Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

la voz de mi amo

Paz, felicidad y buena música con Queen y She & Him

Ambos grupos vuelven con sendos villancicos navideños extraídos de sus antiguos repertorios y remozados para este final de década

Freddie Mercury, en un concierto
Freddie Mercury, en un concierto

Paz, felicidad y buena música. Tres deseos que cualquier melómano tendrá registrados con sumo agrado en su mente y en su corazón para cualquier fecha del año, y más aún para estos días navideños. Por supuesto, me cuento en el batallón de esta triada de deseos y ahí los lanzo con toda fuerza como felicitación de Navidad para todos los lectores de este blog, siguiendo la tradición establecida desde que Heraldo me abrió este rincón cibernético allá por el año 2009.

La triada de sinceros deseos la acompaño en esta ocasión con música de aquella inimitable banda que fue Queen, dueña del exceso pero también de una discografía llena de atrevimiento, originalidad, extravagancia, humor y, en muchos casos, de grandes canciones ya icónicas en la historia del rock, algunas de las cuales aparecieron en el año 1984.

Y es a este año, 1984, al que pertenece mi felicitación, si bien actualizada. Me explico en los párrafos siguientes. Cansados de Elektra, su editorial discográfica, rescindieron contrato previo abono de medio millón de dólares y ficharon con la americana Capitol, compañía con la que editaron su décimotercer álbum, The Works, mal acogido al otro lado del Atlántico y mejor en Inglaterra, donde llegó al número 2. Con el tiempo, uno de los álbumes clásicos de la banda de Freddie Mercury, no en vano estaban allí dos de sus éxitos más potentes: Radio Ga Ga y I Want To Break Free. El primero, un tema con su curiosa historia detrás: compuesto por el batería Roger Taylor, este se inspiró en una frase de su hijo Felix, quien un día, oyendo la radio, escuchó una canción que no le gustaba y le soltó a su padre que aquello era ‘radio ca-ca’. Al padre le hizo gracia la definición y enseguida se puso a trabajar sobre una canción que recogiera aquello que su hijo había definido como música del retrete, si bien para no cabrear a las emisoras y, por tanto, que vetaran la canción y el disco, cambió ca-ca por ga-ga, y, esas casualidades de la vida y de la historia musical, no solo dio con un gran hit sino hasta con el nombre de una luego popularísima cantante. Ya puede adivinarse: Lady Gaga.

The Works llevó a Queen por Estados Unidos, Europa, Sudamérica y, por vez primera, a Sudáfrica, visita esta última que le costó improperios y hasta una multa del sindicato de músicos británicos. Obvio, el país africano vivía los días álgidos del apartheid y de la campaña occidental contra aquella ignominiosa discriminación del pueblo negro en una ex colonia de la Commonwelth. Mas Mercury, como haría Paul Simon, justificó sus conciertos en Sudáfrica como mejor sistema para condenar desde dentro y de cerca el gran problema que allí se vivía.

Queen era entonces una gran turbina musical y hasta ideológica. El cuarteto no solo editaba discos a su nombre sino que varios de sus miembros andaban en lo mismo a título particular, buscaba como ensamblar sus canciones con la película Metrópolis de Fritz Lang, giraba por medio mundo, sus integrantes colaboraban con otros músicos, Mercury aparecía en Vogue luciendo diamantes, Brian promocionaba una empresa de guitarras, el grupo grababa en Montreal su primer concierto en vídeo… y hasta se reían de ellos mismos con aquel video ‘marujo’ que rodaron con una de sus canciones extraídas de The Works que alcanzó difusión masiva en tiempos boyantes del clip musical: I Want To Break Free. ¿Quién no recuerda a Mercury disfrazado de mujer con una pelucón, la bata y los rulos de Brian May o John Deacon transmutado en abuelita de 80 años? En realidad, una parodia de la serie Coronation Street y por ende de la familia real. A Queen, pese a las críticas en algunos casos sangrantes, no se le ponía nada por medio.

Eran atrevidos y con ese atrevimiento, y muy lejos de su camino y del espíritu abierto en el rock de los setenta, entre el rock, el heavy, la electrónica y el vodevil, decidieron volverse navideños y grabar su primer disco con esta temática. Pero, ojo, que se pusieron los gorritos de Papá Noel en pleno verano de aquel año 84, grabándolo en la distancia: Mercury desde Munich, donde preparaba su primer disco en solitario Mr. Bad Guy, y el resto desde Londres. A finales de noviembre, publicaron Thank God It’s Christmas. Era su vigésimo séptimo single, con no mucho éxito, pero allí quedaba su firma navideña y al tiempo una golosina para coleccionistas, con el villancico en la cara A y Man On The Prowl y Keep Passing The Open Windows, ambas de The Works, en la B.

Queen single navideño.
Queen single navideño.
Matías Uribe

El villancico, obviamente, nunca apareció en álbum alguno de estudio. Solo lo hizo en el recopilatorio Greatest Hits III y en la cara B del single A Winter’s Tale (1995). En 2011 se adosó como EP de la reedición ‘deluxe’ de The Works y ahora, 35 años después, Brian May y Roger Taylor han encargado al diseñador gráfico Justin Moon una recreación animada para estas navidades que cierran la década actual a través de un clip en versión ‘limpia’ y otra subtitulada. En palabras de ambos, recogidas en la web de la COPE, lo han hecho porque se trata de unas fechas muy esperadas y como llamada de atención animalista. Roger Taylor: “Irónicamente, la Navidad suele ser un momento muy estresante para tantos de nosotros. Tantas emociones, recuerdo alegres de navidades pasadas cuando éramos niños felices y adultos/padres responsables. Es maravilloso cuando llega por fin”. Brian May: “El video va un poco más allá al incluir un recordatorio sutil de que nosotros como personas necesitamos ahora mismo sentir la responsabilidad de cuidar de todas las criaturas de la Tierra, no solo por nuestro propio beneficio, y el de nuestros nietos, sino por el propio respeto a los derechos de los animales”.

Con este vídeo, pues, reitero mis felicitaciones navideñas, pero también añadiendo una propina de mis adorados She & Him. Llevan tres años sin grabar disco nuevo, precisamente desde que hicieran aquel segundo álbum dedicado a la Navidad con el título de Christmas Party, pero la pareja formada por el músico M. Ward y la conocida actriz Zoey Deschanel, a la que ya le he dedicado atención en tres ocasiones en este blog

se han embarcado en una gira navideña por platós y escenarios con aquel disco de 2016 y hace unos días pasaron por el late night del norteamericano Jimmy Kimmel, en la ABC, y nos dejaron un villancico de aquel primer álbum, A Very She & Him Christmas (2011) y no del segundo, como anuncia el presentador. Una moñada de canción dirán algunos, pero a mí particularmente me siguen encantando con aquel resabio sesentero y su sonido spectoriano. Bueno, pues eso, felices fiestas, y mucha paz, mucha salud y que siga sonando buena música en vuestros reproductores.

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