Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

Pilar 2016: la farsa de Podemos

¿Dónde está ese 'clásico' de esta época del año comentando las músicas del Pilar? La pregunta me llega vía correo electrónico desde el teclado de un móvil. Y no me pilla descolocado. Llevo varios días dándole vueltas al asunto, pero ya el año pasado -¿o fue el anterior?- cancelé el comentario tópico de este blog por cansancio, por estrellarme definitivamente contra la cruda y terca realidad, contra el muro insensible a la música de un PSOE y un infausto concejal, Jerónimo Blasco, echado en brazos de la incompetencia y la empresa privada, o por mejor decir, en el de las dichosas radiofórmulas, las peñas y los programadores particulares, más atentos todos al bolsillo y la propaganda que al aura.


Un modelo perfecto para atizar la morralla y la vulgaridad, de desentenderse de la obligación cultural –por lo menos, en el viejo catecismo 'progre'- para con la ciudadanía de cualquier partido de izquierdas que se precie. No era el modelo primigenio de las fiestas del Pilar, el de los 80 y primeros 90. Bien lo recordarán los veteranos del lugar. Se había pasado a otro modelo deteriorado y en extinción, aunque las calles cada año se pusieran y se sigan poniendo a reventar. ¿Para qué pues seguir dando la vara si no había nada que hacer? Me rendí.


Y seguía rendido hasta que me ha llegado el correo amigo… Aunque de forma animosa le he contestado. ¿De qué te quejas? ¿Ausencia de grandes figuras? Pues si están Queen, Springsteen y Abba… Ah, ya sé, no son los originales, son dobles, esos clones de las bandas tributo, que hasta llenan pabellones y, tal y como está el patio, y aun ejerciendo la suplantación y dan qué pensar en el presente y en en futuro de la música, como explicaba días atrás, rellenan viejas nostalgias, alimentan emociones y al menos le ponen la zancadilla a raperos, triunfitos, reggaetoneros y demás ralea. Tontas ocurrencias mías, por decir algo, pues poco hay que decir: el panorama, si se mira al cielo y a sus estrellas musicales, está oscuro de tormenta.


Lo de años atrás, simplemente. Por eso el 'clásico' no salía a la luz bloguera. Pero, aparte del dardo del amigo electrónico, hay un detalle que mascullo y que definitivamente me anima a lanzarme de nuevo a la arena, eso sí, con el carcaj cargado y bien blindado por lo que pueda venir. Ese GRAN detalle es que ahora la programación pertenece por acuerdo de partidos a los chicos de ZEC, o sea, los de Podemos en Zaragoza, esos chicos de la nueva política, de la revolución de las ideas, 'la gente', el cambio y no sé cuántas zarandajas más…


La misma idiocia de siempre, la misma ineptitud, el mismo mal gusto, la misma venta al diablo de la desidia y de lo privado, ellos que quieren municipalizar depuradoras, autobuses… y hasta los trajes de baturro si se ponen a tiro.


Sí, un fanal de actuaciones por todos lados, un revoltijo de mil colores, pero, salvo honrosas excepciones, la irrelevancia mayor en cuanto atractivo y oropel, que en tiempos, cuando venían James Brown, The Wailers, Dire Straits, Tina Turner, Spandau Ballet, Inmaculate Fools…, o traían figuras del blues y del jazz internacional, era casi moneda corriente.


Es verdad, los tiempos han cambiado y ni aquí ni fuera de Zaragoza es ya posible aspirar a unas fiestas con grandes estrellas que singularicen estos días, que es lo propio de unas fiestas mayores y solo se dan una vez al año. No hay dinero, ni figuras, ni disponibilidad, ni ganas. Así que ni Beyoncé, ni Taylor Swift… ni los mismos Rolling Stones que ruedan por los desiertos de Nevada. Lo de las estrellas ya es pasado.., pero a algo con cierto nivel sí se puede aspirar.


Mas, por ahora, hay que conformarse con el batiburrillo de nombres medianos que en cualquier momento pueden asomar por la ciudad, pasando inadvertidos por cualquier sala pequeña aunque ahora figuren en letras de molde en el fastuoso y tradicional programa de mano del Ayuntamiento (en esto el nivel sigue muy alto). Lo que no significa que en una plaza o en una carpa, alguno de esos nombres completamente desconocidos o casi, dé la sorpresa.


Pero no, no es eso. El PP se cargó la música del Pilar en los años que le tocó gobernar, el PSOE le hincó el rejón y ahora los de Podemos el 'errejón' definitivo. Es el turno de la nueva política... ¡Juá! La risa revienta los bronquios cuando aparece el concejal de fiestas, Rivarés, sacando pecho y hablando de unas fiestas renovadas, para todos, descentralizadas y bla-bla-bla. El mismo mantra de siempre, la misma vacuidad... la fiesta de la farsa y el cinismo.¡Ándale!




Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión