Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

¿Quién se atreve con el terror de Flaming Lips?

Resulta más que curioso, si no asombroso, colocar en el reproductor el primer disco de Flaming Lips -aquél 'Heart It Is', de 1986, que DRO, en pleno ascenso a categoría de sello internacional, editó en España dentro de un gran paquete de ediciones del sello Enigma- y el último del grupo de Oklahoma, el reciente 'The Terror'. El día y la noche. Imposible atribuir ambos discos al mismo grupo de no saber nada al respecto. Un claro ejemplo de evolución, de cambio sonoro a pulso, de libertad creativa, azuzada por las drogas, accidentes varios y las ansias de investigar.


Ya había pulsiones raras en aquel primer disco incrustadas en su explosiva mezcla de punk y rock, como luego fueron aflorando en los discos siguientes, caso mayor el cuádruple 'Zaireeka' (1997) –un disco pensado para escuchar al unísono sus cuatro cedés y no recomendado para niños o personas sensibles a los sonidos estridentes como el agudo zumbido que regía 'How Hill We Now'- hasta llegar a sus dos grandes cumbres musicales y populares, 'The Soft Bulletin' (1999), tomado por el bucolismo pop, y 'Yoshimi Battles The Pink Robots' (2002), escorado hacia la psicodelia y la robótica. Muy asumibles, con piezas sublimes como 'In The Morning Of The Magicians', pese a algunos latigazos marcianos.


Parecía que el grupo de Wayne Coyne había encontrado el sitio para producir el deleite sin resultar incómodo ni rijoso. Puro espejismo. Los discos siguientes, con una discutida banda sonora como 'Christmas On Mars', la pulsión medio paranoica de 'Embryonic' y no digamos su desintegración lunática, esquizofrénica, del 'Dark Side Of The Moon' pinflydiano –menudo ladrillazo, vaya-, estaban allí para decir que, pese a sus directos de luces, colorines, serpentinas, títeres, disfraces y burbujas hinchables, de acomodo nada: transgresión, agresividad sonora, experimentación sin fronteras. Unos frikis, como ellos se definen, capaces de fabricar discos lunáticos como de editar una canción de 24 horas en un pen metido dentro de una calavera u otro igualmente metido en un escatológico corazón de chocolate con motivo del pasado San Valentín.




En ello siguen. En el frikismo y la trasgresión. Su reciente 'The Terror', título imposiblemente mejor elegido, es el anverso total de aquel 'Heart It Is' y no digamos de 'The Soft Bulletin' y 'Yoshimi Battles The Pink Robots'. De hecho, si no se sabe de qué va este grupo, nada más colocarlo en el reproductor es posible que surja un respingo de desagrado, de 'terror'…, le des al stop y a otra cosa mariposa. Para ruidos, dirá alguno, ya los tengo a porrillo en la fábrica, en la calle o en el lugar de trabajo. Y es que por ahí, en apariencia, parece tirar 'The Terror' un largo mantra electrónico-vocal tejido con sintetizadores analógicos, efectos, voces, ruidos, loops… Un 'nirvana' sonoro como surgido del cruce de 'Ummagumma', 'Zeit' y 'Aoxomoxoa', por llevar a tres fuentes del delirio musical emboscadas tras la psicodelia, que una vez metido en él produce sensaciones especiales. Lleno de locura y oscuridad, no apto para niños, adultos sensibles, eurovisivos y puede que hasta melómanos curtidos, pero sí -con sus ecos de rock cósmico alemán, psicodelia sydbarretiana y sus letánicas estructuras- para quienes buscan en el pop algo más que un ejercicio complaciente y remilgado. Para más 'terror', lo cierran con una versión, por supuesto, muy sui generis, del 'All You Need Is Love'? ¿Te atreves?


(CODA: cuando lo pinché por vez primera no tuve más remedio que darle al stop a los tres minutos; ahora, sin embargo, digerido lentamente durante varios días, este disco me tiene flipado, y no he tomado nada de eso que me decía un día Bigott. ¿Friki yo también o rarezas de senectud?) Aquí tienes un resumen.


http://www.youtube.com/watch?v=5H8K9ary1Rk


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