Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

Todo va a mejor, excepto alguna cosa

Empiezo blog en 20Minutos así que antes de arrancar actualizo este de Heraldo.


Al alba... por la tarde.


Blogs perdidos por los espacios infinitos bla bli blu.


Donde siempre hay alguien.


Donde viven las últimas letras, que serán las primeras.


Adn nuevo, dos letras más, crea una personilla total.


Desde la última entrada, de marzo, ha caído Cataluña, y España con ella. El procés aquel ya pasó, y ahora van a ser las elecciones. El 21D. Todo eso. Todo abruma. La historia y las reparaciones, la lista de la compra y el misil coreano que nos sobrevuela. Lo que dice el FMI y este ápice de brizna de hierba... seca.


Pasó eso y todo ha quedado semidolorido. En una expectación ya vagamente cansada.


He escrito un libro sobre Luis Buñuel, y eso ya me redime en parte. La vida abecedaria numérica. Ni un pajarillo cae sin permiso. Hasta el último pelo pasa por el bigdata universal. Era prerrobótica. Avisos de lo que ya ha sucedido. Posverité.


Esta temporada procés ha coincidido con la sequía... en este blog hay una entrada de rogativas de hace unos años. En este postmundo ya no están Labordeta ni Félix Romeo ni Javier Tomeo. Ahora ya no está Alfredo Castellón.


Pero... ¿cuánto dura la muerte?


Ahora, en este diciembre cualquiera de nervios y tensiones, un tarado ha matado a tres personas por tierras de Teruel: dos guardias civiles y un nieto del Pastor de Andorra, José Iranzo. Matar a un pastor de esa estirpe es, en Aragón, un crimen de Estado. Y dos guardias civiles. Triple crimen de Estado.


El fiasco del procés, que casi se nos lleva por delante, ha hecho evacuar a miles de empresas.


Por el juez han vuelto los bienes de Sijena, medio desportillados, pero han vuelto.


En esta conmoción estamos, con aquella crisis devastadora que aun colea, terribles latigazos, mundos en disrupción, todo bailando.


Es la aurea precaritas que nos zarandea.


Pero, como dice Pinker, todo va a mejor. A gran escala.