Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

"Los hijos de Kennedy", repaso alucinógeno al presente/pasado

Los hijos de Kennedy en el Principal. Lleno a rebosar. Obra hipnótica, alucinante. Un Cuéntame americano comprimido, cinco testimonios, cinco vidas que apenas se rozan. Gags fugaces con el público. Tres grandísimas actrices que llenan un teatro entregado: Suárez, Gil, Verdú. Dos actores heroicos sobrepasados por personajes excesivos;  Alex García encarna y salva el tópico del soldado de Vietnam, un meme agotado: no siento las piernas, quizá el papel más difícil del mundo. Fernando Cayo, el actor de la bohemia marginal, que nunca rozó el lado Warhol. Grandes actores, desgarraduras del vivir, chispazos de musical.


La hippie pacifista activista, la secretaria de revista de moda, la aspirante a Marilyn. Mataron a Kennedy, murió o mataron a Marilyn. Doble desastre de una década lisérgica. Policías y manifestaciones. Demasiadas cosas recuerdan a esta época, al lado bronco de nuestra deriva. La obra hace pensar todo el rato a la máxima velocidad, es un test de estrés hipnótico. Y hace reír a ratos. Densidad máxima. Chispazos de risa helada. Luego sigues pensando en la centrifugadora. Cinco rondas de merecidísimos aplausos. La dolían los brazos al Principal.