Blog - Al Alba

por Mariano Gistaín

Ya se puede emigrar en AVE

Vuitton ha sacado una maleta de cartón de luxe.


El FMI ha reconocido que los recortes solo sirven para hundirnos más rápido, pero ya no queda nadie para atender a ese informe póstumo.


Ya hemos muerto o estamos en ello. La duda es entre zombies y limbos o al abrigo del Estado, que incluye a sus empresas privatizadas y todo eso tan guay de la captura de rentas. Rentívoros.


Lo demás es un mareo de mareas. Desmantelamiento oficial no reconocido. El Gobierno ya trabaja a media jornada full time. Europa se ha dejado estar (Hollande no se afeita), ha entrado en fase de relax, en plena zombielandia. La prima se hace la sueca y eso permite un último expolio. Autoexpolio.


Con el nuevo AVE se podrá emigrar de Sevilla a París como si se fuera a una fiesta. Si dejan pasar por Cataluña. La UE le concederá el Schengen enseguida. Se podrá ir hasta Moscú, a ver cómo ahorra Depardieu.


El FMI se lo gastó todo en la última cena de navidad. Hasta los algoritmos se han cansado de apostar. Los bancos no sueltan prenda. Los mejores del mundo. Rato se ha colocado y se nota que se ha aflojado la presión en la Corte: hasta Cristiano mete goles. La Corona, tras la entrevista modo asilo, se evapora a la espera de que el juicio se dilate unos quince años.


El Congreso, cerrado por vacaciones de enero, se ha ido a probar el iPad ya obsoleto. El PSOE se arregla en un par de cenas indefinidamente. Nadie asoma. El poder solo aspira al olvido de sí. Durán cambia el logo y espera como un convaleciente a que pase la ola y se ponga de moda otro chivo: este caso puede acelerar la independencia. Se cambian los jueces y a correr.


El AVE a Francia va a ofrecer billetes baratos: si son solo de ida.