Una década musical, la de los sesenta en España, como ya he escrito alguna vez, minusvalorada e incluso ignorada por nuevas y no tan nuevas generaciones. Es mi percepción, que procede, entre otros factores, de lo poco que se escribe de ella en revistas especializadas y no digamos en medios generalistas, de su desaparición en radios y televisión y del gesto mohín de algunos críticos y aficionados hacia ella. Qué le vamos a hacer…

Mas no muere. Y no ya la general, la que se hizo en todo el país, sino incluso la local. Y, como ejemplo, la coincidencia coyuntural de tres proyectos en Zaragoza sobre los conjuntos y los artistas que le metieron ritmo y color a aquellos años tan grises en lo político y los social. En el Centro Cultural de las Esquinas hay una magnífica y didáctica exposición de fotografías de conjuntos musicales de la ciudad que con mucha paciencia ha recopilado y ordenado Pascual Orduna, experto en exposiciones fotográficas del barrio de Delicias, donde está ubicado el Centro Cultural Las Esquinas.

La exposición, dividida en dos plantas, muestra un buen número de murales fotográficos sobre artistas como Rocky Kan o Gavy Sander's así como fotos de una infinitud de conjuntos: Kiowas, Pony's, Junglas, Nápoli, Bucaneros, Rocas Negras, Kracks, Grupo 70…, una cuenta muy larga que revela el estropicio guitarrero que se armó en esta ciudad en la denominada década prodigiosa. La exposición, abierta a comienzos de septiembre, cierra a finales de este mes de octubre.

Por otro lado, se está preparando una edición en vinilo de todos los discos que grabó Rocky Kan, pionero del rock en esta tierra y en España –fue el segundo solista, tras Chico Valento, en grabar, adelantándose a Mike Ríos- a través de un doble LP y CD, con fotos y portadas de los discos. La edición la está confeccionado el Club de Amigos del Disco de Linacero en unión con la misma familia del rocker. Será la primera vez que su música –los siete EPs y un single que grabó- salga de nuevo a la luz. Hasta ahora, desde que desapareció de la circulación en los sesenta, todos los discos de Rocky estaban sepultados cuando no reducidos al sector del coleccionismo, donde se cotizan a precios desorbitados. Un ejemplo: el EP 'Sheila' figura en estos instantes a un precio de 100 euros en la conocida web todocoleccion.com.

Y finalmente, y no se tome como propaganda sino como mera información, quien suscribe está absorbido en la confección de un grueso libro sobre los artistas y los conjuntos zaragozanos de la época, desde Chico Valento, que abrirá la década hasta Luciana Wolf y Pilarín Lasheras que la cerrarán, pasando por Rocky, Baby, Nelo, Gavy Sander's, Licia, Elia Fleta, Luisita Tenor, Teresa María, Pili y Mili, José María Dalda y toda la pléyade de conjuntos con los que ha sido posible contactar. Biografías y fotos en abundancia.

Además se incluirá un extenso capítulo sobre la década, vista desde el punto de vista social, político, cinematográfico… y sobre todo musical, con especial atención a la vida y costumbres juveniles de la época: zonas de ocio, discotecas, guateques, tocadiscos, sinfonolas, radio, hippies, moda… Un grupo de expertos, que vivieron la época y tuvieron contacto musical con los conjuntos y los abundantes festivales que se celebraban en la ciudad en los cines Pax, Dux, Madrid, Teatro Principal…, aportará su visión particular y sus vivencias de aquellos años. En concreto, el catedrático universitario y escritor Agustín Sánchez Vidal, el periodista Luis del Val, el abogado Juan Segarra, el prestigioso cantante de ópera Carlos Chausson, el recuperador de recuerdos, como él se autodenomina, Rafael Castillejo y su visitadísimo desván de Internet, el psiquiatra Miguel Ferrández, el locutor y presentador de numerosos festivales de la época José María Pemán, el catedrático de Arqueología Manuel Martín Bueno, el abogado urbanista Miguel Ángel Camarero y el psicólogo Carlos Jaime Gómez, componente de los pioneros Rocking Boys. Además, dos visiones desde fuera de la década, de dos personas amantes de los sesenta que no vivieron la época: el profesor y escritor Octavio Gómez Milián y el cantante de Faith Keepers Borja Téllez. El prólogo lo ha hecho Miguel Ríos, gran testigo y protagonista de la década.

El libro, en formato grande de folio, no está todavía en máquinas pero va a toda máquina en escritura de los últimos textos, búsqueda de conjuntos y en maquetación. El pop zaragozano sale a la superficie. Y confiemos que, después de estos tres laboriosos esfuerzos, no vuelva al fondo nunca. Zaragoza fue pionera, un caso único en la historia del pop español de aquellos años. Conviene valorar y reivindicar de una vez aquel papel y aquella labor tan valiente en tiempos tan nuevos y precarios.

Por cierto, ¿conoces algún conjunto de la época? ¿Perteneciste a alguno con el que no me haya puesto en contacto? Aún hay tiempo para incluirlo en el libro.