Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

Los Twangs, adictos al vinilo y al rocknroll clásico

El grupo zaragozano edita su cuarto álbum, naturalmente en el viejo formato de LP.

La nueva formación del grupo zaragozano Los Twangs, con la incorporación de la cantante Esther.
Los Twangs, adictos al vinilo y al rocknroll clásico
Beatriz Pitarch

Con quince años de trayectoria, tres elepés previos y una buena colección de singles, Los Twangs, originarios de Zaragoza, quizá sea el único grupo, o uno de los muy escasos en España, que prioritariamente editan sus trabajos en vinilo. Son adictos al viejo formato en el que se editaron las más grandes y ya históricas canciones del pop y del rock, lo que no significa que renieguen del CD, los USB y otros artilugios traídos por las nuevas tecnologías, sino simplemente que es su devoción y su ADN musical.

En este formato, en vinilo, y ya sin incluir su correspondiente espejo en digital, acaban de publicar su cuarto álbum titulado ‘Boom cha cha boom!, con doce canciones ajenas, extraídas de los repertorios más dispares, desde Mel Tormé y Louis Armstrong a Johnny Kidd & The Pirates, los Beatles, Brenda Lee, Helen Shaphiro, Serge Gainsbourg… y el debut discográfico junto a ellos de la cantante Esther. Beatriz Pitarch ha aportado unas estupendas y divertidísimas fotos en blanco y negro en la hoja interior de créditos mientras Carmela Maracas se ha encargado del siempre colorido diseño de las carpetas de Los Twangs. El disco se ha grabado en los estudios Lacasia de la Música, ubicados en Yeste (Huesca), con Sergio Lacasia y Ely Agramunt a los mandos técnicos y de producción. Sonido excelente y, como siempre, el sello malagueño Sleezy Records, con acreditada reputación en el mundo más genuino del rock’n’roll, lo acoge con mimo y consideración.  Obligado: Los Twangs es especie musical a proteger.

Quizá la principal novedad sonora del LP no sea la de las versiones –que ya han realizado antes de manera considerable- sino el viraje que el ahora quinteto ha dado del rock surf-garajero de los discos anteriores a, digamos, un pop más efervescente de los sesenta. Francho Angás, el guitarrista y alma mater del grupo, lo explica así: “Sólo puedo decir que no ha sido un plan premeditado.  Tras quince años como Los Twangs, era necesario reinventarnos y la aparición de Esther nos ha servido como excusa para abrir nuestro repertorio hacia campos que también nos gustaban pero que eran difíciles de encajar en Los Twangs originales.  Nuestro tercer LP ya supuso un cambio de aires aún manteniendo el espíritu de Los Twangs y este cuarto disco grande junto a Esther ha servido para consolidar un nuevo proyecto en el que Los Twangs siguen estando visibles, pero nos abrimos a otras posibilidades”.

Llama la atención que el disco se base por completo en temas ajenos: “Bueno, siempre hemos sido una banda de meter muchas versiones en nuestro repertorio, aunque tengo que decir en nuestro favor que nunca pretendemos imitar a nadie y siempre llevamos las canciones a nuestro terreno. Creo que ahí reside la gracia del asunto.  En nuestro último EP como Los Twangs ya nos dedicamos al cien por cien a las versiones, y en este disco ha primado el buscar un estilo propio junto a Esther, antes que ponernos a componer.   Supongo que los temas propios llegarán por sí solos en breve”.

Parece que no ha habido un hilo conductor, un criterio fijo, para la selección, que todo ha sido aleatorio y espontáneo… “En efecto, no ha habido un criterio específico en la selección. Ha habido temas que se han desechado, o bien porque no estaban maduros o porque no acababan de cuajar.  Este proyecto junto a Esther bebe de los ritmos latinos, del rhythm & blues, del pop femenino de los 60´s, pero también del rock´n´roll, y no podemos eliminar el trasfondo surfer-garagero que antes comentabas. Creo que la mezcla de todo esto es lo que le da un aire novedoso al asunto, no sonamos como una banda de ‘revival’ ni tampoco pretendemos hacer un ejercicio de estilo. Ya se sabe, ‘That´s just rock´n´roll but I like it!’".

Sorpresa: al cabo de tantos años, uno descubre que el famoso ‘Dile’, que aquí popularizó Luis Aguilé y cantó Karina, tuvo una trasposición, si no un plagio descarado, de la original de The Exciters por parte de Helen Shapiro y su ‘Not Responsible’ que aquí se versiona… ¿Cómo se ha llegado a ella y por qué no reproducir la original, ‘Tell Him’? ¿Hay en cierto modo una faceta pedagógica en Los Twangs?. “(Risas). Creo que hay mucha razón en ambas cosas, está claro que ambos temas tienen mucho en común, supongo que habrá que preguntar a los autores quién se fijó en quién. Sobre la faceta pedagógica, indudablemente existe, somos muy de presentar nuestras canciones en los directos contando historietas sobre las mismas (más risas), recuerdo que en nuestros primeros años como banda nuestro lema era ´¡Hay que devolver el rock´n´roll al pueblo!´”.

