Sorpresón mayúsculo: ha vuelto Bowie. Y en el más absoluto silencio y sin esperarle. Quiero decir que sin la más mínima filtración de que estuviese grabando un disco y cuando, tras la operación de corazón que tuvo en 2004, se le había dado por jubilado perpetuo del mundo del rock. Sin embargo, primero él mismo a través de Twiter y luego la Sony han anunciado que el día 12 de marzo próximo, es decir, diez años después de su último álbum, 'Reality', el Duque tendrá en la calle un nuevo disco con el título de 'The Next Day' –el trigésimo de su carrera- y con catorce canciones en la edición estándar y tres más en la 'deluxe'.

Como adelanto, y en el mismo día de su 66 cumpleaños (8 de enero), ha dado a conocer el single 'Where Are We Now?', una lánguida balada cantada por Bowie con voz doliente, de hombre mayor, y una potencia vocal disminuida, quizá debido a su dolencia cardiaca, en la que hace alusión a diversos lugares y calles de Berlín para declararse “un hombre perdido en el tiempo” y preguntarse continuamente dónde estamos ahora. ¿Una crítica a estos tiempos confusos y de incertidumbre mundial?

Ya se habla de un retorno a la triada berlinesa –'Low', 'Heroes' y 'Lodger'- de finales de los setenta, por la letra y por el vídeo correspondiente que evoca aquel Berlín en el que vivió durante aquellos años trabajando con Brian Eno, pero nada más lejos del sonido de entonces. Este es un sonido -bajo la producción de su amigo y gran colaborador Tony Visconti, con quien trabajó en doce de sus discos clásicos- más contenido y estándar, inédito se diría en su discografía, en el que el piano se erige de inicio como columna vertebral para dar paso, en una suave progresión de un solo acorde, a un mayor protagonismo de la batería y los sintetizadores orquestales. Muy suave e intimista. No está mal. Veremos por donde andan el resto de canciones.

El notición es que ha vuelto cuando hace no mucho, tras unas fotos tomadas por sorpresa en Nueva York, se le daba definitivamente por retirado de la música pop, recluido en la ciudad de los rascacielos junto a su esposa Iman y su hija Alexandria y aparentemente llevando una vida plácida, lejos de cualquier actividad creativa. No ha sido así: el retorno, mantenido por el cantante en el mayor de los sigilos, ha pillado por sorpresa incluso hasta gente muy allegada a él y de su misma productora. ¿Qué hay tras este sigilo? ¿Privacidad? ¿Inseguridad? ¿Desconfianza en sí mismo? Enigmático Duque Blanco.

http://www.youtube.com/watch?v=FOyDTy9DtHQ