Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

Los museos de Héroes del Silencio (I)

El coleccionismo en torno al grupo zaragozano, pese al tiempo y a su larga ausencia, aumenta. ¡Y han pasado 22 años desde su disolución!

Concierto de Héroes del Silencio en Valencia.
Concierto de Héroes del Silencio en Valencia.
Pablo Ferrer

Me llega un mensaje de un coleccionista de Héroes, impulsor de un foro sobre el grupo zaragozano, en el que me pide información sobre un disco pirata del que apenas hay datos fiables e interesa sobremanera a las decenas de miembros de ese foro, según recalca el autor del mensaje. En concreto del disco ‘The Marquee’.

Los museos de los Héroes del Silencio (I)

Siento, en cierto modo, decepcionarle. Leída su petición, saco el disco de mi estantería para cerciorarme bien de la respuesta, y, en efecto, no es un disco pirata en toda regla, sino un disco casero, es decir, un CD-R, o por mejor decir, un CD-R + DVD-R doble, toda vez que recoge la grabación en vídeo y audio del concierto que el cuarteto dio en el famoso Marquee londinense, el día 28 de junio de 1992, exactamente –anecdotario personal- dos semanas después de que yo los siguiera en Berlín, donde les entrevisté, comí, bueno, más bien tomé el postre porque me fui a visitar museos y llegué tarde, les grabé en el Tempodron, cené con ellos en la concurrida fiesta post concierto y luego, en mi habitación del hotel, mantuve una larga charla con Bunbury hasta altas horas de la madrugada.

Los museos de los Héroes del Silencio (I)

El disco, como decía, es un doble que salió de la grabación completa que un empleado de EMI realizó en Londres, ubicado al lado de la mesa de sonido. El DVD incluye incluso una toma de la prueba de sonido, con ‘Hace tiempo’ en instrumental, sin Bunbury, y ‘Nuestros nombres’, ya con él. El CD, solo incluye el audio, con las 14 canciones que interpretaron en medio de un sonido aceptable, aunque a Bunbury se le entendieran deficientemente las letras, y en este orden:

Nuestros nombres. Hace tiempo. Despertar. Oración. Entre dos tierras. Malas intenciones. Hechizo. Olvidado. Maldito duende. Decadencia. Con nombre de guerra. La herida. El cuadro. Hologramas.Ni en contraportada ni en interior aparecen estos títulos.

Los museos de los Héroes del Silencio (I)

La persona que grabó el concierto luego lo trasvasó a esta coqueta edición casera, replicando después varias copias que amablemente distribuyó entre allegados. Un trabajo, ciertamente de orfebre, amanuense, pero, eso, casero, sin prosapia de ‘oficialidad’, lo cual no le quita interés, especialmente entre el hambriento círculo de coleccionistas del cuarteto zaragozano. Otra cosa son las ediciones que he visto por ahí, especialmente del vídeo, copiado del original, con peor calidad y a precio abusivo. En fin, ya se sabe el vampirismo que circula en el mundo del pirateo.

Los museos de los Héroes del Silencio (I)

En cualquier caso, resulta asombroso este interés que, pese a los 22 años que ya hace que se rompió el grupo y pese a solo haber grabado cuatro discos en estudio, lejos de disminuir sigue in crescendo, de tal manera que sin ningún género de dudas Héroes es el grupo español más ‘perseguido’ por los coleccionistas. Algo grande debió hacer, ¡y ya lo creo que lo hizo!, cuando aún mantiene esa legión de seguidores por medio mundo. Seguidores que a lo largo de los años ha logrado crear una red de museos de Héroes, donde se custodia todo tipo de material, su memoria.

Los museos de los Héroes del Silencio (I)

No he sido nunca fetichista, si acaso coleccionista, pero con medida. Quiero decir que no me han interesado los objetos ‘per se’, sino el contenido de esos objetos, la música y la imagen, en el caso de los cedés y los deuvedés, o los textos, en caso de un libro o una revista. O sea la esencia, de tal manera que nunca se me ha ocurrido comprar un mismo disco diez veces por el mero hecho de diferir en detalles como el país de publicación, tratarse de una reedición o de una adaptación de mercadotecnia realizada por un periódico (El País, por ejemplo).

Me gustan los discos como las chuches a los niños, pero no el coleccionismo fetichista, mas lo entiendo, porque coleccionar, como ha escrito el escritor islandés Arnaldur Indridason, es crear mundos, pequeños mundos donde los símbolos reales se convierten en habitantes del mundo particular del coleccionista. Un sueño, un entretenimiento (caro a veces), en suma, que en muchos casos tiene poder terapéutico o evasivo, que bastantes son ya los problemas y quebraderos de cabeza que nos da la vida diaria o los malditos políticos. Y el mundo de los Héroes es un excelente refugio para protegerse de ‘malos rollos’ o para cultivar devociones que de una manera u otra han marcado la vida de muchas gentes.

En la próxima entrada recogeré algunos testimonios de estos custodios del tesoro de Héroes, de sus museos particulares, que increíblemente son numerosos y hasta fastuosos. Antes, dejo una canción, ‘Despertar’, de aquel concierto.

- Ir al blog 'La voz de mi amo'

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión