Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

Junior, la primera edad de oro del pop español

Hoy miércoles se cumple una semana desde que el cadáver de Junior se encontrara en su casa. Cuando se produce una muerte ilustre, el alboroto entra como un torbellino en las redacciones de los periódicos. Se levantan páginas, se revuelve el archivo, se piden colaboraciones, se buscan fotos, arden los teléfonos, se tira a la basura todo el trabajo del día si el fallecimiento se da a conocer a última hora de la jornada (no quiero pensar en la noche de nervios de mis colegas el día del recientemente fallecido Gabriel García Márquez…).


Significa que hay que correr, sobre todo si la noticia se produce cerca del cierre. Y eso fue lo que me tocó el miércoles pasado cuando bien entrada la tarde me llaman del periódico, me notifican la muerte y me piden el correspondiente obituario. ¿Junior a estas alturas?, me pregunto. Pero enseguida caigo: ¡es carne de los programas rosas de la tele! Debe interesar, así que a correr. Eso sí, me digo, nada de cotilleos. Música, solo música. Debo ubicarle en el panorama de la música española de los sesenta y en el papel que tuvo. Y eso, con el poco tiempo disponible y, como en todo obituario, cogido en fuera de juego, fue lo que hice con mejor o peor fortuna en el Heraldo hace una semana.


Como sé que es un personaje musicalmente olvidado, no quise ni nombrarlo en este blog, pensando en el desinterés que despertaría, pero he aquí que más de un bloguero, ante el aviso de otro asiduo, Abbey Road, lo pidiera, así que “por demanda popular”, lo copio y lo pego en esta entrada. Tal cual, bueno, con algún añadido, ya que el espacio lo permite. Ahí va:


Un sorbito de champán


Para las generaciones más jóvenes, el nombre de Junior seguramente será un ente paleozoico, un desconocido total; que esta España de hoy es país de memoria, no frágil, sino sangrantemente despectiva. Pero Antonio Morales Barreto, o sea, Junior, formó parte notabilísima de la primera edad de oro del pop español, la de los sesenta, la de aquella España yeyé sometida a la tiranía política de la dictadura pero juvenilmente alegre y soleada, con un cúmulo de canciones, conjuntos y solistas alegrando las vidas de miles de adolescentes desde el tocadiscos casero, las sinfonolas, la radio, la televisión, las verbenas o los semiclandestinos guateques.


Con Los Brincos dio un barniz estético nuevo a la España visigoda del franquismo, imponiendo las capas negras con forro interior rojo, los zapatos con cascabeles o aquellas chaquetas a rayas gruesas cubanas y pajaritas de camarero. Una curiosa estampa 'typical spanish', entre Los Beatles y la vetusta hidalguía carpetovetónica. Él era el guapo, el centro de atención y de todos los ardorosos deseos de las jovencitas de la época, aunque finalmente se lo llevó Rocío Dúrcal.


Pero lo más sustancioso, ante el pasmo de las discográficas: junto a sus colegas Juan Pardo y Fernando Arbex, implantó el papel de compositor de sus propios temas, entregados hasta entonces a las editoras. Fruto de ello, Junior, a quien, por cierto, Pardo vetó su entrada en el grupo, alentó y tomó parte en los dos primeros y geniales elepés de Los Brincos, grabados en 1964 y 1966, así como en un buen puñado de singles, con gemas como 'Tú me dijiste adiós', 'Sola', 'I Try To Find', 'Renacerá', 'Mejor', 'Un sorbito de champagne'…, tragos gloriosos del mejor pop español de todos los tiempos, alguno incluso con cabida en los primeros discos de Los Beatles, caso de 'Dance the pulga' o 'I Try To Find'.


Antes de todo ello, en plena prehistoria personal, que abrió a los diez años, integrándose en Los Jump y durante un lustro en Los Pekenikes, ya Junior intentó convertirse en cantante solista. En 1964 grabó para Philips un EP con 'When The Girl In Your Arms Is The Girl In Your Heart', una versión de Connie Francis, y hasta se acercó al mundo del entonces popularísimo Cliff Richard, ganando un concurso de dobles.


Pero fue en comandita con Juan Pardo, a través de Juan & Junior, ambos rebelados contra el protagonismo dictatorial de Arbex, cuando su talento compositivo e interpretativo explotó. Junior ponía la voz más dulce en tanto que Juan le echaba la casta. Una especie de Simon & Garfunkel vistos con perspectiva de grupo pop orquestal. Entre 1967 y 1969, el dúo grabó seis singles, o sea doce canciones, como dice Gerardo Irles, experto en pop español de los sesenta y autor del delicioso libro 'Solo para fans', “sin un minuto de desperdicio”. A saber, la popularísima 'Anduriña', para la que el mismo Picasso les dibujó la portada, 'La caza', 'Bajo el sol', 'A dos niñas'… y la épica, y a gusto de quien suscribe, la gran obra maestra del dúo, 'Nos falta fe'.


Grabar entonces en las grandes discográficas tenía muchos inconvenientes y servidumbres, pero también grandes ventajas, una de ellas, notabilísima: contar con grandes planteles de músicos, arreglistas, productores… Basta escuchar y disfrutar de la mentada 'Nos falta fe' para comprobar lo que digo. Grandes melodías, opulentos arreglos y hasta su punto de vanguardismo de época, con apuntes de soul, psicodelia… Ay, si los grupos de hoy tuvieran aquellas oportunidades y aquel control de calidad que imponían los equipos humanos de grabación… No saldrían muchos de los adefesios que salen al mercado…


Las tiranteces entre ambos, larvadas desde años atrás por su rivalidad por Rocío Dúrcal, volvieron a aflorar, lo que unido a su cansancio de los escenarios y a que Pardo se sintió traicionado cuando el propio manager del dúo preparaba a sus espaldas la carrera en solitario de Junior (otra traición más, se lamentaría años más tarde Pardo), hizo que el tándem saltara por las nubes en 1969.


Junior se casó con Rocío y emprendió una carrera en solitario, grabando cuatro elepés y 16 singles, de éxito ya muy disminuido con respecto al impacto previo. En realidad, una carrera para olvidar, casi de sonrojo. Así que musicalmente murió a finales de los setenta para vivir años después un deterioro vital que aprovecharon con su canibalismo habitual los programas tomboleros y del corazón. Pero esa fue otra historia en la que uno nunca perdió un minuto. En el recuerdo siempre estará aquel joven apuesto y de voz dulce que formó parte de la mejor historia del pop español. Un sorbito de champán en su memoria.


Lástima que no esté completa la intro...


http://www.youtube.com/watch?v=dwkW65Gaj-Q

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