Se creará una oficina anticorrupción en la que podamos contratar a parientes y allegados. Acto seguido se modificarán las leyes para que el nuevo organigrama pueda ejercer sus funciones, que se concretarán en una fase posterior.

Entre tanto se publicarán noticias amenazantes para intimidar a los desaprensivos. También se firmarán acuerdos con las comunidades autónomas, ayuntamientos y toda clase de entes y organismos que se presten a ello. En un plazo de tres o cinco o diez años a la mayor brevedad posible.

Lo más importante será el logotipo, la página web, los colores corporativos y las siglas. Todo esto lo debatirá el Senado, que tiene vasta experiencia en procesos similares. También habrá que dotar a cada oficina con la más avanzada tecnología, así como contratar su mantenimiento y sustitución en caso de pérdida del iPad en casa.

Entre los medios con que contarán las oficinas de mi cuñado habrá que incluir la flota de vehículos, chóferes y agentes de servicios especiales.

Un fuerte abrazo.