Blog Cuarta dimensión

por Carlos Bogdanich

cuarta dimensión

Una vida flatulenta

Del "Quién te a visto y quién te ve y sombra de lo que eras", pasaremos al dicho de "Quién te a olido y quién te huele y oxígeno que necesito"...

Hubo un momento en la historia en que las flatulencias fueron arma arrojadiza para mostrar el desprecioa nte algo "injusto".
Hubo un momento en la historia en que las flatulencias fueron arma arrojadiza para mostrar el desprecioa nte algo "injusto".
Ryan McGuire (Pixabay)

Del "Quién te a visto y quién te ve y sombra de lo que eras", pasaremos al dicho de "Quién te a olido y quién te huele y oxígeno que necesito"...

Según estudios científicos, la mayoría de las personas producimos de 0,5 a 2 litros de gas al día, y lo expulsamos en forma de eructos o flatulencias una media de 14 veces al día. La mayor parte de este gas no tiene olor, salvo lo que hayas comido, los seguidores de la Fabada y otras delicias similares, pueden dar fe del hecho.

Pero este fenómeno físico y natural, las flatulencias (vulgarmente pedo, peo o gases), tiene una larga y gasística presencia en la historia. Aunque es un producto del que sólo el que la emite siente satisfacción y regocijo, muchos grandes filósofos y literatos le han otorgado vital importancia en determinados momentos. Arstófanes le dedicó numerosos pasajes a las flatulencias, Dante Alighieri, Cervantes , Quevedo, Franklin (con su ensayo "Pee orgullosamente"), el Marqués de Sade, Cortázar y muchos otros, pusieron al pedo, perdón, a las flatulencias, en un insigne puesto asociado a momentos culmine de las personas y personajes de sus obras.

Fijaros la importancia presencial que tiene el flato, pedo entre nosotros, que ni las mascarillas más floridas consiguen alejarlos de nuestra respiración. Pero la cosa no se queda ahí, hubo un momento en la historia que fue arma arrojadiza para mostrar el desprecio y rebelión ante algo "injusto"...

Allá por el 1545, en el contexto de la Reforma Protestante, los campesinos alemanes expresaban con flatulencias su rechazo a una bula del Papa Paulo III, todo ello promovido por Martín Lutero.

Pero si las flatulencias nos traen a maltraer, qué decir de las deposiciones, entre nosotros caca, cosa también natural y a la que nos vemos obligados. También, según científicos estudios, cada ser humano produce una media de 150 gramos de heces al día, lo que supondría al cabo de una vida unas 4 toneladas. ¿Os imagináis la de miles de toneladas que se acumulan si juntamos a todos los integrantes de un gobierno que sólo hacen "cagadas?...

Felices pesadillas.

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