Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

¿Aguantará el Plata a Godfathers?

Aún creo que me retumban los oídos de los mazazos que atizaban Godfathers en sus visitas a En Bruto, allá por el cruce de los ochenta y los noventa. ¡Qué bestialidad! No solo tocaban de forma contundente y hasta marcial, sino que ponían el volumen a tope y era como si en vez de un grupo musical hubiera subido al escenario una apisonadora.


Ellos, junto a The Nomads, fueron los causantes principales de que En Bruto estuviera al borde del cierre. Los vecinos no podían aguantarlo. Una tarde-noche acompañé a la Policía local en una toma de volumen y era tremendo subir por las escaleras de la vivienda, con las paredes temblando del ruido de, en aquella ocasión, los Nomads. No llegaron a cerrar la sala por un artículo, y perdón si suena petulante, que publiqué en el Heraldo reivindicando el derecho a la música en directo y no el 'silencio de los monasterios', pero sí que obligaron a precintar el equipo de sonido, de tal manera que pasadas las diez de la noche, bajaba automáticamente de volumen.


Aquel quinteto londinense, ya digo, Godfathers, era una máquina de ruido. Un extraño caso en el panorama de finales de los ochenta. Ya había pasado la fiebre sintética, el Nuevo Rock Americano también había caído, el neogarage psicodélico había explotado sus grandes cartuchos, el acid-house empezaba a dar sus primeros pasos, el brit pop no había nacido… vamos, caminaban en solitario en tierra de nadie, no había una etiqueta para ellos, un movimiento donde encuadrarles.


Pero allí estaban, desde el sur profundo de Londres, atacando con unas letras venenosas contra el thatcherismo y un rock furioso y contundente, con resabios punkies, ramonianos, rocanroleros… y un público entregado. Las dos veces que pasaron por En Bruto, en el 88 y en el 90, lo hicieron a sala a rebosar. Luego actuarían en La Chimenea, en el 92, y en La Piedra de Blarney, en el 97, si la memoria me es fiel.


Ahora vuelven de nuevo a la ciudad, tras un largo parón de casi una década, y a un escenario poco habitual para este tipo de grupos: El Plata. ¿Será capaz de soportar el viejo edificio en donde se ubica el famoso cabaré la potencia explosiva de los hermanos Coyne? A ver que pasa el próximo lunes día 18. Porque pese a los años, el grupo sigue destilando aquella fuerza primigenia que impuso sobre todo el rotundo 'Birth, School, Work, Death' y con el que a punto estuvieron de romper las paredes de En Bruto. Al menos, eso destila el álbum en directo grabado en el 100 Club de Londres y publicado en 2011, siguiendo la estela del fenomenal 'Dope, Rock'n'roll, & Fucking In The Streets' (1992), también en directo. Rescato, por cierto, las dos entrevistas (Godfathers 88 y Godfathers 90) que les hice en sus dos primeras visitas a Zaragoza, una de ellas más apropiada que nunca para la España de la corrupción. ¿Alguien estuvo por allí?


http://www.youtube.com/watch?v=QO5dcW0P75M

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