Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

A José Martínez, por tan buenos ratos junto al Ebro

José Maria Martinez
José Maria Martinez

El pasado mes de mayo falleció José María Martínez Martínez, carpintero ebanista y tallista que fue presidente de la Asociación de Vecinos Río Ebro del barrio de La Almozara de Zaragoza.


José María Martínez, enseñando a un jubilado en la Asociación de Vecinos Rio Ebro de La Almozara, en enero del año 2005.


José, como le conocía todo el barrio, era uno de los que mejor conocía el río Ebro y la historia de este distrito ribereño de Zaragoza, que a mediados del siglo XX se llamaba La Química porque creció en torno a esta industria -hoy IQZ- que entonces estaba en las afueras. La Almozara tiene en su término el palacio de la Aljafería, que desde la recuperación de la democracia alberga las Cortes de Aragón. En los años setenta José fue uno de los primeros en fundar y formar parte del movimiento vecinal que, con el sindical, impulsó desde la calle al cambio de régimen. La Asociación de Vecinos Ebro comenzó reivindicando la salida de la Química, cuyo paso a nivel interrumpía el tráfico ya abundante y cuyas emanaciones agujereaban la ropa de las coladas.


José Martínez, militante de base del PSOE, estuvo siempre en el movimiento vecinal, en el barrio y en la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza. Fue carpintero, ebanista y tallista; trabajó de profesor y maestro de obras en la recuperación de Morillo de Tou y Ligüerre de Cinca por los sindicatos e hizo las Américas yendo con el arquitecto Saturnino Cisneros -que había dirigido la remodelación del Pignatelli como sede del Gobierno de Aragón- a trabajar a Nicaragua en misiones solidarias.


La iniciativa y la entrega de José María Martínez fueron decisivas para que un grupo de amigos y algunos vecinos instalaran en los locales de la Asociación Río Ebro ordenadores reciclados y comenzaran a impartir clases y a proponer toda clase de actos que combinaban lo social, la tecnología, el software libre, internet, etc. Esa experiencia se llamó El Milímetro Digital y duró hasta que la Asociación de Vecinos se vio obligada a trasladar su sede, operación que se prolongó por más de dos años.


José María Martínez siempre estaba a punto cuando había que echar una mano. El espíritu de barrio y de colaboración ciudadana eran solo formas de expresar su capacidad para hacer mejor la vida de los demás.


Los que tuvimos la suerte de compartir momentos contigo no te olvidamos.