Quizá que con esta 'encendida discusión' vía Facebook con uno de los promotores musicales más importantes de Zaragoza, Chema Fernández, capo de Antípodas Producciones, se entiendan algunas de las claves de por qué las fiestas del Pilar son tan musicalmente birriosas y cómo han decaído por culpa básicamente de la privatización de carpas, plazas y programaciones varias, el desentendimiento del Concejo y el recorte de grandes figuras de verdad -no los bisbales, chenoas, kaseos y demás morralla-, que pasaron a la historia. Y ello, por un Ayuntamiento pseudo podemita al que, a nivel general político, se le ha llenado la boca con lo de la defensa de lo público y su fusilería contra lo privado en lo público, dígase la sanidad, por ejemplo.

Quizá quede un tanto embrollado o latoso de leer, si es que alguien tiene paciencia e interés, pero ahí va el debate, troceado para que no se atragante en cuatro partes porque Facebook no permite enlazar directamente con una parte de un hilo, sino con el hilo completo, y lo escrito previamente en ese hilo no viene al caso, que es la contratación de Jane Birkin con orquesta sinfónica en la plaza San Bruno, el próximo sábado día 13.

Un desatino, a mi entender, por el ‘progreta’ ánimo de llevar gratis la cultura a la calle, en este caso, la música de alto nivel de sensibilidad, aunque se oiga mal, te hieles de frío, la gente vaya y venga como en una verbena, hable alto, los niños correteen, y no haya comodidades de asientos, aseos, visibilidad, sonido..., una forma de estropear la música si no se hace bajo estrictas condiciones de seguridad sonora, y a poder ser climática e infraestructural, cosa difícil de conseguir en una plaza y en estas fechas zaragozanas. Por la misma razón, ¿por qué no llevar los lienzos del Prado o los incunables de la Biblioteca Nacional a la calle?

Aunque lo peor, en general, no es esto, porque lo que realmente está deteriorando las fiestas musicales –elocuente ese casi 50% de la encuesta de Heraldo que este año, ya, a priori, las ha calificado de malas o muy malas- es la privatización. Sí, la cesión de espacios a la iniciativa privada y a las emisoras de radio que hacen de su capa un sayo en defensa de sus intereses privados, ya sean económicos o de audiencia, lo que repercute en el bajón brutal de calidad que vienen dando desde hace años, lo mismo con el PP que después con el PSOE y ahora con ZEC, que le han dado la puntilla, con un Rivarés de concejal de fiestas y Cultura, que es lo peor que le ha caído en suerte a esta ciudad en años.

Esto no es lo que fue, ni menos lo que se esperaba de una izquierda que habla de progresismo, defensa de la Cultura y bla, bla, bla. Mentiras y demagogia. Y pereza y dinero: Tome usted este recinto o esta plaza y meta en él lo que le dé la gana y déme a cambio un canon. Es decir, los técnicos, que antaño sudaban para hilar una programación coherente y dirigida desde el Ayuntamiento, rascándose la tripa, el concejal desinhibiéndose  de sus obligaciones y el Ayuntamiento haciendo caja. Y, por supuesto, los promotores llenándose los bolsillos con actuaciones de medio pelo y los peñistas despeñados. Capitalismo salvaje puro y duro. Muy edificante.

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