Blog Cuarta dimensión

por Carlos Bogdanich

Cuarta dimensión

La maldición de los brujos

La propia "bruxa", meiga o "bruxo", debe atenerse también a unas leyes inexorables del destino.

Un brujo en el bosque.
Un brujo en el bosque.
Pixabay

A lo largo de la larga historia de la Humanidad, han existido brujas y brujos que, basándose en anteriores conocimientos y ejercicio natural de sus poderes, han intentado y lo siguen haciendo, equilibrar en el plano humano las Leyes Naturales.

Académicamente se los denomina como "Personas que realizan actos de magia o hechicería para dominar la voluntad de las personas o modificar los acontecimientos, especialmente si provoca una influencia dañina o maléfica sobre las personas o sobre su destino."... Por ello, está claro que, por propia convicción, el brujo o la bruja, no debe influenciar maléficamente ni en los fines, ni en los medios. Es más, la propia "bruxa", meiga o "bruxo", debe atenerse también a unas leyes inexorables del destino. Si buscan el mal, en él lo encontrarán...

Hoy que estamos en "el todo vale" y no hay "inquisición" que las lleve a la hoguera, pero sigue existiendo entre ellos y ellas, una ética, comportamiento y acción que, de no ser respetado, las grandes fuerzas del Cosmos, le pasan "la minuta" a corto o mediano plazo.

Ojos brujos son magnéticos,

que te harán cambiar tu rumbo,

pero si en ellos no hay,

chispa divina de bondad,

ellos solos se quemarán.

Felices pesadillas, para los que lo sepan apreciar.

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