Motivos naturales

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Los estampados son otra forma de llevar las plantas al hogar, con vivos colores en tejidos


La relación de la naturaleza con las telas es agridulce. No hay motivo más repetido en decoración que hojas y flores. Y pueden verse en cojines, cortinas, alfombras y tapicerías. Por desgracia, esos estampados pueden ser también muy dañinos para el medio ambiente y se produce entonces la paradoja del hogar con motivos naturales que sin embargo no protege el medio ambiente.


COMBINAR. Se puede arriesgar con tejidos siempre que se siga un patrón, con colores complementarios (en la foto) o análogos. La imagen es de Wild Lamp Shade Designs


Pero filosofías aparte, añadir esa nota de color en salas de estar y dormitorios es siempre un acierto y dejarse llevar por los motivos que más nos gusten, también. ¿El truco? Elegir la gama de colores y jugar con ellos. Lo mejor es no comprar al tuntún y, sobre todo, aceptar que a mayor tamaño tiene el objeto estampado, más mandará sobre el resto: las cortinas llamativas serán clave para elegir después los cojines, por ejemplo. Para combinar colores existen tablas que se pueden consultar en internet, con tonos análogos, complementarios... Un ejemplo de complementarios sería el turquesa, naranja y violeta. Por análogos, serían diferentes niveles de gris, o de verde, o de azul...


También ayuda que haya un nexo común entre ellos:si unas cortinas son estilo tropical (muy de moda ahora), el cojín puede tener tonos verdes vivos también. Un consejo es evitar el estampado en el sofá y centrarse en los cojines. Así, será más fácil combinar todo.


Un poco de historia...


La moda de los estampados surgió, como la mayoría de tendencias en decoración, en el siglo XVIII, cuando la industrialización revolucionó la producción de telas de algodón. De ahí la fastuosa riqueza que llegó a esos estados sureños de Estados Unidos y que se plasman en la película 'Lo que el viento se llevó', donde pueden verse decoraciones florales. Más importante fue la producción en masa que se logró gracias a la industrialización de los telares y que permitió, por ejemplo, que las clases populares empezaran a tener cortinas, antes solo reservadas a los ricos.


Estos, sin embargo, seguían por delante y a las coloridas cortinas añadieron papel de pared cada vez más vivo, multitud de cenefas..., hasta crear cuartos muy abigarrados donde los motivos naturales destacaban, moda muy común en Inglaterra, Francia y Norteamérica. El papel de pared fue una tendencia que tardó en llegar al resto de Europa (Alemania, Austria e Italia), pero que marcaría el estilo del siglo XIX.


El gran cambio llegó con la tendencia 'arts and crafts' o 'artes decorativas', en pleno apogeo desde principios del siglo XX, cuyo empeño era llevar las maderas, motivos naturales y los tejidos al hogar. Combinaciones que siempre dan buen resultado.

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