Blog Cuarta dimensión
por Carlos Bogdanich
cuarta dimensión
Entre lo patético y lo pirético
¿Sabes lo que en su origen significa aristocracia, imperio o dictadura?
Hoy, gracias a los "avances" de la moderna tecnología, tenemos la "fortuna" de poder hablar sin límites con la tarifa plana y demás inventos. Nos podemos alargar, en conversaciones fútiles, sin aparente perjuicio económico. Podemos llenar nuestro vacío existencial, con huecas conversaciones que no van a ningún lado. Pero aún hay algo mucho más gravoso, el uso de términos que, por desconocimiento, generan más descontento...
Se habla despectivamente de dictaduras, de imperialismos y totalitarismos, no sabiendo exactamente lo que significan. Si hablamos de Dictadura lo asociamos siempre a una cosa mala, cuando en realidad lo que significa es : el gobierno del que dicta; es decir, del que tiene la potestad legislativa, sistema de la mayoría de los regímenes democráticos, que legislan por decretos-leyes.
Lo mismo sucede, desde el punto de vita etimológico, cuando se habla de 'imperialismo', se le suele confundir con el colonialismo. Imperio viene de 'in-perare', o sea, prepararse para, organizarse. Y ni que hablar de "totalitarismos" o sistema totalitario, que en realidad es el que tiene la cualidad de mantener integrados o acogidos a todos los ciudadanos dentro de las diversas esferas laborales, culturales e institucionales. En un sistema laboral en el que no exista paro o desempleo será un sistema laboral totalitario.
Y ya "la guinda que colma el vaso", asociar la aristocracia como patrimonio de nobles o ricos, cuando en realidad 'aristos' significa el mejor, el más sabio. Cuando se habla de las clases ricas debiera hablarse de los oligarcas y cuando se habla de los nobles o poseedores de títulos, se debería decir como 'timarcas'. Ya Platón aclaraba que es incompatible el unir la palabra aristocracia con la riqueza material. Por lo tanto, y hablando con conocimiento de causa, el mejor gobierno sería el de los más sabios, el de los 'aristos'...
Y ahora vas a Twitter, Instagram y Facebook, y lo cuentas...
Felices pesadillas.