También sorprenden en medio de este panel de viejas piezas la versión de la popular ‘Muñeca de cera’ de la fallecida France Gall, compuesta por Gainsbourg, pero cantada en inglés, o ‘Quién será’, que en los sesenta se escuchaba mucho en bodas y orquestas de baile, versión Pérez Prado o Los Albas. ¿Son aportaciones de Esther o digamos cesiones para que ella se sienta más cómoda cantando con vosotros? “Son el resultado de buscar un repertorio en el cual nos sintiésemos cómodos con Esther. Nosotros somos cuatro mardanos que somos amigos desde la adolescencia; ella, de repente, se ha encontrado con este pastel y teníamos que buscar puntos en común. Nuestro asunto con Esther surgió por casualidad, con unas simples colaboraciones y poco a poco ha ido derivando en un proyecto sólido. Desde un principio creo que vimos que la voz de Esther era perfecta para los temas latinos y más pop. De hecho, mucha gente se ha extrañado que en este disco no se prodigasen más temas de estos estilos, pero no nos volvamos locos, tampoco pretendíamos encasillarnos. Nos empeñamos en seguir siendo una banda de rock´n´roll”.

¿Quién es, por cierto, Esther? “Pues una chica que viene de un combo de swing de Zaragoza llamado Swind Garret; nunca antes había puesto sus cuerdas vocales al servicio del rock´n´roll y creo que eso se nota porque a la hora de cantar tiene matices y giros que no son nada habituales. Para Los Twangs, Esther ha supuesto lo que la cebolla a la tortilla de patata. Sigue siendo tortilla pero ya no sabe igual”.

Lo que está claro es que el hábitat de Los Twangs es el sonido de hace cinco o seis décadas… “Nuestro hábitat es el siglo XXI pero indudablemente nuestros gustos musicales y nuestra pasión está en la música de la segunda mitad del siglo XX.  No pretendemos ser un grupo de ‘revival’, simplemente hacemos la música que nos gusta y le ponemos la actitud adecuada en los directos. Como dije antes, esto es rock´n´roll, le podemos poner toda la filosofía que queramos pero al final solo es música para bailar alrededor de la hoguera y desparramar un poco. Esto se inventó hace milenios, solo que con guitarras eléctricas mola más”.

Y en tiempos de raperos, reggetoneros, otés y demás parafernalia, amén del desinterés de la gente joven por la música del pasado, ¿estimula, o se hace muy cuesta arriba, salir a la palestra con un espíritu ‘vintage’ como el vuestro? “Sobre reggetoneros y música de esa que ahora suena por la radio… bueno, voy a ser amable, nosotros apostamos por la música hecha con las manos, con instrumentos de madera y metal, eso ni va con nosotros ni nos interesa lo más mínimo.  El rap, pues lo mismo, no es nuestra liga.  Y sobre la gente joven pues diré que me da mucha pena, les ha tocado vivir en la era de la desinformación, la facilidad de conseguir música y la cantidad de oferta que se les pone en los morros hace que, salvo honrosas excepciones, la gran mayoría no se enteren de nada. Los medios de comunicación juegan un papel fundamental pero están supeditados a intereses comerciales y hay poquísimas opciones realmente independientes que fomenten músicas de fuera del circuito ‘mainstream’. Pero no quiero parecer pesimista: los chavales que se interesan en estos asuntos suelen estar hoy en día a años luz de lo que fuimos nosotros, la mayoría de músicos jóvenes que van apareciendo tienen un nivelazo increíble, y nos dan sopas con honda a los viejos carcamales que seguimos con un pie puesto en el siglo XX y que aprendimos como se coge una guitarra con la táctica de prueba/ error”.

La unión de Esther al grupo no significa que el grupo como tal se disuelva… “No, no. Aunque ahora estamos volcados en Esther & Los Twangs, el proyecto original de Los Twangs sigue también adelante, y ambas posibilidades se contemplan en nuestro repertorio. Quisiera aprovechar a este respecto para decir que estamos muy agradecidos a todos los que siguen apoyando a Los Twangs, tras quince años en la carretera, tanto en los conciertos como en medios como este. Un placer hablar de nuestro disco y de música así, no se nos dan muchas oportunidades para ello últimamente”.

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