Blog Cuarta dimensión

por Carlos Bogdanich

cuarta dimensión

Sueño que estoy soñando

El ser humano le dedica más o menos, 25 años de su promedio de vida, a cerrar los ojos y vivir otra realidad.

Dormir, todos dormirmos. Pero, ¿y soñar?
Dormir, todos dormirmos. Pero, ¿y soñar?
Pixabay

Lo que para unos puede ser 'toda una vida, muchos se lo pasan durmiendo... Claro que a veces vemos gente que, aún despiertos, parecen que siguen en los "brazos de Morfeo", pero eso es harina de otro costal. El ser humano le dedica más o menos, 25 años de su promedio de vida, a cerrar los ojos y vivir otra realidad...

Es lógico, equitativo y saludable, que no haya ser que, de un tirón, se entregue a tal placer, ni colchón que lo aguante. Pero los datos ahí están y los números y las horas no fallan. Por eso fijaros la importancia que tiene en nuestra existencia el mundo onírico, ese mundo de los sueños que, en más de una oportunidad, nos habla de nuestra propia realidad.

Los sueños son como nuestra válvula de escape para nuestros impulsos reprimidos, si no soñásemos nos volveríamos locos, canalizan deseos, muestran nuestras carencias e incluso pueden llegar a profetizar acontecimientos. Hasta el azar y famosos inventos han nacido de sueños proféticos de personas que, para ello, estaban preparadas. Pero hay una ley fundamental para que ello se produzca y tengan buen fin, hay que tener "la cabeza fría y los pies calientes"...

Un aspecto a tener muy en cuenta es saber que la Mente no tiene nada que ver con el Tiempo, fuertes sueños que en la realidad duran escasos segundos, nos pueden transportar a vivenciar una vida entera.

Muchas importante universidades del mundo han dedicado y dedican departamentos especializados en su estudio y terapias. En mi larga experiencia como hipnólogo clínico, el factor onírico, tiene una gran importancia a la hora de hallar el origen de un problema y su correspondiente solución. Incluso te pueden informar de latentes complicaciones orgánicas que se están manifestando en el paciente. Nuestro cerebro es un "máquina" capaz de almacenar millones y millones de información que, bien por la interpretación de los sueños, bien por la inducción de las técnicas hipnóticas, abre los archivos internos del individuo y permite estudiar su comportamiento y resolución del mismo.

Un sueño profético compartido

Este es un caso que me tocó estudiar hace tiempo y que nunca olvidaré por su trascendencia onírica y emocional. Una persona, a la que llamaremos E.C., de unos treinta años y viviendo en Barcelona, llevaba varias noches soñando un mismo episodio. Se veía recorriendo a pie las Ramblas de dicha ciudad hasta que llegaba a la céntrica plaza de Cataluña, en ese instante se quedaba absorto mirando un gran reloj en la fachada de un edificio que indicaba las doce del mediodía. Hasta ahí el completo del sueño, pero su continua repetición despertó su curiosidad y un día se propuso realizar personalmente dicho recorrido, respetando el horario del sueño... Llegó exactamente a ese punto de la plaza, cuando las manillas del imponente reloj, marcaban las 12 del mediodía. Se tomó un respiro a la espera de algún acontecimiento inesperado, éste no se hizo esperar... Entre las numerosas mesas de una cafetería justo debajo del imponente reloj, vio a una persona que le hacía señas de que se acercase; la sorpresa fue mayúscula, la persona en cuestión era su antigua pareja que, por motivos que no viene a cuento, hacía muchos años se había distanciado sin tener noticias y por una obligada distancia oceánica...

Como es de imaginar, el reencuentro fue feliz, pero la cosa no acaba ahí... La sorpresa mayor fue cuando la persona en cuestión le relató que, también ella, llevaba varios días soñando con ese recorrido de las Ramblas y el reloj... A veces los sueños también tienen un final dichoso.

Cómo interpretar un sueño

Para interpretarlos sobre todo hay que hallar su origen, no todos son proféticos y su mayoría pueden estar producidos por estímulos ambientales como ruidos, luces molestas al dormir, temperatura. Por alteraciones físicas, como problemas circulatorios, bloqueos en bronquios y pulmones, alcoholismo, toxicomanía, alteraciones sexuales y frustración. Nuestra posición al dormir es muy importante, toda aquella posición que dificulte la respiración puede aportarnos desagradables pesadillas, incluso una opípara cena con su consiguiente mala digestión.

Descartados estos orígenes sé es muy valiosa la información que se obtiene de ellos, el buen terapeuta debe hacer una profunda evaluación del recorrido de cada uno, en pos de explicar su mensaje hacia el paciente y las alternativas a su cura. Yo no soy muy defensor de que nos limitemos a estudiar nuestros sueños con el simple hecho de consultar un "diccionario de los sueños" al uso, en más de una ocasión nos puede trastornar la realidad y confundir los mensajes. Todo debe ser tratado bajo el análisis de expertos en el tema.

Anecdóticamente recuerdo el haber leído una vez, en esos "libros de interpretación" que el "Soñar ser perseguido por la muerte personificada" es índice de que tendrá un matrimonio feliz... Que se lo cuenten a más de uno, de los divorciados que conozco, que le harás la vida más feliz...

Por eso siempre digo... ¡Felices pesadillas!

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