’ Garden y actualmente ejerce de profesor de lengua inglesa, destacando en sus clases el uso las canciones pop y rock como instrumento de aprendizaje.

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