Blog Cuarta dimensión
por Carlos Bogdanich
cuarta dimensión
"Cuando la mentira no vuela"
Observad más el cielo, los mensajes nos sobrevuelan.
La historia de los Ovnis (Objeto volador no identificado), en inglés denominado UFO (Unidentified flying object), no ha estado exenta de encubrimientos y estrategias políticas. A principio de 1950, y ante la oleada de avistamientos de ovnis que se estaban dando por el mundo, los EE.UU comenzaron a construir secretamente una aeronave con forma de disco, similar a las observaciones captadas por miles de ciudadanos.
El empeño fue máximo por parte de las autoridades, el gobierno y los militares, el "temor" a la llegada de un enemigo hizo que se decidiera la construcción de unas "similares" naves, a la compañía canadiense AVRO. La inversión fue multimillonaria y se llegaron a construir unos pocos aparatos pero que no dieron ningún resultado. Sólo podían elevarse unos pocos metros del suelo y su velocidad era mínima, todo un rotundo fracaso. Como diría el historiador griego Heródoto "El apresuramiento es padre del fracaso".
Pero hete aquí que, los poderes, supieron darle un giro a su favor aprovechando la contrariedad, inmediatamente declararon que los frecuentes avistamientos ovni que veía la gente, no eran más que confusiones con esa "nave" AVRO que, según ellos, existía desde hacía mucho tiempo y que era capaz de desarrollar velocidades de más de 2400 k/h. Durante varios años la Fuerza Aérea estadounidense tuvo éxito con su encubrimiento, pero la verdad no tardó en surgir. Ya, en 1960, el ejército tuvo que admitir que la susodicha nave AVRO fue un rotundo fracaso. "La mentira nunca es larga en días"...
Estamos en un año en el que los avistamientos en el cielo están creciendo en número y en efecto, quizá preámbulo de algo más importante que está por pasar. Sea como sea, desde las alturas algo está pasando, y si bien decía Machado "Después de la verdad, nada hay tan bello como la ficción", son nuestros ojos físicos y las experiencias, la que juzgarán lo que estamos viviendo. Observad más el cielo, los mensajes nos sobrevuelan...
Felices pesadillas.
